La balanza comercial en el gobierno de Toledo
Enviado por Gabi blog • 17 de Enero de 2018 • Documentos de Investigación • 1.583 Palabras (7 Páginas) • 127 Visitas
La balanza comercial en el gobierno de Toledo, mejoró más aún en su segundo año de mandato, como resultado fue un aumento significativo en las exportaciones y una mejora de términos de intercambio, indicadores que fueron importantes del incremento de manera equilibrada del superávit de la balanza.
Tuvo un superávit de US$ 207 millones en el 2002 (déficit de US$ 267 millones el 2001) por el crecimiento de las exportaciones de US$ 640 millones que fue superior al aumento de US$ 167 millones en las importaciones. El aumento de las exportaciones se explica por la recuperación de los precios de exportación del oro y la harina de pescado así como por el impacto en el volumen exportado de cobre y zinc de la empresa Antamina y la mayor producción de oro de la mina Yanacocha. El aumento de las importaciones se debe a la recuperación del consumo, a un mayor dinamismo de la actividad económica interna, al mayor precio del petróleo y a las adquisiciones del proyecto Camisea.
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La cuenta financiera de la balanza de pagos registró un flujo positivo de US$ 1 980 millones, mayor en US$ 430 millones al del año previo, destacando el mayor flujo de capitales tanto públicos como privados. Hubo dos emisiones de bonos soberanos por US$ 1 886 millones (US$ 1 391 millones en febrero y US$ 495 millones en diciembre), de los cuales US$ 902 millones se utilizaron para el intercambio por bonos Brady. La inversión extranjera directa pasó de US$ 803 millones en el 2001 a US$ 2 205 millones en el 2002, por la compra-venta de acciones de la empresa Backus por el Grupo Bavaria (Colombia) y los Grupos Cisneros y Polar (Venezuela) por aproximadamente US$ 660 millones; los recursos recibidos por el Banco Wiese (US$ 483 millones), el proyecto Camisea (US$ 582 millones), Antamina (US$ 212 millones), la empresa Tim Perú (US$ 199 millones), Tintaya (US$ 127 millones) y Redesur (US$ 53 millones) que compensaron los menores ingresos por la venta de activos públicos.
- Exportaciones:
Las exportaciones fueron de US$ 7 647 millones1/, superiores en US$ 640 millones (9 por ciento) a las del 2001. Este incremento se explica por el aumento de las exportaciones tradicionales en US$ 571 millones (12 por ciento), y de las exportaciones no tradicionales en US$ 77 millones (4 por ciento). Los precios promedio de las exportaciones se incrementaron en 3,7 por ciento y el volumen promedio lo hizo en 5,0 por ciento. Los mayores precios promedio registrados se explican principalmente por los de la harina y aceite de pescado (26 y 49 por ciento, respectivamente), oro (15 por ciento) y petróleo y derivados (14 por ciento), compensados en parte por la caí- da en los precios de zinc (17 por ciento) y cobre (4 por ciento). Los volúmenes exportados promedio aumentaron por la puesta en marcha del yacimiento de Antamina: los de cobre aumentaron en 25 por ciento (173 mil TM) y los de zinc crecieron en 22 por ciento (207 mil TM), en este último caso también por efecto de la mayor producción de la mediana minería. Asimismo, el volumen de oro se incrementó en 11 por ciento (456 mil onzas) principalmente por la mayor producción de Yanacocha.
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- Términos de intercambio
Los términos de intercambio mejoraron en 2,5 por ciento como resultado de un crecimiento de los precios de exportación de 3,7 por ciento contrarrestado por el incremento de los precios de importación en 1,2 por ciento. Los términos de intercambio revierten la tendencia descendente observada durante los últimos cuatro años.
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- Importaciones:
Las importaciones totalizaron US$ 7 440 millones, nivel mayor en US$ 167 millones (2 por ciento) al del 2001, asociado al dinamismo de la demanda interna y la reactivación de la economía, en particular en el segundo semestre. El aumento de las compras de bienes de consumo (US$ 121 millones) e insumos (US$ 155 millones) explican dicho aumento. Cayeron las adquisiciones de bienes de capital (US$ 76 millones) a pesar que el proyecto de Camisea implicó la compra de estos bienes por US$ 175 millones y que se redujeron los aranceles de 20 y 12 por ciento a 7 por ciento en marzo del 2002. Adicionalmente, a un grupo de bienes de capital asociados a la exportación de productos para el ATPDEA se les redujo el arancel a 4 por ciento en setiembre. Las importaciones de bienes de consumo alcanzaron a US$ 1 770 millones. El incremento de US$ 121 millones se explica por las mayores adquisiciones de bienes duraderos (US$ 81 millones), dentro de los cuales se incrementaron en mayor medida las máquinas y aparatos de uso doméstico, y los vehículos de transporte particular (US$ 54 millones en conjunto). Asimismo, se observaron mayores adquisiciones de bienes de consumo no duradero (US$ 42 millones), debido a las mayores adquisiciones de productos farmacéuticos, y vestuarios y otras confecciones (US$ 49 millones en total). Estas variaciones están asociadas a la recuperación de la demanda interna la cual aumentó 5 por ciento. El valor de los insumos importados sumó US$ 3 747 millones, cifra superior en US$ 155 millones (4 por ciento) a la registrada en el 2001. Las adquisiciones de combustibles, lubricantes y conexos aumentaron en US$ 70 millones, las compras de materias primas para la industria en US$ 68 millones, y las de materias primas para la agricultura en US$ 17 millones. Las importaciones de insumos para la industria fueron US$ 2 521 millones, superiores en 3 por ciento a las del 2001. Así, destacan las mayores compras de productos no alimenticios elaborados (papel, cartón, tejidos de materias textiles manufacturadas, entre otros) por US$ 44 millones; productos químico farmacéuticos semielaborados (hojas y planchas de plástico, polímeros de cloruro de vinilo) por US$ 39 millones; productos alimenticios semielaborados (aceites y grasas de origen animal, productos y preparados comestibles) por US$ 23 millones; y productos mineros semielaborados (productos laminados de hierro o de acero, aluminio) por US$ 20 millones. Las adquisiciones de combustibles, lubricantes y conexos ascendieron a US$ 978 millones, cifra superior en 8 por ciento respecto al nivel alcanzado en el año precedente. Las compras de hidrocarburos fueron de US$ 924 millones, aumentando 7 por ciento, debido a los mayores precios promedio de importación (4 por ciento), así como de los volúmenes comprados (3 por ciento). La cotización internacional del crudo aumentó 1 por ciento debido en gran parte a la incertidumbre que generó la posibilidad de una invasion de Irak. Esta tendencia se acentuó en diciembre del 2002 cuando el precio del crudo alcanzó los US$ 29 por barril en promedio, siendo el mes más volátil del año. Asimismo, la huelga en Venezuela provocó el recorte de la producción de petróleo en uno de los principales abastecedores de crudo a los EE.UU. Cabe señalar que el efecto precio de las importaciones de petróleo y derivados fue del orden de US$ 29 millones en el 2002. Las compras de bienes de capital fueron de US$ 1 843 millones, observando una menor adquisición de US$ 76 millones (4 por ciento). Hubo menores compras destinadas a la industria (US$ 131 millones) y equipos de transporte (US$ 48 millones) y un aumento de las compras de materiales de construcción (US$ 103 millones) y de maquinaria para la agricultura (US$ 1 millón). Las adquisiciones de bienes de capital para la industria disminuyeron 10 por ciento debido a las menores compras de equipos de ingeniería civil (US$ 26 millones), aparatos de electricidad (US$ 10 millones) y equipos mecánicos de manipulación (US$ 2 millones), caidas relacionadas con la culminación de las etapas pre-operativas de proyectos pertenecientes a empresas como Compañía Minera Antamina, quien disminuyó sus compras en US$ 25 millones, así como Yanacocha (US$ 23 millones), Southern Peru Copper Corporation (US$ 12 millones) y Tintaya (US$ 11 millones).
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