Las Devastaciones De Osorio
Enviado por yennifercuriel • 10 de Noviembre de 2013 • 2.171 Palabras (9 Páginas) • 433 Visitas
Las devastaciones de Osorio.
Hacia finales del Siglo XVI y principios del Siglo XVII los habitantes de la costa norte y zona occidental de la Isla de la Hispaniola mantenían un continuo comercio de contrabando, principalmente con holandeses y portugueses, perjudicando las rentas de la Corona Española.
Esta situación dio motivo a la emisión de una ordenanza real al Gobernador de ese entonces Domingo de Osorio que llevó a la destrucción en el año 1606, hace 398 años de las poblaciones de Puerto Plata, Montecristi, Bayajá y Yaguana, poblaciones que dieron orígenes a la fundación de dos ciudades ubicadas cerca de la capital de la isla, Monte Plata y Bayaguana. A esta inhumana e imprudente decisión la posteridad le ha llamado "La devastación de Osorio".
Se le denomina Devastaciones de Osorio a la orden dada por el rey de España Felipe III al gobernador de La Española en ese entonces Antonio de Osorio de despoblar la parte occidental de la isla para luego trasladarla hacia la parte cerca de Santo Domingo. Este suceso transcurrió entre 1605 y 1606.
Las devastaciones de Osorio produjeron una parálisis económica tal, debido al abandono de la agricultura y ganadería, que a partir de 1604 fue necesario el Situado, dinero que la Corona Española otorgó a partir del Tesoro de la Nueva España, y que era destinado a pagar los sueldos de los colonizadores en las bases en el norte y oeste de la isla abandonada.
En 1606, el rey de España ordenó que todos los habitantes de La Española se trasladaran a Santo Domingo, para evitar la interacción con los piratas
Las devastaciones de 1605 y 1606. Después de largas discusiones en la corte española, el rey Felipe III decidió despoblar totalmente las comarcas donde se llevaban a cabo los contrabandos y trasladar sus habitantes a zonas interiores cercanas a la ciudad de Santo Domingo. Felipe II había contemplado muchos años esa posibilidad pero nunca se resolvió a llevarla a cabo, quizás consciente de la peligrosidad que envolvía. Felipe III decidió atenerse a las recomendaciones de López de Castro un oficial real en desgracia que entonces visitaba la corte y propuso de nuevo la medida. Encomendó las devastaciones al Gobernador Osorio y al Arzobispo Dávila Padilla otorgándoles poder para cualquier medida que consideraran prudente.
El anuncio de las Devastaciones provocó las protestas de todos los vecinos de la isla y principalmente de los de las regiones afectadas, a través de peticiones de los cabildos en que se solicitaba la revocación de la medida. A pesar de eso, el Gobernador Osorio, quien por el fallecimiento del Arzobispo Dávila y Padilla no tenia poder para realizar la medida, decidió cumplir al pie de la letra con lo estipulado en las Reales Cedulas que la disponían.
Las causas de las Devastaciones fueron de diversos órdenes. En primer lugar estaba el problema comercial. España trataba de mantener el esquema monopólico en el comercio con las colonias. Los rescates de los habitantes de la isla con los extranjeros inferían grave daño a los intereses de la burguesía comercial de Sevilla y al propio Estado español que dejaba de recaudar sumas importantes por concepto de impuestos. En otro orden de ideas, el Estado Español interpretaba el comercio ilegal como fuente de enriquecimiento de los países enemigos, por lo que las motivaciones económicas se unían a las de índole política y militar.
En el aspecto político la Corona temía que la generalización del contrabando conllevara a la posibilidad de secesión de la isla e incluso de otros territorios americanos, al surgir claros intereses en la clase esclavista local contra el exclusivismo monopólico (de hecho las protestas de los Cabildos de la isla contra las Devastaciones y la Rebelión de Guaba muestran que tal posibilidad era real). Las reivindicaciones de la clase esclavista y la clase media contra el monopolismo español, que como hemos visto tenían casi un siglo de manifestaciones, se habían agudizado con la practica continua del contrabando durante mas de 30 años y la decadencia de España.
Otra causa fue el ya señalado desplazamiento de la actividad económica de la isla de la región Este a las zonas del Norte y Oeste por el cambio de la industria azucarera a la ganadería.
Las devastaciones tuvieron que ver, por último, con el divergente de España y otros países europeos. Mientras en España se entronizó plenamente la reacción feudal y desaparecieron las manufacturas y los gérmenes de capitalismo, en Inglaterra y Holanda las relaciones capitalistas y el crecimiento manufacturero avanzaron con gran rapidez en la segunda mitad del siglo XVI.
A pesar del monopolio, España dependía de estos manufacturados tanto la península como las colonias. De ahí que la incapacidad de competencia comercial de España era absoluta.
Para llevar a cabo las Devastaciones se hizo traer un contingente de tropas del presidio de Puerto Rico, ya que se esperaba que los habitantes de las regiones afectadas resistieran con las armas en las manos. Estas tropas también tendrían la misión de combatir a los piratas y contrabandistas que localizaran en el momento de efectuar el traslado forzado de las poblaciones. Además debían garantizar, mediante rondas punitivas periódicas, que no quedaran personas en las zonas despobladas principalmente negros cimarrones, e imposibilitar que los extranjeros comerciaran con ellas o se dedicaran directamente a matar las reses salvajes de los lugares despoblados o a utilizarlos como punto de refugio y bases para atacar a los navíos y territorios españoles.
El efecto inmediato mas importante de las Devastaciones fue causar un agudizamiento de la decadencia económica que desde hacia un tiempo era palpable en la isla. Con la medida, las mayores riquezas ganaderas fueron prácticamente liquidadas; además numerosos bienes en casas, muebles, etc. De los vecinos se perdieron para siempre. La mitad de la isla dejó de ser aprovechada en todos los sentidos y quedó totalmente deshabilitada. Desde 1606 Osorio extendió las despoblaciones a zonas más orientales dejando como limites del territorio poblado las ciudades de santiago en el Norte, y Azua en el Sur. Entre los daños causados por las Devastaciones se encuentra la destrucción de los ingenios más importantes de la isla en ese momento, los cuales estaban en Puerto Plata, Yaguana y San Juan de la Maguana. Se observa que después de las despoblaciones solo quedaron 12 ingenios con un total de 888 esclavos, incluyendo los del servicio domestico.
Destrucción de unos 120 hatos, lo que significó el abandono de más de cien mil reses y unos catorce mil caballos que pasaron a engrosar el ganado cimarrón de la zona despoblada.
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