Los Valores

¿Qué flojera no? Solo de decir la palabra valores, es como para “santos”, o personas mayores, o algo así. Es mejor la onda de que cada quién haga lo que quiera, incluso, que cada quién defina que es valor, a qué dárselo, y además que cada quién tome en cuenta los valores personales que le convienen y los que no. Los que te acomodan según el momento de la vida que estés pasando.

Así por ejemplo, si eres hombre y estás entre los 25 y 45 años, tal vez eso de la fidelidad es para después. En esta edad, ni mencionarlo. Y más cuando ya te estás empezando a sentir “mayorcito” y algunas “chavitas” todavía se ríen de tus chistes. Es una oportunidad como para no desperdiciarla: “vida solo hay una”.

Pasa sin embargo, que vivimos en un sistema con leyes que no podemos saltar, es como si quisiéramos romper la ley de la gravedad y que cada quién quisiera volar o no a su antojo, sencillamente no vas a poder volar y punto, si lo intentas, aprenderás a golpes y problemas psicológicos.

En este sentido los valores (principios que orientan nuestro comportamiento hacia el bien) no pasan de moda, no cambian con el tiempo a pesar de lo que algunos pseudofilósofos dicen.

A ver, voy a poner 3 valores como ejemplo y una probable consecuencia de no respetarlos:

1. Respeto a los demás. Si eres una persona respetuosa, las cosas van normal, pero si no respetas te puedes ganar una paliza, trasgredir fronteras de personas amadas y ruptura de relaciones.

2. Amor. Si tienes amor en tu vida las cosas van normal, si no lo tienes, puedes presumir ser de los valientes que no necesitan a nadie, pero terminas rogando por compañía, caricias, palabras agradables y todas las características que el amor tiene. Estamos hechos para amar y ser amados a menos que haya una psicopatía, pero ese es otro tema.

3. Fidelidad. Si eres fiel, normal, no hay más, ni te ponen monumentos a la buena onda ni nada, pero si eres infiel te tienes que esconder como ladrón, ruptura probablemente definitiva de la relación, te ganas una merecida fama de traidor y finalizas en la tristeza y arrepentimiento en un caso común.

Van aquí algunos tips para vivir en pleno siglo XXI con la tranquilidad y beneficios que tienen los valores universales:

1. No seas un borrego, defiende tu individualidad y no dudes por seguir a las masas o por presión de grupo, de los beneficios comprobados de respetar, honrar, amar, tolerar y toda la serie de valores que tienden al bienestar integral.

2. Piensa siempre en las consecuencias antes de actuar. Esto es innegable: si faltas al respeto= pierdes, desamor= pierdes, te burlas, ¡aguántate!, las consecuencias llegan invariablemente, a veces tardan, pero llegan.

3. Conviértete en una persona que agrega valor. Si no tienes valor y valores, no puedes agregar valor a tu alrededor, porque nadie da lo que no tiene.

4. Tengamos consciencia

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