La vida una carga que pesa

La vida una carga que pesa

El hombre desde que conoció la muerte y sus alcances siempre ha creado una hipótesis de su causa, solución y trascendencia, normalmente se vive cuestionando todo a su alrededor y evidentemente este fenómeno no es a la excepción, pero ¿y qué pasa por la mente de quien decide autodestruirse?, se ve con naturalidad cuando un tercero cesa la vida de un ser humano, o ya sea por una enfermedad, accidente u homicidio; ahora bien hablar de que “fulano” se suicidó es aterrador, crea conmoción y quizás lleva a reflexiones dentro de las familias y comunidades, por una parte se siente lástima del infortunado, por otro surge la pregunta ¿será cobarde o valiente quien se suicida?.

Después de leer a John Faber Lastra en su obra “Ángel sin Libertad”, se puede observar a “Argenis”, su protagonista expresar lo siguiente:  

Muchas veces estuve tentada a tomar una solución rápida que acabara de una vez por todas con mi sufrimiento. Pero quitarse la vida, es un acto que requiere valentía. Siempre se ha debatido que si el suicida es valiente o un cobarde. Yo diría, desde mi experiencia, que se necesita de mucho valor para tomar la determinación de morir por cuenta propia. (Lastra, 2002, Pág. 21).

No se ha podido definir si es valiente o no, pues nadie ha venido desde el otro lado a decir: “sí, fui valiente porque lo hice”, es un tema de vivirlo y experimentarlo como lo comentaba “Argenis” pues hay muchas posturas respecto a esto, por ejemplo, Platón (407) decía: “el suicidio se muestra como flojedad y cobardía impropias de un varón y  aquellos individuos que cometan el acto en cuestión serán enterrados en la oscuridad”, verdad o no, el caso es que se debe abordar lo que lleva a la situación, no lo que pasa después o durante el acto como lo decía el psiquiatra y profesor (Sergio Andrés Pérez Barrero, 2010) experto en el tema en una publicación para la revista virtual Yo creo que: “…se trata de abordar al ser humano antes de que esto suceda sin hacernos preguntas absurdas con que fue valiente o no” (Sergio Andrés Pérez Barrero, 2010).  

Actualmente podría hablar de que la mayor causa que conlleva al suicidio es la depresión, siendo esta inducida por la soledad, la falta de afecto y demostraciones de amor en la familia, muchos niños y adolescentes crecen bajo el infortunio destino de una familia disfuncional y en condiciones precarias que maximizan el daño, puesto que los adultos deben trabajar para sustentar la familia y los pequeños pasan sus días solos, es allí donde los vacíos se crean y empiezan surgir como resultado la terrible decisión de la autodestrucción; parafraseando a John Faber Lastra en su obra, en el momento cuando “Argenis” expone: “¿Qué sería de mí, si todo el afecto que estoy recibiendo ahora, por parte de mi familia, lo hubiera recibido cuando aún vivía en casa? – y concluí – Tal vez mi vida y mi destino hubieran sido diferentes” (Lastra, 2002, Pág. 39 – 40). Claramente se ve como el concepto de la falta de amor en el seno familiar, se manifiesta en forma de soledad, desgracias, malas decisiones y tristeza.

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