La represión del reprimido: el tequio como generador de conflicto en los Altos de Chiapas
Enviado por Carlo Rivera • 5 de Octubre de 2022 • Ensayo • 3.443 Palabras (14 Páginas) • 56 Visitas
En la carretera que va desde San Cristóbal de las Casas a San Juan Chamula, hay un cartel solitario en medio del camino que advierte, sin más detalles: “No vallan (sic) a Chamula, hay problema”. Quienes viven en Chamula son mayoritariamente indígenas. La orografía de la región ha permitido que los pueblos de esta región se mantengan alejados de las grandes zonas urbanas. Debido a las alturas de sus distintos municipios, que van desde los 1200 hasta los 2300 metros sobre el nivel del mar, el famoso calor del sur se evapora con la niebla espesa a la mitad del año. Podemos encontrar plantíos de altura, siembras de cereales y árboles de los cuales se aprovecha su madera. Esta zona es conocida como la región de Los Altos, y es la quinta de las 15 divisiones económico-territoriales que tiene el estado de Chiapas. Un estado en el que poco más de un tercio de su población total está compuesto por personas que se autodenominan indígenas.
San Juan Chamula es la segunda cabecera municipal más importante de los Altos y es la zona con mayor población indígena de la región. Aquí conviven varias etnias distribuidas por toda la región. Las etnias con más población son tzotzil, tseltal, mam y tojolabal. Si bien no conviven siempre, han sabido organizar su territorio, sus comunicaciones y sus actividades comerciales.
La mayoría de las comunidades de los Altos llevan su vida cotidiana bajo el sistema de usos y costumbres. Este sistema les permite la autodeterminación y autogobierno de sus comunidades, y está avalado por la propia Constitución mexicana en su artículo segundo. Así, las comunidades no tienen necesidad de respetar el marco normativo, sino que pueden regirse bajo su propia ley. Según el INEGI[1], en México hay 421 municipios bajo el sistema de Usos y Costumbres.
En los Altos las personas sobreviven con altos grados de marginación económica. Según el CONEVAL, en Chiapas casi 8 de cada 10 personas vive en condiciones de pobreza o pobreza extrema. Asimismo, en la última década se han vivido frecuentemente situaciones de violencia en Chamula: asesinatos (homicidios, magnicidios), persecuciones, secuestros, exilios, etc.
En 2016 los conflictos en la región Chamula se recrudecieron. Grupos paramilitares y agrarios se veían envueltos en conflictos armados contra los civiles por la pugna de varias hectáreas de tierra, pozos de agua y algunos caminos que llevan hacia la carretera de San Cristóbal, esto culminó en el desplazamiento forzado de unos 3000 tzotziles.
Otro acontecimiento relacionado fue la invasión violenta a varias propiedades de las regiones de Los Altos, Los Bosques y Tzotzil-Tseltal por parte de un grupo de choque relacionado al Movimiento Campesino Regional Independiente Emiliano Zapata (MOCRI EZ), la cual movilizó a varias familias “a punta de pistola” (Martín & Gutiérrez, 2019). Otro suceso muy famoso ocurrió en julio, también del 2016. Fue la llamada “Masacre misteriosa de San Juan Chamula”.
Varias comunidades aledañas a San Juan Chamula se reunieron para exigir que se les escuchara y se cumplieran los programas sociales prometidos por el presidente municipal. Tras la poca respuesta, ocurrió el asesinato del edil Domingo López González y el síndico Narciso Lunes Hernández, así como un número indeterminado de muertos y heridos. Los pobladores y testigos presentes coincidían en que serían alrededor de 20 fallecidos, la mayoría de bala, pero también apuñalados y con machete.
“Un conflicto por tierras, ahora en el municipio de Aldama y el ejido Manuel Utrilla, ha provocado el desplazamiento forzado de al menos 747 familias de tres poblados y la muerte de un jefe de familia y dos de sus hijos”
El Universal (2018)
“El pasado octubre, 5,000 indígenas del municipio de Chalchihuitán huyeron de sus casas por la violencia desatada a raíz del conflicto agrario que enfrenta desde hace 40 años a su población con el municipio vecino de Chenalhó”
Expansión (2018)
“La Procuraduría General de Justicia del Estado informa el inicio de las investigaciones por la muerte del presidente municipal de San Juan Chamula, Domingo López González, y el síndico Narciso Lunes Hernández”
SDPN Noticias (2016)
A este grado de violencia expuesta por prensa formal e independiente, se suman historias y relatos vivenciales, tal como el caso de Melannie.
Melannie es una mujer joven de 28 años, estudiante de medicina y pronta a terminar su tercer año de residencia. De facciones suaves y de cuerpo pequeño, se sostiene tranquilamente soportando el peso de su cuerpo en ambas piernas. Comenta que alrededor del año 2019, ella fue a prestar sus servicios a la comunidad de San Juan Chamula, como parte de su servicio social médico. También comenta que vivió un evento traumático para ella y para todo el personal que estaba o planeaba ir a Chamula a prestar sus servicios.
Ella recuerda que se llegaba a quedar en la clínica de dos a tres días a la semana, haciendo guardias, ayudando al escasísimo personal, con aún más escasos recursos como medicinas, vendajes, instrumentos de sutura y cirugía, entre otros.
“La gente podía llegar a cualquier hora”, comenta. “Muchas veces llegaban en el peor de los estados, porque suelen automedicarse, o solo ignorar sus molestias hasta que ya es imposible soportarlas”. Sin embargo, durante su estancia en Chamula, no solo fue la población de San Juan Chamula quien tuvo que ser atendida e intervenida médicamente en precarias condiciones.
“Una vez al servicio llegó una mujer embarazada con su marido. Ella estaría alrededor de los 15 años, y ya tenía dos hijos. El esposo tendría alrededor de unos 24. No sabían ninguno su edad. Ella presentaba dolor y una especie de entumecimiento en el vientre. Al hacer ultrasonido, encontramos que el bebé había fallecido hacía ya horas, incluso días. El cordón umbilical se enrolló alrededor del cuello y la obstrucción produjo un ahorcamiento, asfixia y la muerte”. Melannie cuenta que la madre y el padre culparon al personal que les atendió de la muerte del bebé, y al día siguiente de ese acontecimiento, los padres del bebé nacido muerto así como un gran tumulto de personas fueron a la clínica, la tomaron, sacaron a todo el personal médico de su servicio. A ella y a todas las mujeres las golpearon, y a los hombres los obligaron a subir el cerro de rodillas, por alrededor de unas 6 horas. Uno de ellos perdió una pierna. Los medios nunca se enteraron, amenazaron a la mayoría y todo se quedó como un secreto a voces.
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