La Tv Y Sus Estereotipos
Enviado por kabo1234 • 2 de Diciembre de 2013 • 2.320 Palabras (10 Páginas) • 426 Visitas
UNIVERSIDAD AUTONOMA DE NAYARIT
Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades
Licenciatura en comunicación y medios
“La televisión y sus estereotipos”
Alumnos:
Karina Elizabeth Medina Baltazar
Agustín Casillas García
Facilitadora:
Martha Mallely García Rodríguez
Unidad de aprendizaje:
Desarrollo de Habilidades del Pensamiento
Tepic Nay, 25 de septiembre de 2013
La televisión y sus estereotipos
La televisión es un medio de comunicación masivo ya que en casi todo el mundo los habitantes tienen o pueden ver tv en diversos sitios. Algo de lo más importante es que, en ella, la imagen de los jóvenes no es cierta de acuerdo a lo que se vive y a lo que es en la vida real ya que exhiben a los jóvenes con estereotipos por así llamarlos “modelos” puesto que muchos de los jóvenes se guían por lo que ven en la tv por su gran influencia como medio masivo.
La televisión muestra una adolescencia imaginada por los adultos, los jóvenes que salen en la televisión son en su mayoría guapos (as) y delgados (as), en la vida real los jóvenes son muy diferentes y ellos quieren ser como las “estrellas de la tele”. Esto es un problema muy grave ya que por querer ser como los artistas se someten a dietas y a otras cosas que les crea un grave problema mental y físico que puede llevarlos a la muerte si no tienen ayuda psicológica.
La televisión busca a cualquier costa crear estos prototipos de personas, por ejemplo, telenovelas como "Betty, la fea", y "llena de amor", plasman en la pantalla prototipos de personas que no van de acuerdo a la televisión, es decir, una fea y una gorda a quienes les toca sufrir mucho para ser aceptadas.
En ambos casos, el objetivo es transformarse. Ellas se cambian y logran convertirse en mujeres hermosas que responden al “estereotipo".
Un estereotipo es una imagen o un concepto simplista incompleto o generalizador sobre un grupo de personas las cuales se sienten identificadas o por así decirlo “entendidas por el mismo” y en la televisión, estos tienen como propósito destruir o dirigir nuestros deseos y son una propuesta para cambiar nuestra forma de ser, pensar y actuar imitando los modelos que salen en los programas televisivos.
Casi todas las personas que ven la televisión en lo general solo ven programas con los cuales se sienten identificados ya que son los que llaman su atención y a todas estas personas se les puede clasificar un estereotipo con tan solo saber cuáles son los programas que ven.
El objetivo de este trabajo, es demostrar como la televisión manipula la imagen de lo que es un hombre o una mujer, y como afecta esto a la sociedad hoy en día.
Al conocer e informarnos acerca de lo que son los estereotipos y los tipos de los mismos que hay en la televisión, podemos darnos cuenta de lo que pasa o lo que se vive en la vida real y saber si somos “originales u auténticos” ó tan solo copiamos o imitamos lo que vemos en la pantalla, y así, aprender a conocernos.
“La que de chamaca locamente se enamoró/ Y por curar dolencias se desquició/ Cuando la dejó/ Que de mi corazón se adueñó/ Toditas mis ilusiones se llevó/ Que regrese a mí le pido a Dios/ Porque yo me pierdo sin su amor/ Soy María/María la del Barrio soy”. Así comienza una de las telenovelas más vistas en la historia de la televisión nacional: María la del barrio. La trama de la emisión televisiva era sencilla: una mujer humilde dedicada a la recolección de basura se enamora de un joven millonario; éste, recientemente engañado por su prometida, se dedica a despreciar a cuanta mujer se encuentre a su paso, incluida María. Intrigas, traiciones, mentiras y engaños deben ser sorteados por ésta última para alcanzar por fin el objetivo de su vida: el amor de Luis Fernando.
La letra de la canción que abre la telenovela presenta los rasgos fundamentales de la protagonista y, por ende, de lo que se espera de una mujer entrañable para el público nacional: humildad, devoción y proclividad al enamoramiento. El amor de María, sin embargo, no es cualquier tipo de amor, sino uno que linda con la locura. Así, desde el primer minuto del programa, el estereotipo de la mujer ideal para las telenovelas mexicanas se dibuja ante nuestros ojos. Si quiere ser feliz, María debe hallar al hombre perfecto, aun cuando, para lograrlo, tenga que pasar por todas las vejaciones imaginables.
Como si el tiempo no hiciera mella en los contenidos de Televisa, 18 años después, en el mismo canal y en la misma televisora, otra historia penetra los hogares del país: “Corazón indomable”. Un mujer, también humilde, deberá enfrentarse a las peores humillaciones, deberá superar la pobreza y el desprecio para salir adelante y encontrar su verdadero amor
El promocional de la telenovela es revelador. Una mujer bella, vestida con un manto blanco y descalza –para que quede clara su pobreza-, corre por el campo, al tiempo que una voz en off dice:
“La ternura la hizo grande, la injusticia fuerte y valiente”.
Mientras se oyen estas palabras la escena deja ver que la mujer es acosada por un hombre barbado, hasta que, heroicamente, un joven a caballo llega a salvarla del peligro.
Sin lugar a dudas los medios masivos de comunicación ocupan un lugar privilegiado en las sociedades modernas. En los últimos años se ha debatido largamente cuál es su verdadero papel y hasta qué punto influyen en la conducta de las personas. Desde la década de 1970 los estudios culturales han señalado el papel activo que tienen las audiencias en la recepción de los mensajes televisivos y, por tanto, la idea de que éstos determinan enteramente los valores y creencias de las personas ha sido deslegitimada.
En todo caso, existe un contexto socio histórico configurado por diferentes instituciones que interactúan y actúan en la conformación de las percepciones y autopercepciones de los sujetos; sin embargo, en determinados contextos, los medios de comunicación y en específico la televisión pueden tener una mayor influencia en los públicos.
En sociedades donde reinan las prácticas monopólicas informativas y el espectro radioeléctrico se concentra en pocas manos; como es el caso de México en la que un 96 por ciento del mismo pertenece a Televisa y TV Azteca; merece especial atención el tema de la reproducción y retransmisión de estereotipos de género en la programación televisiva.
La
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