La Sobrepoblación En Las Instituciones Psiquiátricas En México
Enviado por adanplant • 16 de Febrero de 2012 • 3.274 Palabras (14 Páginas) • 810 Visitas
Introducción
Pocas enfermedades perturban la vida de las comunidades y alteran tanto la dinámica de los núcleos familiares como las adicciones. Este es un problema de salud pública que ha crecido en los últimos veinte años de manera exponencial y que además de confrontar los valores familiares y la efectividad de la educación familiar, sacudiendo a las sociedades y a los gobiernos, se perfila como un reto de gran importancia por superar, sobre todo en cuanto a recursos e infraestructura de atención se refiere.
La identificación de los factores que concurren en el complejo fenómeno de las adicciones, desde la disponibilidad y el acceso a las sustancias, hasta las opciones de tratamiento y rehabilitación para quienes las padecen, pasando por la identificación de aquellos factores que las favorecen o las dificultan, han requerido siempre de la utilización de varios instrumentos y herramientas que nos han servido para conocer la magnitud del problema, a la vez que son de gran utilidad también para la planificación de los servicios y las acciones necesarias para reducirlo, así como para evaluar el impacto de estas mismas.
Las encuestas sobre el uso, abuso y dependencia de sustancias psicoactivas (particularmente dos legales, como son el tabaco y el alcohol, y otras identificadas como ilegales, como mariguana, cocaína, derivados del opio, anfetaminas y metanfetaminas, inhalables, alucinógenos y medicamentos consumidos sin prescripción médica, especialmente ansiolíticos, tranquilizantes y estimulantes) han constituido un valioso instrumento en la utilización sistemática de este conocimiento para la toma de decisiones y definición de referentes base, además de ser una ventana a través de la cual la sociedad puede observar y vigilar así como evaluar el impacto de las acciones que se ponen en marcha para controlar este importante problema de salud pública.
Estado del Arte
El problema del abuso de drogas, sus determinantes y consecuencias han sido abordados desde la investigación epidemiológica y psicosocial en forma continua desde el inicio de la década de los años setenta. La primera encuesta de hogares se realizó en el Distrito Federal en 1974; en esa época se siguió la estrategia de estudiar ciudades con diferente tipo de exposición a las drogas. En 1988 se realizó la primera encuesta nacional, misma que se repitió en 1994, 1998 y 2002; esta última fue la primera en informar a nivel nacional los índices de consumo y los problemas asociados en las comunidades rurales. En este mismo año, se realizó una encuesta de epidemiología psiquiátrica, que incluyó a la población adolescente de entre 12 y 17 años del Distrito Federal y su zona conurbada. Se cuenta, además, con información proveniente de encuestas realizadas sin interrupción en escuelas desde 1976, con una periodicidad de dos o tres años. Se han realizado también múltiples estudios en poblaciones de alto riesgo que generalmente no se detectan en los grandes estudios, tales como los niños trabajadores y los que viven fuera de sus hogares, las personas que están en prisión, los usuarios de heroína, las comunidades indígenas, por mencionar algunas. Se cuenta también con un Sistema de Información en Drogas (SRID) que ha recabado información proveniente de instituciones de salud y del sistema de procuración de justicia dos veces por año sobre todos los casos registrados en 44 instituciones desde 1987. Los Centros de Integración Juvenil informan sobre las variaciones en las drogas consumidas, a partir de información recabada en sus centros de tratamiento. Hacia finales de los años ochenta, se puso en operación un Sistema de Vigilancia Epidemiológica en Adicciones (SISVEA), que recoge información proveniente de las instituciones de tratamiento, incluidas las organizaciones no gubernamentales. Se cuenta, además, con estadísticas sobre mortalidad, morbilidad y delitos. En la ENA 2008, este diagnóstico se actualiza mediante una nueva encuesta nacional con representación estatal.
Marco Teórico
Salud Mental
La salud mental es un fenómeno complejo determinado por múltiples factores sociales, ambientales, biológicos y psicológicos, e incluye padecimientos como la depresión, la ansiedad, la epilepsia, las demencias, la esquizofrenia, y los trastornos del desarrollo en la infancia, algunos de los cuales se han agravado en los últimos tiempos. En este sentido, lograr que la población conserve la salud mental, además de la salud física, depende, en gran parte, de la realización exitosa de acciones de salud pública, para prevenir, tratar y rehabilitar.
Otro aspecto inherente a la política social, es que la salud mental se relaciona al
igual que la salud física, con la pobreza, en donde la incidencia de estos padecimientos exige de los afectados mayor proporción de los pocos ingresos que generan, además de lo incapacitantes que resultan, que como consecuencia disminuyen o frenan el potencial de desarrollo de las personas y por tanto de los núcleos familiares.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental es el “bienestar que una persona experimenta como resultado de su buen funcionamiento en los aspectos cognoscitivos, afectivos y conductuales, y, en última instancia el despliegue óptimo de sus potencialidades individuales para la convivencia, el trabajo y la recreación”
La necesidad de que todos los miembros de la familia se integren al mercado laboral, incluyendo a madres con niños pequeños y los niños mismos, así como la
migración internacional, aún cuando representan oportunidades para el progreso
económico, incrementan los riesgos para los problemas mentales, ya que en las familias se cambian los roles tradicionales de la mujer y el hombre, además de crear un ambiente poco propicio para la comunicación y supervisión de todos los miembros de la familia, provocando estrés adicional que puede llevar a la depresión y la ansiedad
Los niños y jóvenes en situación de calle merecen especial mención ya que Estos niños y jóvenes viven continuamente expuestos al uso de drogas, a la violencia social, al abuso sexual, a la prostitución, a la explotación y a las enfermedades transmitidas por vía sexual; entre las secuelas que esta situación deja en los menores se encuentran el retraimiento emocional, la ansiedad, la depresión y los problemas para relacionarse.
De acuerdo con la Secretaria de Salud: Más de tres millones de personas son dependientes del alcohol, 13 millones son fumadores y 400 mil personas se reportan adictas a las drogas; 500 mil presentan esquizofrenia, un millón epilepsia y 5 de cada mil niños sufren retardo mental, con lo
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