La Pequeña Unidad productiva y los Programas de Reconversión Laboral

LA PEQUEÑA UNIDAD PRODUCTIVA Y LOS PROGRAMAS DE RECONVERSION LABORAL

Hernán A. Reyes González^[1]

hreyesdocencia@gmail.com 

http://practicasendesarrollo.blogspot.com/ 

En los últimos años se ha venido proponiendo insistentemente en la posibilidad de paliar los efectos de los planes de reconversión laboral, más concretamente los planes de egreso o despido de las grandes empresas tradicionales de nuestro país que han venido experimentando un decaimiento en su actividad, por medio de incentivar la creación de empresas entre quienes tienen que abandonar su actividad histórica.

Es indudable que esta propuesta encuentra su justificación en una serie de antecedentes, de los cuales podemos destacar sólo algunos, a saber:

- existen experiencias exitosas en otros países del mundo que avalan la conveniencia de estos programas en determinadas condiciones.

- en un país en desarrollo como Chile, se hace necesario ampliar la base empresarial como una de las condiciones a través de las cuales asegurar una distribución equitativa de los beneficios del desarrollo económico.

- la creación de nuevas empresas tiene efectos multiplicativos sobre el producto interno y el empleo en los rubros con mayor dinamismo económico.

- un programa de creación de empresas permitiría, en zonas tradicionalmente poco diversificadas en la producción, generar una mayor variedad de actividades productivas que disminuirían el riesgo económico ante eventuales inestabilidades externas.

Sin embargo, las experiencias desarrolladas hasta la fecha en nuestro país nos obligan a analizar con mayor detenimiento cada uno de los aspectos involucrados en el tema de la creación de empresas, en general, así como de la reconversión laboral, en cada caso puntual.

En el año 1992 se implemento en la División El Teniente de Codelco Chile, un plan denominado "Programa de Desarrollo de la Capacidad Emprendedora", cuya finalidad era precisamente motivar la creación de empresas entre los supervisores que formaban parte del correspondiente plan de egreso. El Programa constó de tres etapas fundamentales y distinguibles: "Apertura a la Actividad Emprendedora", Curso-Taller CEFE (creación de Empresas; Formación de Empresarios) y Seguimiento y Asistencia Técnica en la Puesta en Marcha de los proyectos empresariales individuales. Los resultados, a juicio de los ejecutores, la Fundación SERCAL, fueron bastante exitosos, en función de todas las condiciones en que se dio la implementación.

La citada experiencia m s algunas actividades puntuales de apoyo a la reconversión del Carbón durante el año 1992 y lo que va corrido del presente, nos han llevado a las siguientes consideraciones:

- Definitivamente una proporción muy baja de los egresados de estos planes, tienen la verdadera convicción y cuentan con las habilidades personales mínimas para convertirse en empresarios (en el caso El Teniente, de 26 participantes sólo 4 desarrollaron una actividad empresarial distinta a la venta de sus propios servicios profesionales).

- Las condiciones externas (culturales, sociales, económicas, psicológicas e históricas, entre otras) de los participantes juegan un papel fundamental en el éxito de estos programas. Es notable la diferencia entre los trabajadores del Teniente v/s los ex-mineros del Carbón.

- Más que la entrega puntual de herramientas técnicas de gestión, administración y producción, que no dejan de ser importantes, se debe extremar los esfuerzos por formar a los participantes mostrándoles las implicancias prácticas y vivénciales de transformarse en empresario.

- Un programa de esta naturaleza, no puede pretender asegurar un determinado porcentaje de nuevos empresarios al término de sus actividades. Más bien debería comprometerse a entregarle todos los elementos de apoyo a la decisión respecto de ser o no empresario.

- Cualquier programa de reconversión laboral y creación de empresas, debe ir necesariamente acompañado de una política de fomento de oportunidades de negocio a nivel zonal o regional. Es decir, se deben generar las oportunidades de inversión privada por intermedio de incentivos claros en la dirección de la reconversión deseada. Es decir no se puede perder la perspectiva macro del problema.

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