Lectura Ramirez
Enviado por holydaycandy • 23 de Junio de 2013 • 1.248 Palabras (5 Páginas) • 388 Visitas
RAMÍREZ Raymundo, Rodolfo (2000),
“Por una nueva escuela pública”, en DGIE-SEP,
Transformar nuestra escuela, año III, núm. 5, junio,
México, pp. 6-7 y 10.
El estudio de los procesos de reforma y, especialmente, la experiencia de muchas generaciones de profesores, han demostrado que para que un cambio sea efectivo, es necesario, por lo menos, que la propuesta educativa sea adecuada para resolver un problema real, que los profesores estén de acuerdo con los cambios propuestos y que existan las condiciones materiales e institucionales para llevarlos a cabo.
A continuación se enuncian algunas características que debe tener la escuela para garantizar que todos los niños y las niñas alcancen los propósitos educativos básicos.
Algunos rasgos constituyen condiciones sin las cuales no tiene sentido plantearse procesos de innovación.
• Una escuela que funcione regularmente
Si bien más tiempo escolar no significa necesariamente mayor y mejor aprendizaje, es cierto que mientras menos tiempo se dedique a la enseñanza y al estudio sistemático, el aprendizaje tiende a ser menor.
Una nueva escuela debe garantizar, en primer lugar, que los profesores cumplan profesionalmente su obligación laboral esencial, la enseñanza: que todos los días haya clases, y que el tiempo dedicado a las labores escolares se aproveche óptimamente.
• Una escuela donde la enseñanza y el trabajo educativo sistemático con el grupo de alumnos sea la tarea más importante
Es indispensable tomar medidas para garantizar que ninguna tarea reste tiempo a la enseñanza y que durante el tiempo que las niñas y los niños permanecen en la escuela participen en actividades educativas interesantes, relacionadas con los propósitos educativos básicos.
• Una escuela que funcione como unidad educativa (y no solo como unidad administrativa)
Que la escuela funcione como unidad significa:
Que todas las acciones en el aula, y en la medida de lo posible, las que ocurren fuera de ella tengan como orientación principal los propósitos básicos de cada nivel educativo.
Que existan estilos de enseñanza y de relación de los profesores con los alumnos congruentes entre sí y con los propósitos educativos.
Que en la escuela existan normas acordadas por los profesores y el personal directivo, y en la medida de lo posible, con los alumnos y los padres de familia, que establezcan claramente los derechos y las obligaciones de todos los que conviven en ella, así como las conductas permitidas y prohibidas.
• Una escuela donde exista una eficaz colaboración profesional entre el personal docente.
La colaboración profesional entre maestros exige dedicar más tiempo al trabajo colegiado, no sólo en el espacio del consejo técnico sino también en reuniones de maestros de un mismo grado o ciclo, o en secundaria, de los que atienden a un mismo grupo. Pero estas reuniones deben tener definida la materia de trabajo, de poco serviría aumentar el tiempo de reuniones si no se define antes el propósito y el tipo de actividades que deben tratarse allí. Además el trabajo en equipo exige habilidades de comunicación, disposición para analizar colectivamente asuntos que tradicionalmente se consideran personales (como el trabajo en grupo) y capacidad para tomar decisiones, características que no siempre están presentes en la escuela y cuya formación exige también un proceso de aprendizaje.
• Una escuela donde el conjunto del personal docente y directivo asuma su responsabilidad por los resultados educativos al concluir el ciclo escolar o nivel educativo (preescolar, primario, secundario) y rinda cuentas a los usuarios del servicio.
En este campo es necesario que el personal docente y directivo de las escuelas y zonas escolares asuman que gran parte de los resultados que obtienen los alumnos depende del trabajo cotidiano que se realiza en cada escuela y en
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