La salud, ¿derecho o lujo?

La salud, ¿derecho o lujo?

Desde tiempos inmemoriales, mucho antes del surgimiento de la medicina tradicional o el surgimiento de las leyes, el ser humano ha tenido la capacidad innata de preocuparse por el cuidado de los desvalidos. Prueba irrefutable de ello es el descubrimiento de restos óseos portadores de fracturas con alto potencial de mortalidad para la época, que sin embargo se muestran recuperadas y se demuestra que la muerte de la persona sobreviene tiempo después sin guardar relación con el incidente previo. Por lo tanto este individuo debió ser atendido, alimentado y cuidado por otros para lograr sobrellevar la situación, hechos como este ocurrieron en la comunidad primitiva donde solo prevaleció el espíritu solidario y humanista de sus congéneres.

Mucho tiempo después, ya en nuestra era, específicamente el 10 de diciembre de 1948, se adopta por la Asamblea General de las Naciones Unidas la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Este documento recoge en sus 30 artículos los derechos humanos considerados básicos y en su artículo 25 específicamente  se plantea de manera clara, entre otros temas, el derecho a la asistencia médica.

Si partimos de la premisa de  que “Salud es el estado de bienestar o equilibrio biológico, psicológico y social y no meramente la ausencia de enfermedad”; podremos comprender fácilmente el importante papel que juega El Estado como ente rector en la implementación de leyes que hagan cumplir de manera cabal todos estos preceptos. De esta manera cada país redacta su propia  Constitución que no es otra cosa que “un acuerdo de normas de convivencia o una forma de pacto político y social la cual integra, establece, organiza y  constituye las normas que rigen a la sociedad de un país”.

En el caso de la República Bolivariana de Venezuela el 15 de diciembre de 1999, mediante un referéndum popular, se adopta la Constitución que actualmente está vigente. La cual de manera muy clara plantea en sus artículos  del 83 al 86 que “La Salud es un derecho social” y el Estado está en la obligación de velar por el cumplimiento de este derecho, asumiendo dentro de sus funciones la responsabilidad de gestionar el Sistema Público Nacional de Salud y “cada persona tiene el deber de participar activamente en su promoción y defensa”.

Específicamente en el artículo 84 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela se plantea que la salud debe ser gratuita, universal, integral, equitativa, con integración social y solidaria. De esta manera se evidencia el compromiso del Estado en lograr así que cada ciudadano se sienta seguro en cuanto al respaldo legal de su derecho a la asistencia médica como derecho humano básico.

Para nadie es un secreto que debido a múltiples factores externos, como la implementación de un bloqueo genocida y criminal por parte del gobierno de los Estados Unidos de América, que priva al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela de la capacidad de generar riquezas para el pueblo, esto unido a la situación epidemiológica mundial con la aparición del COVID 19 que ha venido a agravar la crisis nacional, el Sistema de Salud Pública Nacional ha sufrido en sobremanera un impacto negativo que ha propiciado la escases de medicamentos, insumos médicos y otros enseres que hace que la población pueda tener una óptica errónea acerca del Estado como garante de la salud.

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