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La Última Cena de Leonardo Da Vinci

Fue pintada entre 1495 y 1498, en la pared del refectorio de la iglesia de Santa Maria delle Grazie (Milán). Es un fresco de 4.60 x 8.80 metros. No es un fresco tradicional ya que este sistema le parecía a Leonardo muy precipitado, sino un mural ejecutado al temple y óleo sobre dos capas de yeso extendidas sobre enlucido, con una técnica de pintura sobre madera "seca" nunca utilizada antes en las pinturas murales, técnica experimental que provocaría un rapidísimo deterioro dela pintura, provocando numerosas restauraciones.

Se trata de una composición simétrica, su punto de referencia es Jesucristo en el centro de la mesa y rodeado por sus apóstoles. Una línea horizontal marca la escena, que es la mesa de mantel blanco, incidiendo en el carácter de tranquilidad y sosiego de la misma. Las líneas diagonales hasta el fondo de la sala añaden movimiento y profundidad de campo aumentando su realismo; el resultado es un efecto tridimensional, acentuado por el juego de luces alternadas en la distancia.

La pintura representa la escena de la Última Cena de los últimos días de la vida de Jesús de Nazaret según narra el Nuevo Testamento. La pintura está basada en Juan 13:21, en la cual Jesús anuncia que uno de sus 12 discípulos le traicionaría.

Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con los apóstoles y les dijo «Yo tenía gran deseo de comer esta pascua con vosotros antes de padecer. Porque os digo que ya no la volveré a comer hasta que sea la nueva y perfecta Pascua en el Reino de Dios, porque uno de vosotros me traicionará».

Leonardo ha escogido el momento en que Jesús exclama: "uno de vosotros me traicionará" y es ante estas palabras donde el pintor nos muestra la reacción de cada uno de los presentes dando a conocer el carácter de cada uno de ellos y también una tipología humana diferente.

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