La Realidad Nacional

LA REALIDAD NACIONAL

La amenaza que ha emitido teatralmente el mandatario peruano, rodeado de sus allegados políticos  para hacer jaque al Parlamento Nacional, exigiéndoles atenerse a las consecuencias de no aprobar sus ponencias, como colofón a la no destitución del Ex Fiscal de la Nación por el Congreso, luego de una larga e inusual guerra política, donde la propaganda psicológica a través de los medios  de comunicaciones y  de los agentes mediáticos en las redes informáticas, crearon las condiciones para lograr un clima exacerbado contra dicho Magistrado del Ministerio Público que terminó con El, calificándolo de corrupto de la peor calaña, sin pruebas en firme, sino en base a elucubraciones y calumnias imposibles, como parece ser la política de gobierno para deshacerse de sus oponentes  por intermedio de elementos de menor nivel y cuantía, que gozan del crédito y apoyo de quien maneja la Hacienda Pública en su beneficio, siempre y cuando cumplan las consignas de quien los digita a su mejor entender y dirección por encargo de interpósita tercera persona.

Lo paradójico de esta situación es que quien se erige en el Solón de la honestidad, fue advertido por el citado Fiscal, luego de ser incordiado desde su juramentación  por el pleno de los Fiscales Supremos, que tenía 47 casos donde se le involucraba en actos reñidos con la correcta administración en los cargos públicos que había ejercido con anterioridad a su designación como primer mandatario por relevo de quien lo antecedía, que a entender de la ciudadanía pensante e ilustrada fue el detonante  que pretextó para desatar la guerra anunciada, que visaba como venganza desaparecerlo del escenario del Ministerio Público y que es el quid del asunto para atreverse a cerrar la Representación Nacional al no haber logrado su empeño.

Sin embargo, debemos preguntarnos: “De quien es la mano que mece la cuna del parto del averno”.  Sin ser pitoniso, ni fanático ultra, es relevante que los actores que mueven las marionetas del Trianón local tienen nombre propio, arropados  en esas ONG de fachada, subvencionadas generosas por manos supra nacionales que obedecen al nuevo orden mundial,  siempre y cuando logren convertir nuestro Perú en un Estado INVIABLE, es decir dividido antagónica e irreconciliable entre “Buenos y Malos” de un lado, los que son afines a la banda gubernamental de turno, sean por ideología ajena a nuestra cultura o debidamente aceitados o mermeleados, como conocemos a quienes se venden por una encomienda o interés mercenario y del otro, quienes son gente digna y de bien, cultores de los principios y valores democráticos y de todo orden moral, humanos, cívicos, patrióticos y culturales que nos legaron nuestros mayores y cuya esencia es el amor a nuestro Perú, forjado en la familia tradicional y en una sólida educación y respeto por nuestros Símbolos Nacionales.  

Esta Situación Nacional no es de ahora, sino que se viene gestando desde el siglo pasado,  con desdén por quienes debían poner coto radical y que resultaron involucrados en los diferentes actos subversivos que se sucedieron periódicamente, por quienes se decían ser de la siniestra política, defensores del pueblo y que finalmente actuaban esclavizándolo y ajusticiando a quienes no se avenían a sus designios criminales o destruyendo todo vestigio de propiedad o de gobierno, estas bandas que finalmente fueron vencidas y juzgadas conforme a Ley, sus cabecillas condenados y puestos a  buen recaudo en cárceles de alta seguridad, al llegar al poder sus camaradas infiltrados en la cosa pública y aprovechándose de la falta de escrúpulos y de honestidad, traducida en una corrupción delincuencial gubernamental a todo nivel del poder, donde todo se vende y todo de compra, les abrieron las jaulas de reclusión, liberándolos en masa mientras encarcelaban a quienes los derrotaron en el cumplimiento del deber y de imponer la voluntad del pueblo de vivir en paz y desarrollo.

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