Laic receta de jefe del Еstado mexicano : "¡Que Dios los bendiga!"

COMO LO HA HECHO a lo largo de cinco años, el jefe del Estado mexicano cerró su discurso oficial del pasado martes invocando para los presentes la bendición del Dios en que él cree. Siendo permanentemente impropia en labios del jefe de un Estado laico la pronunciación en público de esa fórmula religiosa, lo era en especial esa noche de entrega de premios de ciencias y artes en que la voz de Carlos Monsiváis había defendido con razón y apego a la historia la condición laica del Estado mexicano y había denunciado las varias formas de agresión a esa laicidad por parte de representantes del fundamentalismo de derecha, en especial el secretario de Gobernación, que en cuanto habla da por instalado su "púlpito virtual".

EL OPORTUNO Y atendible discurso de Monsiváis no mereció del titular del Poder Ejecutivo federal ni una sola respuesta directa, sino apenas el tic de frases hechas que incluye la del irrestricto "respeto a las libertades". Pero, justamente para demostrar que las profundas palabras de Monsiváis habían caído en la superficie de tierra infértil, el Presidente de México terminó su alocución intrascendente con la repetición especial (tono lento, palabras con énfasis) de la intolerante, discriminatoria y nada laica prescripción: "¡Que Dios los bendiga!"

EL PRINCIPAL DESTINATARIO de las críticas de Monsiváis, el secretario Abascal, tuvo ayer a bien dar una respuesta confesional (pues al contestar en esos términos confiesa justamente aquello de lo que pretende defenderse): "Yo respeto a los fundamentalistas que me acusan de fundamentalista", dijo, creyendo competir en ingenio y habilidad verbal con el héroe intelectual de la Portales. Pobrecito secretario misionero, que en lo fundamental no logra entender que si algo se demanda es que no se use más el poder público para la propagación o defensa de creencias particulares. La autodefensa de Abascal resulta insuficiente, además, si se recuerda que la más reciente de sus conversiones místicas se había producido el domingo anterior, en el contexto de algo llamado Foro Mundial Etico, que en realidad fue un encuentro de membretes conservadores, donde el monseñor de Bucareli convocó a reinstalar la religión en el centro de la vida pública y donde deslegitimó las decisiones democráticas si éstas estuviesen en contra de visiones minoritarias pero apegadas a un derecho natural, divino, que no obliga a respetar instituciones ni gobiernos. ¡Que Anacleto González Flores los bendiga!

OTRA DISTINGUIDA FLOR burocrática del jardín de ultraderecha, la mecanógrafa Ana Teresa Aranda, ha conmovido a la audiencia nacional al confesar que conoció la pobreza "interactuando" con los hijos de los trabajadores del rancho de su padre (episodio místico de toma de conciencia social similar al de su jefe vicentino, que también ha confesado que adquirió por ósmosis campirana la noción de que no todo en el mundo era riqueza). La niña Anita Teresita se arriesgó tanto en esas exploraciones sociológicas que más de una vez regresó "empiojada" de casa de alguna amiga campesina en donde había dormido.

LOS PANISTAS HAN formado participio

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