La drogadicción y las alternativas de rehabilitación en Puerto Rico

La drogadicción y las alternativas de rehabilitación en Puerto Rico

     La drogadicción no es otra cosa que el consumo recurrente de cualquier tipo de droga ya sea ilícita o de uso medicado que trae consecuencias negativas ya sea en el hogar, en el trabajo, en las relaciones con las demás personas, problemas con la ley o la muerte. Mucho se habla del problema de la adicción a las drogas en Puerto Rico y cómo este ha contribuido al deterioro de nuestra sociedad. Se le relaciona directamente con la alta incidencia criminal, con la violencia familiar y con la pérdida de valores. Pero más que un problema, la drogadicción se debe ver y analizar como una enfermedad.

     El uso y abuso de las drogas altera las funciones del cerebro que nos ayudan a tener juicio, con la toma de decisiones, el aprendizaje, la memoria y el control de la conducta o comportamiento. Por esto es que se debe plantear que la adicción es una enfermedad al igual que las enfermedades coronarias, la diabetes o el cáncer. Una enfermedad que con sus tentáculos ha terminado con miles de personas sin escatimar edad, sexo y clase social.

     El gobierno ha buscado diferentes alternativas para atacar este problema. Provee diferentes servicios y tratamientos para personas que deseen ingresar, ya sea por voluntad propia o por una orden de un Tribunal. Algunos de estos programas se conocen como: “Programas de desvío”, ASSMCA, Corte de drogas (Drug Court) y Fuera del Estado (Out of State). Pero, ¿serán estos programas realmente efectivos? ¿Cuáles son los beneficios que obtienen las personas que ingresan a estos programas y qué dificultades pueden enfrentar al ingresar a estos programas? Si se le diera más importancia a la drogadicción antes de que las personas que sufren esta condición lleguen a cometer algún delito a causa de la misma, ¿habría alguna diferencia en los resultados de estos programas?

     El Departamento de Justicia ha creado el programa Corte de drogas (“Drug Court”). Este programa fue diseñado en Estados Unidos y ha sido exportado a otros países. Este programa está asignado a la Oficina de Administración de los Tribunales en Puerto Rico y en la actualidad da seguimiento a unas 1,280 personas de todas clases sociales. Lleva 18 años ofreciendo los servicios dentro del sistema judicial y con un juez a cargo de la supervisión. Los participantes tienen visitas de seguimiento para así confirmar que el programa está siendo efectivo y detectar algún desvío del participante. Los requisitos para participar del programa es que la persona haya sido acusada de un delito grave no violento, solicitar el ingreso de manera voluntaria y declararse culpable del delito cometido. En Puerto Rico existe una reincidencia de las personas de un 10%  comparado con  el 25%  de los Estados Unidos. Según el abogado Félix Suazo, coordinador del programa en Puerto Rico, “Drug Court” ha logrado la rehabilitación de más de 6,000 consumidores en los últimos once años. Este último dato es uno preocupante tomando en cuenta de que desde los años 60, en Puerto Rico el problema de abuso de drogas se declaró epidemia.

     Fuera del Estado (“Out of State”), es otro de los programas de rehabilitación que ofrece el gobierno y es administrado por el Departamento de Corrección y surge de una serie de consultas a los reos dando como positivo un cambio en el ambiente correccional. Se basa en ofrecer una serie de oportunidades educativas a los reclusos. Estas oportunidades educativas se ofrecen en la Facilidad Correccional “Cimarrón” ubicada en Oklahoma. En este programa educativo, los reclusos además de tomar cursos para obtener su diploma de escuela superior, pueden tomar cursos como albañilería, manejo de equipo pesado y plomería entre otros. Una vez los reclusos terminan su sentencia, pueden reintegrarse a la sociedad de manera productiva que debe ser la base fundamental de la rehabilitación.

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