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Lo que el autor comenta.


Enviado por   •  14 de Febrero de 2018  •  Ensayo  •  1.877 Palabras (8 Páginas)  •  144 Visitas

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Lo que el autor comenta.

El autor desde el comienzo de la lectura nos muestra como es la educación en estos últimos años, todo lo manejamos mediante estadísticas, exámenes, revisiones y ya no por gusto propio del docente, sino, para tener una “buena” calificación.

Nos enseña la problemática de la enseñanza-aprendizaje, la lectura que es la principal fuente de conocimiento en nuestro país es sumamente escasa.

Los nuevos programas y reformas de estudios plantean que los estudiantes tengan mejor comprensión lectora, pero sus bases no son solidas para estos propósitos.

Cada 3 años en nuestras instituciones existe el examen mejor conocido como PISA en el cual nos muestran el conocimiento que tienen nuestros niños en Matemáticas, Español y Ciencias. Se evalúan mediante la madurez que tiene el educando en estos ámbitos y sus capacidades, pero todo esto por competencias.

El autor nos dice que últimamente la SEP ha vuelto a recomendar la velocidad de la lectura, que también es uno de los elementos que se toma en cuenta al evaluar, queda más lejana la precisión de la comprensión.

Hasta, quizá, finales del siglo pasado, época en la que no se aplicaba pruebas tipo PISA, la lectura era importante en la escuela y practicada con suficiencia: dependía del trabajo del maestro y no de evaluaciones externas.

El hogar y la familia tienen su lugar bien definido en la educación de los niños mexicanos.

La casa es la base de la educación, es donde se aprende lo básico desde el caminar y hablar. Es allí donde se empieza la interacción en la lectura, desde una revista de mamá, el periódico de papá y libros que tienen en casa (diccionarios, enciclopedias), muchas madres de familia también leen un cuento antes de dormir a sus hijos y con ello los motiva a la lectura.

“Ubicados en los fines de la política educativa hoy se trata principalmente de que los  alumnos desarrollen la lectura de manera autónoma; la lectura y su dominio por parte de los estudiantes deben ser considerados como un tema toral en la agenda de la política educativa nacional, pues no solamente interesa que los niños aprendan a leer y escribir –otro aspecto que por su lado merece una profunda reflexión- sino que una vez aprendido el mecanismo lo desarrollen, lo ejerciten y lo pongan  en práctica.”

El autor nos lleva a la historia, ya que los investigadores han puesto especial interés en la educación y la lectura, sobre todo porque en la etapa colonial, durante trescientos años, la mayor parte de la población fue analfabeta y no se llegó a apreciar un progreso en la alfabetización, a pesar de que en las últimas décadas coloniales la influencia de la Ilustración recomendó la instauración de escuelas en ciudades y comunidades rurales.

En aquellos tiempos la literatura solo era para personas adineradas, se recibían libros sobre temas religiosos y sermones pero al paso del tiempo se fueron extendiendo los temas a la historia, ciencia, la técnica, la filosofía y la literatura.

Ya avanzado el siglo, cuando se pretendía que los artesanos fueran ilustrados e instruidos de acuerdo con los propósitos de los decretos del ramo de educación, se vería que la Junta de Fomento de Artesanos propondría en 1844 la confección del Semanario artístico en donde los libros se vendían mas baratos para que todo tipo de sociedad pudiera comprar.

El México de esta época vive con intensidad la transmisión de mensajes  por vía no sólo de los libros sino también a través de  los periódicos y los panfletos.

El número de periódicos y revistas en esta época da una idea de la importancia que tenía la comunicación social: entre 1844 y 1861 hubo tan sólo en la capital 22 periódicos de tendencia liberal y 18 más en los estados.

También a partir de la consideración de que el folleto  era el vehículo adecuado para la transmisión de ideas, y un escritor busco recursos originales para atraer la atención de sus lectores: títulos llamativos, diálogos, lenguaje ameno y popular, estilo ligado más a la oralidad, voceo de sus publicaciones, entre otros. A su manera este autor propuso en 1820 la creación de un primer gabinete de lectura, espacio destinado para la difusión de su folleto titulado Sociedad Pública de Lectura, donde por un real también se podía leer cuanto periódico, volante  o folleto hubiese sido publicado ese día.

La necesidad de mantener una comunicación efectiva llevó a casi todos los políticos mexicanos de esa época, a combinar esta actividad con la escritura en periódicos, revistas e imprentas importantes.

El ultimo subtema de la lectura ya desemboca en las competencias del docente como ejemplo a seguir de los alumnos en el tema de la lectura. En la institución educativa el maestro es la clave en donde favorece o no el fomento a la leer.

“Solo un lector puede formar lectores” si el docente es poco o nulo en la lectura difícilmente podrá contagiar el interés y mucho menos el amor a los libros.

La mejor manera de enseñar a leer es leyendo. El docente debe respetar los intereses del alumno, seleccionar adecuadamente textos y temas de estudio y utilizar recursos como el diccionario para que la ignorancia sea superada. La lectura no puede estar desligada de la práctica constante. No debe olvidarse que el primer lector debe ser el maestro.

Cuando el docente quiere enseñar y hace uso de la didáctica, la imaginación, la creatividad está demostrando sus competencias  comunicativas. La forma del contenido la modela, la enriquece, la hace accesible si la trabaja con estas competencias comunicativas. Visto así: enseñar a leer implica contar con adecuadas competencias comunicativas: manejo de la voz, vocabulario, entonación.

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