Legalización de la marihuana y su impacto en el derecho económico

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La legalización de la marihuana no solo en México sino en todo el mundo ha sido un tema que genera polémica entre quienes gustan del consumo de esta “droga”, pues normalmente este movimiento es representado por jóvenes provenientes de familias con un estatus socioeconómico medio-alto, con el argumento de que  la marihuana no genera una amenaza, no es camino a delincuencia o genera un riesgo para sus estudios, su familia, su vida en general, se toman a pecho que la justicia se meta con lo que consumen y les nieguen el uso recreacional, considerándolo un derecho.

Nunca se sustentan en la información científica o social, por lo que se interpreta como excesiva la participación de la justicia en sus asuntos. Otra parte de la sociedad que no consume (la mayoría) y en particular para aquellos con escasas oportunidades, la droga significa disminuir sus opciones, la legalización podría validar el consumo, facilitar el acceso, disminuir la edad de inicio en adolescentes, disminución en la percepción de riesgo y una probable normalización del uso.

Existe actualmente una noción popular acerca de que la marihuana es inofensiva, por lo que el acceso no debiera ser considerado ilegal y así lo están planteando también algunos legisladores desde la mirada de los derechos individuales y la libertad de decidir.

Cuando se habla de México, como un país con características tan variadas dentro de lo cultural, el territorio, las personas y las diferentes costumbres que tiene cada pueblo, es necesario definir además de atender las necesidades o demandas de la ciudadanía lo cual no es una tarea nada fácil.

Se realizó una intensa recopilación de datos de diferentes investigaciones exhaustivas para debatir del tema a partir de diferentes perspectivas considerando: los consumidores y no consumidores, instauraciones religiosas, sanitarias, educativas políticas, distribuidores del producto, así como también instituciones de seguridad pública e incluso organizaciones de la sociedad civil.

Desde un punto de vista personal, puedo decir que me encuentro a favor de la legalización y es que todo el mundo tiene acceso a las drogas, pero únicamente una parte de la población cae en la dependencia y consecuencias que pueden perjudicar a la salud.

Si, es probable que, en México, al legalizar esta droga se enviaría un mensaje con muchas interpretaciones y la principal seria que “adelante, está bien consumirla pues la tienes a tu alcance”, por tal motivo la legalización implicaría una explicación y aplicación de esfuerzos para la prevención en las escuelas, pues es bien sabido que la educación sobre este tipo de temas a temprana edad es muy significativa para que se conozcan los efectos de estas sustancias (No solo la marihuana sino también el alcohol y el tabaco) y se pueda disminuir la probabilidad de consumo no deseado en un futuro.

Hasta ahora, la marihuana se adquiere y consume “bajo el agua”, sin supervisión o fiscalización del Estado. Es economía no cuantificable dentro de los gobiernos. De forma muy simplificada, la regularización acabaría con esto pues como mínimo, se impondría un IVA al producto(s).

La legalización obligaría a los vendedores a abrir sociedades, declarar impuestos con ingresos y egresos anuales, contratar empleados, pagar cotizaciones, etcétera, pudiendo significar una derrama económica bastante grande. Si se sigue el modelo canadiense (País donde actualmente es legal) se haría bajo la potestad del Estado: La mayor parte de operadores serian públicos y los ingresos derivados de su actividad retribuirán directamente a las arcas públicas.

Colorado (Estado en Estados Unidos donde es legal el uso y venta desde hace varios años) ha sumado alrededor de 18,000 puestos de trabajo desde la legalización.

El estudio es de 2016, por lo que las cifras actualmente podrían ser mayores. ¿De dónde salen los empleos? En gran parte de las tiendas. Más de 4,400 empleados se dedican a atender a clientes y a laborar en los diversos establecimientos repartidos por Colorado. La comisión y la dirección de las mismas (contabilidad, finanzas, proveedores, etcétera) se lleva otros 4,500 puestos, la fabricación y el procesamiento del cannabis, 2,000 y los agricultores, unos 1,500. A todos ellos hay que sumar los puestos generados de forma indirecta.

Como toda industria a gran escala el boom económico tiene un impacto de carácter transversal: se requieren de investigaciones que mejoren la productividad de los cultivos, de naves donde almacenar la producción, de invernaderos y lámparas especiales que aceleren los procesos, de máquinas que contribuyan a agilizar la recogida y la plantación, de transportistas que la muevan por el estado.

Siguiendo el ejemplo de Estados Unidos, otros países han legalizado la marihuana con fines medicinales. Alemania, por ejemplo, autorizó su uso a mediados de 2017 con el objetivo de reducir el dolor intenso en pacientes con enfermedades crónicas como la esclerosis múltiple o el cáncer.

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