La patria boba de la sociedad de la información

La patria boba de la sociedad de la información

En pleno siglo XXI, donde ya todo ha cambiado, la tecnología ya no es la misma, la cultura tampoco, la economía sube y baja de manera garrafal de la mano de nuestra, “ahora amiga’’, la globalización; después de todo eso aún hay muchas personas que se escandalizan por estos cambios.

¿Cómo puede pasar esto? Según Manuel Castells, la internet generó y crea un impacto de tal magnitud que provocó un cambio, no sólo a nivel económico, sino también, cultural, social, tecnológico, político y medio ambiental. Y se ha podido evidenciar, no sólo con la comunidad LGTBI, sino en el pensamiento que se traía y con el que se había formado a nuestros antepasados.

En Colombia se hace mucho más difícil hablar sobre este tipo de temas; para que estos cambios ingresaran a nuestro sistema fue complicado digerirlos, ¿por qué? Sencillo, tras haber pasado por 50 años de violencia, machismo, desigualdad; éramos ajenos a nuestra libertad. ¿Qué sucedió?  Los cambios fueron paulatinamente, inicialmente con nuestra eminente rebelde, la primera en marcar la diferencia, en imponerse a lo que todos hacían, la bien conocida, Policarpa Salavarrieta; pero al ella imponerse a las leyes impuestas por la corona española, todo se “sacudió”, estaban aquellos quienes la apoyaban, los que querían matarla y los que vivían sumisos al Rey.

Como sucedió en el periodo denominado “patria boba”, comprendido entre 1810 y 1816, en el que se produjo un conflicto de los criollos divididos en dos grupos: los Centralistas que pedían el ejercicio del poder desde Santa Fe de Bogotá hacia todo el estado; y por el otro lado los Federalistas que proponían el ejercicio del poder en cada provincia de forma autónoma e independiente sin depender del estado central; esto desataría una guerra interna, todo esto sin haber asegurado la independencia total de los españoles. De esta misma manera nos estamos comportando ahora mismo, nos dividimos en ideologías y pensamientos, cada uno creyendo tener la razón, sin argumentos con suficiente fuerza; no, nos enfrascamos en una guerra como la que dividió al Reino de la Nueva Granada (actual Colombia) pero estamos a punto de formar una; en vez de unir lo que nos hace diferentes y hacer de este mundo un lugar mejor, utilizamos una maravilla científica como lo es la internet, minimizando nuestras capacidades de los unos a los otros.

Siempre ha visto desigualdad, incomprensión y rechazo a lo diferente; pero ¿por qué se escandalizan cuando un homosexual quiere formar una familia, o cuando una persona no sigue su mismo pensar, cuando no todos siguen su misma religión, cuando una mujer amamanta en público, cuando una persona utiliza palabras coloquiales o soeces para expresarse? Sin embargo, ¿por qué no se rebelan contra la falta de buena salud, contra la corrupción por la que estamos pasando, contra nuestros mandatarios que nos toman como títeres, contra la venta de nuestro país al exterior, contra aquellos que prefieren la mano de obra extranjera y no la nacional? Por qué no se alzan contra lo que es verdaderamente importante, pero sí pueden criticar y juzgar a aquellos que no interfieren en su bienestar. Esto pasó cuando llegaron los cambios, el primer homosexual fue rechazado, humillado y sufrió de matoneo; el primer hombre o mujer con un pensamiento diferente al de los demás fue apedreado, rechazado, excluido y repudiado.

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