Los Objetivos

- En lo Científico-Tecnológico: El mundo entero disfruta ahora de nuevas tecnologías de la comunicación y la información; ya no era necesario esperar semanas o meses para que el destinatario de una carta la reciba, y otro tanto de tiempo para recepcionar su respuesta; las conversaciones “face to face” se hacen factibles a través de las web-cam y el chat; las vacaciones del ejecutivo de la empresa ya no son motivo de paralización en la toma de decisiones, puesto que el celular lo mantiene al día con su corporación o negocio; la aparición de las “Lap-Tops” hacen posible “llevarse la oficina” de viaje a casi cualquier punto de la tierra; los dispositivos inalámbricos de internet nos mantendrían “conectados 7x30x360” siempre; los conocidos GPS´s y el sistema de control “Number Track” darían cuenta del estado de nuestras mercancías y su ubicación durante el tiempo de demora del viaje.

No obstante estos impresionantes avances propiciados por la globalización, paralelamente han surgido quienes emiten opiniones en contra, desde su punto de vista ideológico, tradicionalista y “antiglobalización”. Por ejemplo, el APRA no tuvo la capacidad suficiente, como partido político, para crear un discurso político coherente ante la población peruana acerca de los aspectos positivos y negativos que enmarcaba el proceso de globalización en el país, y luego de 10 años de antipolítica cuando sintieron el arrase de este fenómeno, es cuando perciben sus beneficios y se insertan en el tema. Por su parte, (AP) Acción Popular insistía en mantener su anticuado discurso nacionalista, autóctono y tradicionalista, bastante deteriorado por las consecuencias políticas que afrontó luego de su segundo gobierno (1980-1985), lo que les impedía visualizar “la cresta de la ola” que venía desde el exterior. El PPC (Partido Popular Cristiano) se mantuvo “concentrado” tan solo en sus coaliciones de gobierno, no buscaba salir más allá de Lima y por tanto, el fenómeno les paso como inadvertido.

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