Las mujeres de francisco de miranda

Las Mujeres de Francisco de Miranda

Introducción

Hijo del siglo de las luces, la figura de Francisco de Miranda no deja indiferente a nadie. Esto no solo porque participó en las tres grandes revoluciones de su tiempo, sino también porque fue considerado el "inventor de América Latina" o porque fue uno de los primeros críticos de arte de la región. Miranda va más allá: es un fiel creyente de la erótica y ha tenido relaciones sexuales con innumerables mujeres en tres continentes.

El biógrafo de Francisco de Miranda mencionó específicamente la relación entre pioneras y mujeres. Decían que admiraba a las mujeres y, al tratar con ellas, se distinguía por sus talentos y modales entre las personas. Señaló a los gobernantes de la época los derechos inherentes de la mujer más de una vez, y la educación era particularmente prominente.

Desarrollo

Quizás debido a su valentía y carisma, personalidad extrovertida y capacidad de lenguaje fluido, Miranda siente una gran atracción por las mujeres y, a menudo, termina en sexo durante el coito. Tomás Polanco Alcántara se atrevió a darle un número a sus aventuras: más de 200. Muchas de ellas son prostitutas menores de edad o están casadas con aristócratas europeos.

En resumen, nunca le han faltado mujeres en su vida. Su presencia ha causado polémica en los pasillos y tribunales, donde habló de la exótica América e inspiró el espíritu de las mujeres al hablar de la Guerra de Liberación. De esta manera, conquistó la mente hermosa y aprendió sobre la inocencia de las mujeres estadounidenses, los problemas de Gran Bretaña, las ideas caprichosas de las mujeres rusas, el entusiasmo de las mujeres italianas y las elegantes mujeres francesas.

El gran mito que rodea a la imagen de Francisco de Miranda es un coleccionista de vello púbico, no cuenta con todo el apoyo de los historiadores, pero este mito es Francisco de Miranda, uno de los mitos más famosos de la historia sexual. Mucha gente decía que en una pequeña caja de madera guardaba los "souvenirs" de cada encuentro que conocían. Afirman que en esta pequeña caja se guarda el ADN de grandes personajes de la historia, al igual que los cabellos de la emperadora rusa Catalina la Grande.

 En su diario, describió aventuras amorosas, noviazgo y adulterio, que dejaron una huella en su corazón de viajero. Miranda confirma un aspecto que se ha pasado por alto en los libros de historia del instituto: su deseo sexual insaciable. Este trabajo describe varias historias pornográficas que protagonizó durante sus viajes por Europa. Sin embargo, su gusto por la carne no mermó la huella histórica que dejó este personaje. Estas experiencias resaltan la relación que mantuvo con la reina Catalina de Rusia durante su visita a Rusia, quien tenía 54 años cuando lo conoció.

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