La Salud Entre Las Ciencias De La Vida Y Las Ciencias Sociales
Enviado por • 18 de Noviembre de 2013 • 7.996 Palabras (32 Páginas) • 687 Visitas
Resumen El artículo se ocupa de las categorías utilizadas y las disciplinas involucradas en el análisis de la salud, la enfermedad, el bienestar y sus determinantes. Se apoya para hacerlo en estudios empíricos sobre la salud y sus determinantes, explorando la idea de que la salud no es un continuo que va desde el bienestar más completo hasta la muerte, pasando por la enfermedad, sino un concepto complejo, socialmente construido, que Palabras clave Ciencias sociales y salud, ciencias de la vida, determinantes de salud y enfermedad, políticas de salud. Keywords Social sciences and health, sciences of life, determining factors of health and illness, health policies. 1. Traducido de Contandriopoulos A-P,1999. “La Santé entre les Sciences de la Vie et les Sciences Sociales”, Ruptures 6(2): 174-191, Universidad de Montreal. 2. Contandriopoulos, André-Pierre. Profesor Titular en el Departamento de Adminis- tración de la Salud, Facultad de Medicina, Universidad de Montreal, Canadá.
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toma en cuenta la perpetua tensión entre la adaptación a la vida y al ambiente, la búsqueda de la felicidad y la enfermedad. En ese marco analiza las condiciones de elaboración de las políticas de salud, alertando frente a dos tentaciones potencialmente nocivas: la tentación tecnocrática y latentación biotecnológica. Propone establecer un verdadero diálogo entre las ciencias de la vida y las ciencias sociales, procurando encontrar aquello que, en lo social, opera para mejorar la salud. La emergencia de una nueva concepción sobre la salud, laenfermedad y sus determinantes permitirá asumir el riesgo de transformar democráticamente el sistema de atención médica y al mismo tiempo la sociedad, valorizando las políticas que sean portadoras de salud. Abstract The article deals with the categories employed and the disciplines involved in the analysis of health, illness, well-being, and their determining factors. Todo this, it takes as a starting-point empirical studies on health and its determining
milias a salir del ‘círculo de la pobre- za’, que inviertan en favor de ‘los niños muy pequeños’, que aseguren ‘la cali- dad del ambiente’,que combatan ‘la criminalidad’, que controlen ‘las co- lectividades más fuertes’...”. En una pa- labra, señala que la legitimidad del Es- tado Moderno3 descansa, como decía Foucault “en su capacidad de hacerse cargo de la vida, cuidarla, multiplicar- la, de recompensar los riesgos, de re- correr y delimitar las oportunidades y posibilidades biológicas”. (Foucault, 1997). Es por ello que las cuestiones vinculadas a salud siguen teniendo tan- ta importancia en los países desarrolla- dos.4 Todas las sociedades desarrolladas consideraron, al terminar la segunda guerra mundial, que sería posible, en razón de los éxitos espectaculares de la medicina moderna, eliminar las dispa- ridades en salud, volviendo accesibles a todos los ciudadanos la totalidad de los servicios de salud médicamente nece- sarios, en el marco de sistemas públi- cos de seguro de enfermedad. Ese optimismo cedió lugar rápida- mente al desencanto; las desigualdades de salud entre las diferentes categorías laborales son hoy tan grandes como en el momento de la introducción del se- guro de enfermedad,incluso aunque la esperanza de vida aumentó muy rápida- mente durante la segunda mitad del si- glo XX en todos los países desarrolla- dos. Sin embargo, si bien el seguro de en- fermedad no tuvo efecto en la reduc- ción de las diferencias en salud, tuvo tres grandes consecuencias. En primer lugar, acrecentó considerablemente el sentimiento de seguridad de todos en relación a la enfermedad; en segundo término, gracias a su financiamiento público,constituyó un formidable sis- tema de redistribución de la riqueza en- tre las categorías socioprofesionales, y entre los sanos y los enfermos, por con- siguiente, colaboró para volver a la so- ciedad más equitativa; y,finalmente,se convirtió en un sector esencial de la ac- tividad económica: hoy, en Quebec, más de un trabajador sobre diez trabaja directamente en el campo de la salud. El sistema público de seguro de en- fermedad contribuyó de manera muy importante en la constitución y mante- nimiento de la legitimidad del Estado
3. Lo que caracteriza al Esta- do Moderno, según Foucault (1997: 223) “es lo que se podría denominar la toma en cuenta de la vida por parte del poder: si ustedes quieren, la toma del po- der sobre el hombre en tanto ser vivo, una suerte de estatización de lo biológico... que yo llama- ría un ‘biopolítica’de la especie humana”. 4. El Ministro de Salud de Ca- nadá, Alan Rock, declaraba ante la Asociación Médica Canadien- se, en 1977: “Para los canadien- ses, el sistema de servicios de sa- lud no es un programa guberna- mental cualquiera. Representa un derecho para los ciudadanos. Refleja y concretiza ciertos valo- res y ciertos principios de la identidad canadiense. Si noso- tros, en tanto gobierno o provee- dores de atención,no logramos reconstruir el sistema de servi- cios, es al país entero al que ha- bremos dejado caer”.
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La salud entre las ciencias de la vida y las ciencias sociales
ante los ojos de los ciudadanos. En Ca- nadá, en 1995, más del 60% de la po- blación pensaba que funcionaba bien y el 73% consideraba que había contri- buido a mejorar la calidad de vida en el país (EKOS, 1996). Es en parte gracias a esta popularidad, que el costo de los sistemas pudo, en todos los países de- sarrollados, aumentar más rápidamente que la riqueza colectiva hasta mediados de los años 90. En Canadá, por ejem- plo, los gastos totales en salud pasaron del 5,5% del PBI en 1960 al 10% en 1992 (ubicando a Canadá entre los paí- ses más generosos del mundo). Sin embargo, a partir de 1993, la globalización de la economía obligó a los gobiernos a sanear sus finanzas pú- blicas para mantener su posición com- petitiva en el mundo, y sobre todo para conservar una autonomía suficiente en relación a los mercados financieros,de modo de gobernar de manera democrá- tica. Los gobiernos de Canadá y de las provincias, teniendo en cuenta el peso de la deuda pública (18% de gastos del Estado en Quebec) y la imposibilidad de aumentar los impuestos, han debido, para equilibrar sus presupuestos, redu- cir sus gastos y por consiguiente los gastos en salud que constituyen alrede- dor de un tercio de sus presupuestos. En Canadá, el equilibrio de las fi- nanzas públicas se logró de modo bru- tal en menos de cinco años. La parte de los gastos totales de salud en el PBI pa- só de 10,2% en 1992 a 9,2% en 1997 (OCDE, 1999). Si bien la rapidez de es- ta disminución es notable —ningún otro país de la OCDE llegó a producir- la— ¡las consecuencias en términos de acceso a la atención y de satisfacción de la población son también notables
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