La incidencia de las campañas publicitarias en la malnutrición

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES

Consulta de fuentes y análisis numérico del mundo

La incidencia de las campañas publicitarias en la malnutrición

infantil

PROF.

Aparicio Ramírez Mariana

ALUMN.

Blancarte Ochoa Karla Itzel

Galván Pinzón Eduardo David

López Vázquez Carlos Alberto

Peralta Pérez Nidia Patricia

Ponce Rosas Diana Sofía  

Introducción

El exceso de consumo de comida chatarra está considerado como desfavorable para la salud y el desarrollo personal y laboral de las personas, no solo por entidades gubernamentales como la Secretaría de Salud, sino también por organismos internacionales como la FAO y la OMS; pues este tipo de alimentos cuentan con un alto nivel de densidad energética y aportan un bajo o casi nulo nivel de nutrientes para quien los consume.

Si la comida chatarra cuenta con un gran número de cualidades perjudiciales para la salud, ¿qué lleva a las personas a sentir inclinación por esta clase de alimentos? En diversos artículos científicos pueden encontrarse amplias descripciones que tratan de explicar el triunfo de la comida chatarra por sobre otra clase de alimentos no industrializados y que podrían aportar mayores beneficios para la salud.

El principal consenso al que suelen llegar estos artículos es que la comida chatarra cuenta con características específicas que son atractivas para el consumo. La primera de estas características es la accesibilidad la entrega del producto es casi inmediata, suele tener un bajo costo y no implica una gran inversión de tiempo.

 Se encuentran otros factores que destacan, como los hábitos alimenticios de la familia, transmitidos de padres a hijos que están influenciados por la disponibilidad de alimentos en la región, el poder adquisitivo, el grado de escolaridad y los mensajes transmitidos en los medios de comunicación (Chávez, 2013). Dependiendo de los hábitos alimenticios y de las elecciones diarias de alimentos, una familia entera puede presentar o no problemas de malnutrición.

El problema de la malnutrición, es que los infantes suelen ser el sector más vulnerable, pues no solo afecta a su salud, ya que también puede causar problemas emocionales derivados del acoso escolar o situaciones similares. Además de ser, los y las infantes, prioridad en casi cualquier organismo internacional, como la OMS.

El presente trabajo pretende analizar la relación que existe entre el gran índice de malnutrición y obesidad que presentan en los infantes en la CDMX y la influencia que tiene la publicidad de comida en ello. Asimismo, se utilizarán diversas herramientas teórico-metodológicas para lograrlo, una de ella es el paradigma de Lasswell, apoyada por la teoría del conductismo para poder estudiar la relación que existe entre la publicidad y la obesidad y el sobrepeso en los infantes de la Ciudad de México.

Estado del Arte

Uno de los grandes problemas que aquejan a la población mundial y particularmente a México es el de la malnutrición, la cual produce distintas enfermedades y/o trastornos alimenticios, como pueden ser: la desnutrición, el sobrepeso o la obesidad. Lo cual su vez puede generar otro tipo de problemas personales.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) ubicó, en su informe de 2013, a México como el país con mayor obesidad del mundo, superando inclusive a los Estados Unidos lo cual es bastante alarmante, pues 32.8 % de los adultos presentan la condición de obesidad y 4,249,217 de niños entre cinco y once años presentan de igual manera la condición de obesidad citado en: (Chávez, 2013).

Sin embargo, lo anterior solo se reduce a aquellos con obesidad, en el otro lado de la moneda están aquellos infantes que están tan bajo de nutrientes que presentan bajo peso para su edad, en donde su ingesta calórica no alcanza a cubrir, por diversas razones, el gasto energético que realizan los y las infantes en su cotidianidad, y que termina perjudicando en su rendimiento diario y en su crecimiento a futuro. En México, al igual que varios países del mundo, nos enfrentamos a un grave problema de mala nutrición. Por un lado, todavía más de un millón de niños tienen retardo en crecimiento y, por el otro, el sobrepeso y la obesidad aquejan a millones de personas en el país, situación que sin duda conlleva a la aparición más frecuente de enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión. Los patrones de consumo de nuestro país se caracterizan por un alto consumo de alimentos y bebidas densas en energía, bajas en fibra, vitaminas y minerales, que contribuyen a la epidemia del sobrepeso y la obesidad. (Shamah, T., Amaya, M., & Cuevas, L., 2015)

La publicidad juega un papel importante en esta cuestión, principalmente en las grandes ciudades, dado que se utilizan estrategias (publicitarias) para dirigirse al público infantil y juvenil, estos anuncios:

pretenden efectos a plazos más amplios, que, si bien se orientan al consumo inmediato, buscan la formación de una pauta más duradera. Pretenden la adopción de la marca, la familiaridad con ella y más adelante apelarán a la nostalgia por las épocas felices: como la ​nueva generación de Pepsi​, que además de buscar un cambio de marca, demanda establecer nuevas fidelidades a una imagen que se maneja entre niños y jóvenes, para que cuando éstos sean adultos ya no cambien a otra marca y reconozcan el producto como un elemento común que les remite a su pertenencia a un grupo o a un estilo de vida. La propuesta publicitaria dirigida a los niños, además de presentar el consumo del producto como divertido, parte de la misma invitación de los anuncios para jóvenes: vivir lo inmediato, el ahora, el consumo como estadio feliz, privilegiando el bienestar y el placer. En los últimos años, la publicidad se ha interesado en la etapa formativa (García, 2011)

Sin embargo, el problema radica en el tipo de alimento anunciado, como dicen Pérez-Salgado, Rivera-Márquez, Ortiz-Hernández (2009): los “análisis previos del contenido de la publicidad en TV para niños han encontrado que los alimentos se encuentran entre los productos más anunciados, y que se caracterizan, con frecuencia, por tener baja densidad de micronutrientes, pero alto contenido de azúcar, grasa y energía.”

De acuerdo con las Estadísticas Sanitarias Mundiales publicadas en los años 2009, 2010,2011, 2012 y 2013 respectivamente, México presentaba una tasa estática de niños menores de 5 años con sobrepeso (y candidatos a obesidad) del 7.6% (OMS, 2009, 2010,2012,2013) con respecto a la población nacional, sin embargo, esta cifra sufrió un aumento notable en el año 2014, ya que las Estadísticas reportaron una tasa de menores con sobrepeso del 9.0% a nivel nacional (OMS, 2014).

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