La naturalidad de las cosas

E  d  u  a  r  d  o          S  o  u  t  o         d  e         M  o  u  r  a

L  a         n  a  t  u  r a  l  i  d  a  d         d  e        l  a  s       c  o  s  a  s

                                          El Croquis, Jun. 2005

"Para mí, la arquitectura es un problema mundial. No hay arquitectura ecológica, no hay arquitectura inteligente, no hay arquitectura sostenible sólo es buena arquitectura. Siempre hay problemas que no se deben descuidar; por ejemplo, energía, recursos, costos, aspectos sociales y uno siempre debe prestar atención a todos estos.

Yo empecé mi vida profesional haciendo casas, no sé porqué, casas para mi familia y para los amigos. Y esas casas urbanas y no urbanas, tenían una tipología. Yo creo que la vivienda es una cosa universal que históricamente ha cambiado muy poco. Cambian los materiales, cambian los sistemas constructivos, pero la idea de una casa como tal no ha cambiado mucho. Lo que sí es verdad es que alcancé una cierta consistencia y control trabajando con viviendas unifamiliares. Le di importancia a la adaptación del sitio, al lugar y a lo largo de los años desarrollé un tipo de casa de una sola planta muy adaptada al terreno y a sus límites.

[pic 1]Más tarde, cuando me llaga la ocasión de trabajar con otro tipo de programas en donde, primero, hay que cambiar la escala y segundo, enfrentarse a condiciones urbanas, el objeto arquitectónico se hace menos egocéntrico, menos autónomo. Se precisa establecer más relaciones, considerar más parámetros.

Durante aquellos primeros años, mis proyectos se habían basado en una técnica de diferenciación entre ‘positivo’ y ‘negativo’, lo cual me permitía no tener que hacer ninguna ventana. Sin embargo, me di cuenta que había situaciones en las que era absolutamente necesario hacer ventanas.

He dibujado muchas ventanas, pero siempre me da la impresión de que las que dibujo no acaban de estar bien de proporciones. Y no es la proporción altura/anchura la que me preocupa a la hora de hacer ventanas, el primer problema con el que hoy nos enfrentamos es que la arquitectura carece de ‘tamaño’ y el segundo es el de la ‘profundidad’. 

No estoy interesado en el problema ético de ser autentico porque no me preocupa la autenticidad del objeto. Me preocupa, en cambio, fortalecer una simulación de esa verdad.

Yo procuro alcanzar una coherencia que pueda ser construida; la re-presentación de una autenticidad, no la autenticidad misma. La arquitectura que aspira a la autenticidad termina por producir un objeto monstruoso. Y algo similar ocurre en el arte.

[pic 2]En arquitectura, la resistencia a ciertas cosas es innecesaria. Hay un punto,  en el cual las cosas están inscritas en su momento y en su sitio, pero sin ser ni miméticas, ni artificiosas. Eso es naturalidad, una palabra que ha desaparecido del lenguaje de la arquitectura, siendo sustituida por la de ecología. La naturalidad es la descripción de las fuerzas que no se contradicen, que superan esa confrontación simplista entre lo natural y lo artificial.

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