La trabajadora social y el paradigma socio-crítico: Hacia una intervención transformadora
Enviado por DANNA PAOLA ALZUGARAY AVILA • 18 de Mayo de 2024 • Ensayo • 1.556 Palabras (7 Páginas) • 35 Visitas
La trabajadora social y el paradigma socio-crítico: Hacia una intervención transformadora
Danna Paola Alzugaray Avila
Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Trujillo
T – TRASOC – 1 – C3 – 231: Fundamentos filosóficos del Trabajo Social
Orealis Aguilar Paredes
24 de julio de 2023
La carrera profesional de Trabajo Social ha ido evolucionando a lo largo del tiempo, adecuándose a distintas realidades sociales y enfoques teóricos. Es así como, uno de los paradigmas que ha sido de gran relevancia en los últimos años es el paradigma socio-crítico, el cual se basa en la comprensión de las estructuras sociales y su influencia tanto en las desigualdades como las opresiones.
En este ensayo, indagaremos las situaciones problemáticas y desafíos que se presentan para el profesional en trabajo social y como abordarlos desde el paradigma socio-crítico. Ya que, desde mi perspectiva como futura trabajadora social, considero que este paradigma es muy acertado para contribuir con el bienestar social de los usuarios.
Para ello el presente ensayo está organizado en partes, donde primero se hablará de la teoría crítica, luego sobre el paradigma socio crítico en el trabajo social, después se presentará situaciones problemáticas actuales para hacer la reflexión respectiva y por último los desafíos en la intervención del trabajador social.
En primera instancia mencionaremos a la teoría crítica que tiene su origen en 1937 con la obra de Max Horkheimer denominada “Teoría tradicional y teoría crítica” (Uribe, s.f.). Donde se le hace un juicio a la teoría tradicional, porque solo busca ver los problemas sociales de manera superficial y tiene como idea central la separación del sujeto y objeto; en cambio la teoría crítica se enfoca en ir más allá y ver las causas estructurales de los problemas sociales, y con eso lograr no solamente interpretar el mundo, sino ayudar a transformarlo. Tuvo como proyecto inicial el marxismo heterodoxo (Uribe, s.f.), que se oponía al capitalismo, porque buscaba erradicar la desigualdad de clases, la pobreza e interés individualista; a través de soluciones congruentes.
Entonces con la teoría ya mencionada, se establece las bases para el paradigma socio-crítico que tiene por finalidad buscar la transformación de la estructura de las relaciones sociales y dar respuesta a determinados problemas derivados por éstas, partiendo del accionar reflexivo de los miembros de la comunidad (Alvarado & García, 2008). Donde, la trabajadora social que opta por este enfoque se convierte en una agente de cambio social. Puesto que, busca empoderar a las personas y comunidades oprimidas, fomentando su participación activa en la transformación de sus realidades. Además, reconoce que la toma de conciencia y la movilización colectiva son fundamentales para desafiar las desigualdades y trabajar hacia una sociedad más justa e inclusiva. En otras palabras, según Gonzáles & Guzmán (1981) el papel del trabajador social que se inserta en situaciones concretas de la realidad social, es a fin de colaborar en la creación de condiciones que favorezcan la toma de conciencia, la organización, movilización y capacitación social de los grupos populares, para que finalmente éstos puedan operar las transformaciones necesarias para su liberación humana y social.
El paradigma socio-crítico, por lo tanto, se caracteriza por ser emancipador, ya que invita al sujeto a un proceso de reflexión y análisis sobre la sociedad en la que se encuentra inmerso y la posibilidad de cambios que el mismo es capaz de generar. Según Freire (1989:157) esta ideología emancipadora, “se caracteriza por el desarrollo de “sujetos” más que meros “objetos”, que permiten a los “oprimidos” participar en la transformación socio histórica de su sociedad” (Melero, 2011).
Abordar situaciones problemáticas actuales desde este paradigma implica reconocer y desafiar las estructuras sociales, en lugar de simplemente aceptarlas como naturales. Algunos problemas sociales actuales que podrían abordarse desde el paradigma socio-crítico son: En primer lugar, tenemos a la desigualdad económica, donde la creciente brecha entre ricos y pobres es muy preocupante y desde el paradigma socio-crítico, se analizarían las estructuras sociales que perpetúan esta desigualdad y se propondrían alternativas para un sistema más equitativo, esto podría incluir políticas fiscales, y programas de apoyo a los sectores más vulnerables.
También, otra problemática es la discriminación y exclusión social, donde actualmente se ve la constante discriminación basada en género, raza, orientación sexual, religión, entre otros factores; y esto se puede evidenciar en diferentes ámbitos, en la comunidad, en el colegio y hasta en el propio hogar; es por ello que el enfoque socio-crítico se centra en identificar y desafiar las ideologías y prácticas discriminatorias, promoviendo la educación y el diálogo intercultural, y fomentando la inclusión en todas las esferas de la sociedad.
Por otro lado, tenemos a la crisis migratoria, ya que actualmente a nuestro país han llegado bastantes inmigrantes de otros países: Venezuela, Colombia, China, entre otros. Donde la migración forzada y la crisis de refugiados afectan a millones de personas en todo el mundo. Y desde el paradigma socio-crítico aborda esta situación promoviendo políticas de acogida y solidaridad, y cuestionando las causas estructurales que impulsan los desplazamientos forzados.
Por último, tenemos al acceso limitado a la educación y conocimiento, por lo que este paradigma socio-crítico, implica cuestionar las estructuras sociales y las relaciones de poder, promover políticas educativas inclusivas, fomentar la participación comunitaria y trabajar hacia una educación emancipadora y crítica que empodere a los estudiantes para enfrentar los desafíos sociales y luchar por la equidad.
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