La construcción cultural de las sociedades sobre la sexualidad
Enviado por Gretell Luna Zavala • 21 de Marzo de 2016 • Ensayo • 977 Palabras (4 Páginas) • 220 Visitas
UNIVERSIDAD ANTONIO RUIZ DE MONTOYA
CURSO: Fenómenos psicosociales del Perú actual
PROFESORA: Angélica Motta
ALUMNA: Gretell Luna Zavala [pic 1]
ENSAYO
La construcción cultural que las sociedades poseen sobre el tema de la sexualidad es algo que ha ido variando a través del tiempo.
La histeria femenina era una enfermedad que se diagnosticó hasta mediados del siglo XIX aunque existiera desde la edad antigua. Los griegos solían llamarla “útero ardiente” porque creían que se trataba del útero andando por el cuerpo de la mujer hasta que se instalaba en su pecho y es ahí cuando aparecían los síntomas.
Estaba acompañada de diferentes tipos de síntomas como ceguera, parálisis, dolor abdominal, mareo, pérdida del apetito, etc. Era diagnosticada mayormente a mujeres vírgenes, mojas y ocasionalmente mujeres casadas, el tratamiento que se les daba dependían de su estado civil, si eran solteras el matrimonio, si eran casadas el coito y como otro recurso era el masaje pélvico el cual consistían en llevarlas a tener un orgasmo.
Esta enfermedad estaba ligada a la sexualidad. En la época en que se desarrolló, se consideraba que la mujer ideal solo debía mantener relaciones sexuales con fines reproductivos mas no por placer, esto llevó a que las mujeres de la época no pudieran expresar libremente su sexualidad a diferencia del varón que podía disfrutar de su libido.
Patrick Geddes, eminente profesor de biología acudió a la filosofía celular para explicar el hecho de que las mujeres eran más “pasivas, conservadoras, perezosas y estables” que los hombres, mientras que estos eran más “enérgicos, entusiastas, apasionados y variables”……y aunque admitía que no podía elaborarse totalmente la conexión entre esas diferencias biológicas y “las diferencias psicológicas y sociales resultantes”, justificaba no obstante los respectivos roles culturales de hombres y mujeres con una audacia pasmosa. (Locquer, 1990, p. 24)
Estos roles sociales tan arraigados de la época mantuvieron a la mujer desvinculada de su propio cuerpo, ser mujer significaba asumir un rol cultural, un rango en la sociedad que pretendía clasificar a la sexualidad femenina como un pecado. Todo aquello era una representación de poder de la sociedad que dejaba en claro que el sexo único era el masculino.
Un caso similar a la histeria de la época victoriana es la homosexualidad, que es definida como atracción sexual y emotiva hacia una persona del mismo sexo. A lo largo de los años ha sido vista de diferentes maneras. En la época de la Grecia clásica la homosexualidad era una práctica muy común en la sociedad por lo que era considerada como “normal” y no era sancionada ni definía a una persona. Sin embargo con el paso del tiempo esta concepción ha ido cambiando.
En el S. XIX los médicos, por influencia de la iglesia, comenzaron a definir varias conductas como enfermedades, la mayoría de ellas eran las que se consideraban como pecado, entre ellas la homosexualidad. Se decía que las causas de esta condición se daban en la infancia, dependiendo de la relación de padre-hijo, influencia de malas compañías, etc. Otras causas consideradas eran las biológicas.
En el contexto social de la Edad Media, la Inquisición comenzó una persecución que pretendía erradicar esas conductas mediante penas de muerte y torturas públicas por considerarlas una aberración. También fue incluida en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) clasificada como parte de trastornos sexuales y de la identidad sexual. Como consecuencia de esto nacen diferentes tipos de terapias que se enfocaban a erradicar conductas homosexuales. Desde terapias de afirmación del género, que consistía en que el terapeuta ayudaba a su paciente a desarrollar plenamente su identidad femenina o masculina, hasta terapias de electrochoques.
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