Las Drogas

Las drogas.

Muchas personas no ven las drogas como lo que son, un problema social y sobre todo de salud, ni siquiera le dan importancia esos aspectos; lo ven como el origen del problema de inseguridad solamente eso. Ven las consecuencias y eso toman como problema principal sin ver las causas o el motivo del problema.

A pesar de toda la información errónea que percibimos hoy en día, la drogadicción no tiene su origen en el narcotráfico (Que es lo que los medios de comunicación nos hacen creer). El inicio de la drogadicción tiene su origen (Como todo) en la familia, en la manera en que nosotros o más bien como nuestros padres nos educan, y no solo en la educación escolar; también los valores que nos transmiten.

Es muy cierto que el narcotráfico, la publicidad (En el caso de la drogas legales como el cigarro y el tabaco), el rechazo de un grupo, la curiosidad, la inducción por malas amistades, etc., pueden ser factores de riesgo para que nosotros como jóvenes siendo el grupo más vulnerable, caigamos en este tipo de abismos delos que no es tan fácil salir. Sin embargo ninguna de estas causas es la principal acción que lleva a las personas (Niños, jóvenes y adultos) se refugien en las drogas para evadir sus problemas que día a día las acosan, sin darse cuenta de que se están metiendo a la boca del lobo, donde al final van a perder su voluntad y su integridad como personas, y al final “Sale más caro el caldo que las albóndigas”. Su refugio se vuelve su cárcel y se convierten es esclavos de sus propios vicios. Se transforman en escoria de la sociedad, cuando es la propia sociedad uno de los grandes causantes de su desgracia; si los traiciona, dándoles la información adecuada, o simplemente negándoles la información. Todo porque un par de padres irresponsables no supo guiar a su hijo por un camino recto. Un padre responsable no es aquel que le niega todo a su hijo, tampoco es buen padre el que le cumple cuantos antojos tenga su hijo. 6tampoco es buen padre aquel que permite que sus hijos hagan sus santa voluntad y hagan lo que quieran cuando quieran, pero tampoco es buen padrea aquel que golpea a sus hijos con la excusa de que es para corregirlos. Un buen padre debe ser flexible, pero también sabe cuándo decir no ser un buen padre es un trabajo difícil, pero con grandes satisfacciones.

Pero hoy en día los padres y los hijos se encuentran divididos por un muro interminable, un muro forjado con errores cometidos generación tras generación, de ignorancia sobre cómo tratar a los hijos y sobre cómo solucionar sus problemas. Y con este muro jamás se podrá acabar con la drogadicción.

Para que este problema termine es necesario derribar este muro, pero ese muro no se va a derribar con la fuerza física, se va a derribar con la fuerza de los valores, con la fuerza de la solidaridad y con la fuerza de la convicción.

Aunque tirar este muro no es trabajo de un

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