La familia, es el componente o estructura fundamental de toda sociedad

La familia, es el componente o estructura fundamental de toda sociedad, responsable de cuidar y proteger a cada uno de sus miembros, especialmente de los más vulnerables, como lo es el adulto mayor, ya que estos consideran a la familia como fuente primaria de apoyo emocional. Cada persona, con derechos, merece el cuidado y la protección necesaria correspondiente a su etapa del ciclo de vida y a su situación, para garantizar su bienestar social e integral en el ejercicio de sus derechos fundamentales. El adulto mayor es una persona que percibe un conjunto de cambios psicológicos, los cuales son: aislamiento, sentimientos de vacío, sentimiento de inutilidad, incertidumbre, preocupación, ansiedad o depresión. Pero sobretodo las relaciones que tengan con sus familiares y a la dependencia aquello que los aflige.

La intransigencia de los adultos mayores; así como de cualquier otra persona que atraviese por una situación, es decir, observar que a su alrededor no existe nadie quien pueda ofrecerle apoyo y que tiene que salir adelante solo, no es para nada positiva, ya que tienden, entre otras cosas a la tristeza, por la soledad que sienten, o aún peor, la depresión, que conlleva a problemas agregados afectando de manera progresiva su situación actual. Lo más duro para el adulto mayor es el tremendo infortunio que siente por no sentirse útil, por saber que su familia, no valora su capacidad para realizar una serie de actividades que él quisiera desarrollar.

Según Sosa, D. (2016) señala: que en Bolivia la problemática de los familiares con el adulto mayor, establecen que las relaciones con todos sus miembros, es inaceptable

puesto que algunas familias consideran que no son responsables del cuidado y protección.

Al contrario, Zamora, T. (2016) establece: que, en Guatemala, las personas que comparten lazos familiares, aunque no residan en la misma vivienda o no compartan los mismos valores, tienen responsabilidades familiares con todos sus parientes, en tanto son sus padres o madres, sus abuelas, tíos o sobrinas. De esta manera, aproximarse a las familias analizando su dinámica en términos de responsabilidades familiares, permite comprender la relación recíproca que se establece entre las familias y sus miembros.

De igual manera Torres, F. (2016) expresa que, en México, la familia continúa siendo la principal institución responsable del cuidado y la integración de las personas de edad avanzada. Esto puede asociarse a la escasa cobertura de la seguridad social y a la ausencia de mecanismos institucionales y comunitarios dedicados al cuidado de las personas de mayor edad, que resulta inaceptable que muchas familias se conviertan en espacios de violencia en contra de las personas adultas mayores.

Por consiguiente, Davis, D. (2016) señala: que en Lima Las personas adultas mayores la constituyen un grupo poblacional que en buena medida tiene disminuido su nivel de auto valencia, tanto física como económica, al respecto una investigación sobre salud mental de Lima y Callao señala que aproximadamente un tercio de la población de 60 años y más tiene al menos una discapacidad y que, por lo tanto, el estrés más característico de estas personas son la salud y el dinero. Además, la necesidad de la presencia familiar para atenuar y asumir estas dificultades.

Zambrano, N. (2016) afirma que del mismo modo en Venezuela, en la ciudad de San Cristóbal el 48% de los hogares tiene entre sus residentes habituales a una persona adulta mayor, ya que no tienen buenas relaciones familiares, es preciso prestar atención a lo que demanda esta situación, más aún si se tiene en cuenta que en el país,

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