La gestión posterior a la crisis de Argentina

El principal concepto a desarrolar es el las empresas recuperadas de que manera fueron una respuesta concreta a la drástica reestructuración neoliberal de la Argentina.En particular, la liberalización y desregulación de la economía del país en la década del 90’ y la privatización de los activos públicos la manera que provocaron una reducción radical de los servicios sociales, un profundo ataque a los trabajadores organizados y oleadas masivas de despidos, cierres de empresas y quiebras comerciales.

Avanzando en la investigación se ira indagando de que manera los lugares de trabajo recuperados tienen un alto valor simbólico y efectos sociales, políticos y culturales de gran alcance que trascienden los contextos nacionales como regionales. Y en que manera  las fabricas recuperadas convergenla  cooperación y los altos niveles de colaboración entre las diferentes iniciativas y sus estructuras organizativas generales.

Asi como  la lucha por la supervivencia económica que está en el centro de los esfuerzos de los trabajadores, es la batalla política y legal sobre temas como la expropiación del lugar de trabajo .Las fabricas recuperadas y controladas por los trabajadores generalmente se colocan bajo conceptos como autogestión de los trabajadores".Este concepto se refiere a las formas específicas de organización económica,  que prioriza los objetivos sociales y orientados a la comunidad, y dedican sus beneficios a la economía comunitaria, organizandose de manera cooperativa .Dichas fabricas son fabricas bajo el control colectivo de los trabajadores que antes de la recuperación operaban como empresas capitalistas privadas

Las ocupaciones de los antiguos lugares de trabajo surgieron como una respuesta directa e impulsada por la necesidad a la retención de salarios; el cierre de miles de empresas en todo el país debido a la quiebra, falta de rentabilidad o deuda incontrolable; y el aumento del desempleo entre los trabajadores argentinos.En este contexto, es necesario comprender el origen de la decisión de los trabajadores de adoptar una postura desobediente y proactiva en la defensa de su fuente de empleo.

Tras las etapas iniciales de ocupación y recuperación, casi todas las fabricas se convirtieron posteriormente en cooperativas. Esto proporcionó a las compañías un estatus legal y les permitió operar y producir en circunstancias más seguras Como parte de ese proceso, la mayoría de las empresas recuperadas comenzaron a pagar el alquiler de los locales ocupados. 

La gestión posterior a la crisis de Argentina.

A pesar de la gravedad y la gravedad de la crisis de Argentina, el país ha sido testigo desde entonces de una continuación general de las relaciones sociales capitalistas. Las medidas de emergencia tomadas por el gobierno de Duhalde (2002-2003) inmediatamente después del colapso del país se destinaron a mitigar una exacerbación de las condiciones socioeconómicas y una posible escalada de protestas sociales (Llanos, 2002; Nolte, 2002). 5 Además, la devaluación del 70% del peso en el primer semestre de 2002 contribuyó significativamente a la recuperación relativamente rápida de la economía argentina. A pesar del temor generalizado a un retorno de la hiperinflación, Argentina logró superávit presupuestarios tanto en la balanza comercial como en la balanza de pagos a fines de 2002 (Boris y Malcher, 2005). 6

Debido a estas medidas de emergencia y al mejoramiento general del clima socioeconómico, la intensidad y la capacidad de movilización disminuyeron considerablemente en la segunda mitad de 2002. El gobierno de Kirchner (2003-2007) continuó el camino reformista de su predecesor con su enfoque en el ' normalización 'del contexto posterior a la crisis en la búsqueda de regresar a un menos laissez-faireEl capitalismo con más regulación y elementos del estado del bienestar. Los pasos concretos que tomó el gobierno en ese proceso incluyeron: el despido de oficiales militares y miembros de la fuerza policial por delitos y violaciones cometidas durante la dictadura militar; la modificación de las leyes que impedían la acusación y persecución de oficiales militares que habían sido promovidos durante la administración de Alfonsín (1983-1989); la toma de una postura firme en las negociaciones para el pago de la deuda con los deudores financieros multilaterales; 7la mitigación de las tensiones sociales facilitada por la recuperación económica y la implementación de políticas de redistribución más progresivas; un movimiento hacia una mayor orientación del sector productivo para la recuperación parcial de la demanda del mercado interno por el gasto de estímulo público y el aumento de los salarios mensuales en 50 pesos ; un compromiso reforzado en la lucha contra la corrupción; y la incorporación de los hilos menos radicales de los movimientos sociales y populares (Blomeier, 2004; Katz, 2004; Petras, 2004).

El debilitamiento de los movimientos sociales y su potencial reducido de una transformación social más profunda en el contexto inmediato posterior a la crisis, no se debieron simplemente a las medidas adoptadas por el gobierno. El sectarismo y la fragmentación interna, el establecimiento de redes de patrocinio y la cooptación basada en el cliente, y las estrategias miopes de lucha política también desempeñaron un papel importante en la desintegración de diferentes movimientos de protesta social (Svampa, 2006a). La fragmentación puede explicar en parte el éxito final de la agenda reformista de las administraciones Duhalde, Kirchner y Fernández de Kirchner (2007-presente), todas las cuales se centraron en restaurar el orden anterior a la crisis (Gago y Sztulwark, 2009).

En retrospectiva, la desaceleración económica de Argentina simplemente representó una crisis hegemónica temporal del modelo neoliberal del país y no su colapso irrevocable. Los gobiernos posteriores a la crisis promovieron un proceso de re-legitimación y cooptación masiva y, en gran parte, finalmente tuvieron éxito en la construcción de un nuevo consenso. Con respecto a los cambios estructurales fundamentales en la economía del país desde 2002, la recuperación se ha caracterizado por una reindustrialización sistemática, fondos destinados a las pequeñas y medianas empresas, la redistribución de los ingresos a las élites gobernantes y una mayor eficacia de los programas de bienestar ( Beccaria & Groisman, 2006). Para los lugares de trabajo recuperados de Argentina, sin embargo, el tiempo desde 2003 podría caracterizarse como un período de consolidación,

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