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Las Venas Abierta De America Latina


Enviado por   •  21 de Enero de 2014  •  4.287 Palabras (18 Páginas)  •  285 Visitas

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Ya sabemos quiénes son los condenados a pagar las crisis del reajuste del sistema. Miremos solamente desde poco años atrás a nuestros días, como México, Brasil y Venezuela se han resentido fuertemente en sus economías. Argentina, con varios bajones espeluznantes y ahora Colombia, con pretensiones estruendosas de coger el mismo camino del descenso si no maniobran correctamente. Pues los precios de la mayoría de los productos que América Latina vende bajan implacablemente en relación a los precios de los productos que compra a los países que monopolizan la tecnología, el comercio, la inversión y el crédito.

Para compensar la diferencia y hacer frente a las obligaciones ante el capital extranjero, es preciso cubrir en cantidad lo que se pierde en precio. Dentro de este marco, los gobiernos del Cono Sur han cortado por la mitad el salario delos obreros y han convertido cada centro de producción en un campo de trabajos forzados. También los obreros tienen que compensar la caída del valor de su fuerza de trabajo, que es el producto que ellos venden al mercado. Los trabajadores están obligados a cubrir en cantidad de horas, lo que pierden en poder de compra del salario. Las leyes del mercado internacional se reproducen así en el micromundo de la vida de cada trabajador latinoamericano.

Es triste pues que de 10 latinos que nacen, mas o menos la mitad, están obligados a convertirse en en mendigos o ladrones. Cerca de 200 millones de personas en condiciones de grave pobreza, donde casi las dos terceras partes pueden considerarse indigentes, ya que el resto vive apiñado en estructuras endebles, sin ningún espacio de convivencia. Aquellas ubicadas en zonas sureñas de ciudades latinas, explícitamente en barrios populares, sobremontados unos y otros, como focos de delincuencia, drogadicción, degeneramiento sexual, desastre, desempleo, envidia social y hambre.

No es que el capitalismo esté en la infancia, ni el subdesarrollo sea una etapa del desarrollo. Pues es su consecuencia. Y el subdesarrollo de los latinos, proviene del desarrollo ajeno y continúa alimentándolo. Somos impotentes y moribundos desde que nacimos, pues el sistema tiene pies de barro.

Fuentes insospechables han confirmado, que las inversiones extranjeras directas en América Latina, no provienen precisamente de la nación potente, pues son ínfimas las cantidades que ellos aportan, sólo un 5%. En si, todo el andamiaje monopolístico, hace que este tipo de inyección provenga de las mismas ganancias obtenidas en Sudamérica en un 25%, mientras que el 70%, restante sale de las fuentes de crédito interno y sobre todo, del crédito internacional. Y bien se sabe que ese 5% que viene de las casas matrices, no es mas que el resultado del traspaso de maquinarias ya utilizadas o que simplemente refleja la cotización arbitraria que las empresas imponen a los latinos en sus patentes y marcas. Nos damos cuenta pues que, las corporaciones multinacionales, no sólo usurpan el crédito interno de los países donde operan a cambio de un aporte de capital bastante discutible, sino que además nos multiplican la deuda externa.

Progresivamente la deuda de los latinos, cada cinco años se triplica. Brasil, México, Argentina y Colombia destinaron aproximadamente la mitad de sus ingresos para exportaciones en el pago de amortizaciones y los intereses de la deuda y al pago de las ganancias de las empresas extranjeras establecidas en estos países. Los servicios de deuda y las remesas de utilidades tragaron, en la década de los noventa, el 55% de las exportaciones de Colombia y el 60% de las de Perú. Mientras que cada habitante de Bolivia debía 2000 dólares al exterior. Hoy debe2500 dólares. Y precisamente los bolivianos no fueron consultados ni vieron un solo centavo de esos préstamos que les han puesto la soga al cuello. El aumento de las exportaciones, cuyo poder de compra disminuye, implica salarios de hambre. La pobreza masiva, clave del éxito de una economía volcada al exterior, impide el crecimiento del mercado interno de consumo en la medida necesaria para sustentar un desarrollo económico armonioso.

Nuestros países se vuelven marionetas perdiendo su propia voz. Pues dependemos de otros, con nuestra economía en función de la demanda externa. Se abren las puertas al saqueo de los monopolios extranjeros y nos obligan a contraer nuevos y mayores empréstitos ante la banca internacional. Círculo vicioso perfecto: la deuda externa y la inversión extranjera obligan a multiplicar exportaciones que ellas mismas van devorando hoy.

Antes, el descubrimiento de América, Nuevo Mundo nacido de aquella equivocación de consecuencias grandiosas y producto del quebrado occidente europeo al ver agotadas las reservas del tesoro real, surgieron pues, en estas bellas y verdosas tierras cuando existían no menos de setenta millones de indígenas, y en la medida que aparecieron los conquistadores, un siglo y medio después, se redujo sólo a tres millones y medio de nativos. Aquella violenta marea de codicia, horror y bravura no se abatió sobre estas comarcas sino al precio del genocidio de nuestros coterráneos. Pues manaba sin cesar el metal de las vetas americanas, y de la corte española llegaban, también sin cesar ordenanzas que otorgaban una protección de papel y una dignidad de tinta a los indígenas, cuyo trabajo extenuante sustentaba al reino. La ficción de la realidad amparaba al nativo; la explotación de la realidad lo desangraba. De la esclavitud a la encomienda de servicios, y de esta a la encomienda de tributos y al régimen de salarios.

Y seguimos con la verdad sobre la mentira. Más que esclavos africanos de aquella época, somos sudamericanos sometidos a ser bestias. Pues la cotización de todos los productos tropicales, se parece siempre a los cuadros clínicos de la epilepsia, donde la línea cae siempre a pique cuando registra el valor de intercambio del producto frente a las máquinas y los productos industrializados que necesitamos. Tanto que, si tratamos de valorizar nuestros productos, pensando en defender su precio, la respuesta es una violenta presión sobre nuestras economías endebles, al punto de vernos obligados a ceder. Casos como el ocurrido con el presidente brasilero, Getulio Vargas, quién optó por suicidarse queriendo que su sangre fuese un precio de rescate. Y así tenemos entre satisfacciones y tristezas como se desarrollan ciertas películas Latinonacionales:

1.-En Brasil derriban a dos presidentes, Quadros y Goulary, antes de que el mariscal Castelo, asaltara el poder para ceder amablemente a la Hanna MinningCo, los espléndidos yacimientos de hierro; como Dutra cedió toneladas de manganeso del estado de Amapá. Y aún siguen perdiendo cada año mas de ciento cincuenta millones de dólares por la evasión

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