La nacionalización de los bancos en Мéxico

Estatización de la Banca.

La posibilidad de una expropiación del sector y no sólo de banqueros individuales tomó forma en las crisis cambiarias de los años finales de las administraciones de Echeverría y López Portillo. Las crisis cambiarias introdujeron un elemento de observabilidad imperfecta en la negociación entre el régimen y la banca privada. El gobierno deseaba que la banca no permitiera o promoviera la especulación cambiaria, pero no podía observar con precisión las acciones en los mercados de los accionistas de los bancos, lo que hubiese permitido represalias individuales. En esas circunstancias era óptimo para el gobierno el amenazar con la expropiación del sector en caso de especulación con probabilidad que considerase suficiente para desalentar a los accionistas de los bancos de participar en la especulación, a sabiendas de que unacrisis cambiaria podía ocurrir en cualquier caso. Es decir, la observabilidad imperfecta de las acciones de los banqueros introdujo la posibilidad de expropiación del sector, un resultado que en principio no era deseado por el régimen ni la banca.

En la medida que las crisis cambiarias se percibían como pasajeras, y que la banca privada era conveniente al régimen bajo circunstancias normales, la amenaza de expropiación adolecía de un problema de credibilidad. El gobierno construyó esa credibilidad adoptando una retórica izquierdista y antiempresarial, realizando actos simbólicos (como las expropiaciones de tierras a fines de la administración de Echeverría), e introduciendo tanto entre los cuadros técnicos dela administración económica como en el propio gabinete personas favorables a la estatización de la banca por razones ideológicas.

Las reacciones a partir del anuncio de la expropiación el primero de Septiembre de 1982 muestran además que la retórica antiempresarial había sido efectiva en crear una demanda por la estatización de parte de sectores del partido de gobierno. El apoyo de estos sectores a la estatización aumentó el costo político de revertirla para la administración siguiente, la que tuvo que hacerse cargo del manejo de la banca.

Si bien hubo algunos aspectos positivos en el manejo de la banca estatizada, la consecuencia general de la estatización fue una banca concentrada al momento de la privatización, con prácticas deficientes de otorgamiento de crédito y análisis de riesgos, y en el caso de algunos bancos, con exceso de personal. El debilitamiento institucional de los bancos y también el debilitamiento de la regulación prudencial y la supervisión bancaria durante el período de banca estatizada pueden calificarse como el “pecado original” que explica a la distancia la debacle financiera de 1994.

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