Las Carabelas
Enviado por arcv1971 • 2 de Noviembre de 2014 • 2.790 Palabras (12 Páginas) • 347 Visitas
Vivienda
En las aldeas pequeñas viven entre 40 y 50 personas mientras que en las grandes pueden llegar hasta las trescientas. Sus aldeas -Shabono-se construyen en círculo y son completamente abiertas.
Sus viviendas tienen forma cónica y viven en grupos de familias. La situación de las cabañas puede variar y en numerosas ocasiones, en lugar de formar un círculo, forman una hilera. Las familias comparten con las otras familias de la comunidad los productos obtenidos de la caza, la pesca o la cosecha (dentro de cada shabono conviven varias familias como una comunidad).
Cuando se reúnen alrededor de la hoguera que está en el centro del shabono, comen, conversan, fabrican su utillaje, explican sus historias, mitos, leyendas y enseñan a los niños sus tradiciones.
Subsistencia
Los yanomamis se desplazan continuamente, es decir, son nómadas. Estos desplazamientos están motivados por el corto periodo de la productividad de sus cultivos. Cultivan en sus huertos la mayoría de alimentos: plátano, ñame, batata y malanga. Un cultivo dura dos o tres años. Cuando la tierra se agota, el poblado crea una nueva plantación en otro lugar. También recolectan productos silvestres y comen ranas.
Practican la caza todo el año, individualmente o en grupos, y utilizan el arco y la flecha. La pesca se practica con menos frecuencia y para pescar utilizan la flecha y el timbó, que es una especie de planta que zarandean en el agua para atontar a los peces.
Al basar su economía en principios básicos de autoconsumo (elaboración de sus propias pertenencias - cestas, garrotes, arcos y flechas), rompen los conceptos económicos de casi todo Occidente. Actualmente siguen utilizando motivos "decorativos" ancestrales en sus cuerpos, los cuales se estampan con ciertos pigmentos naturales. Utilizan una droga llamado curare, que untan esparcido en la punta de las flechas para cazar su alimento y además de esto también lo utilizan en rituales curativos por los shamanes para comunicarse con los espíritus el mismo se utiliza en poca cantidad y en polvo este se introduce en el shaman por medio de las fosas nasales con un palo hueco y se sopla
Vestimenta
Debido a las condiciones climáticas, su vestimenta es muy sencilla. Se visten con fines ornamentales más que protectores; un hombre bien vestido no lleva nada más que unas cuantas cuerdas de algodón en muñecas, tobillos y cintura, y el prepucio sujeto a la cuerda de esta última. También usan ramas enrolladas al cuerpo que tienen el nombre de guayuco.
La vestimenta de las mujeres es igualmente escueta. Generalmente, se pintan el cuerpo con muchos colores, principalmente rojo y negro además se ponen collares, plumas en la cabeza y atadas a los brazos y pendientes.
Costumbres
Una de las costumbres más curiosas y primitivas de esta etnia es la práctica del canibalismo endogámico como ritual sagrado: en una colectiva ceremonia funeraria se comen las cenizas de los huesos de su pariente muerto mezclándolas con la pasta del "pijiguao" (fruta de la palmera chonta). Creen que en los huesos reside la energía vital de la persona fallecida y que al ingerir sus cenizas la reintegran al grupo familiar.
Rómulo Gallegos
(Rómulo Gallegos Freire; Caracas, Venezuela, 1884 - 1969) Novelista y político venezolano. Rómulo Gallegos hizo estudios universitarios de Agrimensura y de Derecho en la Universidad Central de su país, pero no llegó a terminarlos. Empleado de ferrocarriles y profesor en colegios privados, llegó a ser subdirector de la Escuela Normal y director del Liceo de Caracas (1922-1928).
El dictador Juan Vicente Gómez le nombró en 1931 senador por el estado de Apure, pero sus convicciones democráticas le hicieron expatriarse y renunciar al cargo. En 1935, muerto el dictador, Rómulo Gallegos volvió a Venezuela, y en 1936 fue nombrado ministro de Educación en el gobierno de López Contreras, cargo al que también renunció por los mismos escrúpulos morales.
Vida y obra
Infancia y juventud
Nació en Caracas. Hijo de Rómulo Gallegos Osío y de Rita Freire Guruceaga, inició la escuela en primaria en 1888. En 1894 ingresó en el Seminario Metropolitano, pero sale obligado por la muerte de su madre el 13 de marzo de 1896 por la necesidad de ayudar a su padre a sostener la familia. En 1898 ingresa en el colegio Sucre, donde tiene como maestros a Jesús María Sifontes y a José Manuel Núñez Ponte. Recibe el título de bachiller en 1902 y en ese mismo año se inscribe en la Universidad Central de Venezuela para seguir la carrera de leyes, que abandona en 1905. En 1906, fue designado jefe de la estación del Ferrocarril Central, en Caracas. Ya Gallegos había comenzado su larga trayectoria como escritor.
Vida literaria
El inicio de Rómulo Gallegos como escritor está asociado al teatro. Junto a sus compañeros de la revistaLa Alborada compartió la pasión por este género. Llegó a escribir varias obras, como «Los ídolos» (1909) y «El motor» (1910), de las cuales sólo esta última se publicó en vida del autor. «Los ídolos» fue una pieza de la cual hizo una versión probablemente del mismo año, «Los predestinados» (la primera permanece inédita; la segunda fue publicada en el n° 2 de La Alborada, el 14/2/1909). En las «Obras selectas», Editorial Edime, 1959, aparece «El motor» y «El milagro del año» de 1915, que también publicó como cuento.
Gallegos hace referencias en diferentes momentos de obras de teatro que tenía en proyectos, o que destruyó, como lo es el caso de «Listos» (que refiere en carta a su amigo Salustio González) y «La espera» (probablemente de 1915). Su experiencia como dramaturgo luego se mostrará en el cine con el guión de «Doña Bárbara»(1940), y de «La Trepadora», «Canaima» y «La Señora del frente», para la industria mexicana. También en «Juan de la Calle» (1941). Casi ninguno de sus guiones se conserva. Salvo una pieza en 32 actos llamada «La doncella», que se publicó en México en 1957. Se trata de una emocionante pieza sobre la vida de Juana de Arco, y donde el maestro del diálogo que fue Gallegos se muestra con fuerza, pero no se llevó a cabo su rodaje, pese a que era un encargo.
En sus comienzos como narrador, Rómulo Gallegos publicó Los Aventureros (Caracas, 1913), una colección de cuentos. Otros relatos son recopilados en La Rebelión y otros cuentos (Caracas, 1946), La Doncella y El Último Patriota (México, 1957). Su período como cuentista abarca desde 1913 hasta 1919, aunque otros cuentos se publicarán en 1922. En sus obras siempre mantendrá el realismo, las cuales se dividen en tres temáticas fundamentales: Los de crítica de costumbres, los de ambiente criollo donde plantea la antinomia civilización y barbarie, y los que describen
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