Las Mujeres Y La Apropiación De Su Cuerpo
Enviado por valena • 3 de Septiembre de 2013 • 1.327 Palabras (6 Páginas) • 366 Visitas
Decir lo que somos y sentimos las mujeres a partir del cuerpo, se ha convertido, en las últimas décadas, en una vía de acceso importante para investigar el tema de la condición femenina, porque permite sacar a la luz esa historia oculta de las pasiones y los instintos, sobre todo si se toma en cuenta que el cuerpo de las mujeres, su tratamiento, ha sido malmirado y desvalorizado durante siglos.
Desde la antigüedad, la división del trabajo corporal e intelectual no sólo mutiló la relación mente-cuerpo, sino al cuerpo mismo, al que fue despojando de su sensibilidad, para verlo sólo como el depositario de las pasiones, como una coraza a la que se le rechaza, oculta e incluso se niega. Una de las razones encuentra su fundamento en la relación cuerpo-sexualidad, sexualidad-pasión, en tanto que como bien apunta Jeffrey Weeks: "la sexualidad tiene tanto que ver con las palabras, las imágenes, el ritual y la fantasía como con el cuerpo".
Esta relación abre la problemática, particularmente sobre el cuerpo de las mujeres, en por lo menos dos vertientes: el ensalzamiento del cuerpo femenino por su posibilidad de procreación, posibilidad que además ha hermanado a las mujeres con la naturaleza, y la consideración de que el cuerpo femenino es la puerta de acceso a las pasiones, por ello el cuerpo ha estado muy ligado al concepto del pecado, considerándose que puede ocultar o llevarnos a algo significativamente maligno.
En las culturas patriarcales y androcéntricas, como las nuestras, al cuerpo femenino se le ha significado con esta polaridad, puede inspirar, por un lado, los más grandes odios y, por el otro, las más elevadas adoraciones, situaciones que van desde las blasfemias contra el cuerpo de las mujeres, hasta la veneración del mismo.
Pero aún dentro de estos dos polos, el cuerpo de las mujeres sólo ha sido descifrado, por decirlo así, por los hombres, en tanto que las mujeres han sido expropiadas de su cuerpo, de su sexualidad y de su subjetividad por la ideología de este ancestral sistema llamado patriarcado, y sus múltiples claves, signos, artificios, trampas, costumbres, prácticas, creencias y complicidades, que nos han determinado y significado.
Históricamente, el cuerpo ha sido condenado y dejado sólo para el uso de "los inferiores" y por ello "los malos de espíritu" son quienes utilizan el cuerpo y no pueden dedicarse a lo más valioso y elevado: la espiritualidad y la razón, de ahí la relación de las mujeres con el mal. El fundamento para justificar esta concepción se encuentra en un "engañoso" argumento biologicista: la "debilidad" corporal de las mujeres las hace más vulnerables a las pasiones y su menor intelecto las une más al cuerpo.
El contexto imaginario
Uno de los pocos momentos históricos fundamentales para la apreciación corporal fue la época del Renacimiento. En la Europa del siglo XV, aparece el desnudo en la pedagogía artística con una preocupación creciente por la anatomía y el gesto. En las producciones artísticas anteriores, el cuerpo había existido con un papel meramente instrumental. Por influencia de la concepción dinámica, los cuerpos aparecen ahora libres y con movimiento; los artistas descubren y desnudan los cuerpos como sinónimo de libertad, dando paso a una nueva relación de los hombres con su cuerpo. Los cuerpos de modelos y musas sirven de inspiración para dar sentido a la expresión artística.
En contraste, en el campo intelectual la exaltación de la razón trae como consecuencia el menosprecio del cuerpo, el intentar negar las sensaciones para dar paso a la razón excluida de todo sentir considerado "mundano". De ahí que las manifestaciones sobre los cuerpos sean cuerpos que no acaban de dominar el miedo. El placer, el interés, el dolor, la caída, los sentimientos, las relaciones, le dan al cuerpo un ámbito de inseguridad que no logra superarse.
En el siglo XX, el cuerpo de las mujeres se presenta como lo bello, el objeto del deseo, del goce de la mirada, es decir, se convierte en el espacio del placer, pero desde
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