La Vida Simplemente
Enviado por andrea1999 • 13 de Mayo de 2012 • 566 Palabras (3 Páginas) • 631 Visitas
La vida simplemente.
Roberto era un niño pobre que vivía a media cuadra de un prostíbulo con su madre y sus tres hermanas. A los siete años la miseria y la podredumbre ya eran un escenario natural en su vida. Su mundo era la calle, la vía férrea y los cuartos de las prostitutas. Admiraba a “Diente de Oro”, un tipo curtido por el vicio y por la vida. Era el ídolo de las prostitutas, el macho por excelencia. Una noche Diente de Oro llegó herido al prostíbulo, la razón había sido una riña con un tal “Borrado Orellana” con quien se había enfrentado por una de las mujeres del prostíbulo. El asunto se arregló cuando ambos se enfrentaron en la calle. Fue una lucha jadeante y brutal pero el vencedor fue Diente de Oro quien se llevó el cadáver en un saco. Roberto que lo había visto todo tuvo que jurarle a Diente de Oro que nunca diría nada.
Al niño le gustaba una chica llamada Berta quien tenía diez años y vivía en un conventillo. Ambos pasaban las tardes charlando y ella le leía cuentos de hadas, así fue como Roberto aprendió a leer. El niño se fue distanciando de ella, no sólo porque los cuentos de hada ya no le interesaban, si no porque sus “amigos” el Chucurro, el Tululo y el Saucino lo molestaban con ella, le decían que Berta era una “cara de pantruca”. Después de un tiempo su amor fue en otra dirección, fue el amante de una de las chicas del prostíbulo, Rosa Hortensia. Roberto recién había cumplido los diez años y ya tenía una mujer para él, lo que lo hizo convertirse en un hombre maduro. Un día que tenía hambre fue a ver rosa Hortensia al prostíbulo pensando que podría robarle algunas chauchas del cajón pero ella estaba con un cliente, el cual, al ver al chico creyó que este había entrado a robarle y los surtió a golpes a él y a Rosa Hortensia.
Un día que Roberto andaba por el conventillo escuchó los gritos de Lucinda, una joven a la cual habían violado en un pajar. Ella estaba apunto de dar a luz y no había nadie que la ayudara entonces Roberto fue por ayuda al prostíbulo en donde encontró a la “Vieja Linda”, la dueña del lugar, ella se hizo cargo del parto y Roberto pudo darse cuenta de lo difícil que es venir al mundo.
La lectura se convirtió para él en una obsesión que lo apartaba poco a poco de la calle. Cuando no le bastaban los libros que tenía su hermana hacía todo tipo de artimañas pero conseguir dinero p comprar más libros. Sus amigos siempre lo molestaban porque él prefería leer que jugar con ellos, por lo que un día que Roberto fue a leer cerca de un canal llegaron sus amigos a molestarlo. El Saucino, uno de sus amigos matones, lo empujó al agua y el libro se lo llevó la corriente. El Chucurro y el Tululo sujetaron a Roberto mientras el Saucino le rompió la cara a puñetazos, una vez que se fueron el niño sintió deseos de morirse. Pasó varios días en cama con fiebre, cuando por fin se recuperó sintió deseos de
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