Los medios como actores políticos
Enviado por alexander.avila • 16 de Febrero de 2014 • Tutorial • 1.709 Palabras (7 Páginas) • 303 Visitas
EL CASO PETRO, MODELO DE ESTADO Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo. http://laotratribuna1.blogspot.com/2014/01/el-caso-petro-modelo-de-estado-y- medios.html
El fallo sancionatorio del Procurador Ordóñez, en contra del Alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro Urrego, traerá, sin duda, efectos políticos, jurídicos, mediáticos y electorales.
Por ahora, con dicha providencia, así como las masivas movilizaciones sociales que lideró el sancionado alcalde y el fallo de tutela que transitoriamente frenó la orden de destitución y de inhabilidad por 15 años contra el alcalde Petro, lo que queda en evidencia es una profunda polarización política e ideológica en la que está el país, de cara al escenario electoral de 2014. Polarización política e ideológica que tiene sus orígenes en la primera administración de Uribe Vélez, que se fortaleció en la segunda y que ahora se profundiza con lo que viene sucediendo con el caso Petro.
En el fondo de dicha polarización política e ideológica subsisten ideas alrededor de las responsabilidades que tiene el Estado frente a asuntos públicos. De un lado, están quienes defienden la idea de un Estado mínimo que entrega a los privados privilegios, que poco a poco debilitan al Estado en sus funciones de control sobre monopolios privados que crecen de manera desmedida y que de aceleradamente privatizan lo público.
Del otro lado, están aquellos, que como el alcalde Petro, buscan que el Estado recupere su papel interventor en el mercado y su capacidad de competir con las empresas privadas que prestan servicios públicos esenciales. Es decir, un Estado fuerte, responsable y capaz de cumplir con las obligaciones que le impone la nomenclatura constitucional Estado Social de Derecho.
Podemos decir que la polarización política e ideológica se finca sobre dos tipos de Estado: en un extremo, un Estado confesional, premoderno y mínimo, en el que creen profundamente agentes como Uribe, Santos y el Procurador, entre otros muchos más. Y que es defendido por la gran prensa bogotana; y en el otro extremo, un Estado moderno, fuerte y capaz de intervenir el mercado y competir en él, defendido por la administración Petro, por una izquierda minoritaria, así como por reducidos sectores liberales y progresistas con mínimo poder político y económico. En últimas, la discusión está en elegir entre un Estado privatizado y débil, que ofrece ayudas, o un Estado fuerte, que asume responsabilidades sociales, culturales, ambientales y políticas.
También hay consideraciones alrededor del modelo de desarrollo conveniente para un país biodiverso y unas ciudades que al crecer de manera desordenada, ponen en riesgo valiosos recursos naturales (por ejemplo, humedales) y en el mediano plazo, la prestación eficiente de servicios públicos domiciliarios. La defensa del agua y de valiosos ecosistemas es un factor que polariza a quienes como Uribe y Santos defienden una incontrastable e insostenible idea de desarrollo y a quienes como Gustavo Petro,
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intenta, con el nuevo POT, frenar la intervención desaforada e insostenible de los cerros orientales de la capital del país.
Hacen parte de la polarización política e ideológica temas como la defensa de los animales (prohibición de las corridas de toros), los derechos de la comunidad LGTBI y la libertad para la toma de decisiones en asuntos como el aborto y la eutanasia. No pueden quedar por fuera elementos étnicos y socioeconómicos que permiten señalar que la polarización también es entre ricos y pobres y entre una élite ‘blanca’, que actúa para mantener en la marginalidad a mestizos, afros e indígenas. Es decir, entre una reducida élite enquistada en el Estado y unas mayorías que buscan que sus derechos consagrados en la Carta Política sean una realidad.
Digamos, entonces, que ese es el trasfondo en el que hay que entender el caso Petro, más allá de las disímiles interpretaciones jurídicas y las motivaciones políticas que aparecen en escena, alrededor del poder omnímodo que tiene el Procurador General de la Nación, para desvirtuar el poder del constituyente primario de elegir en las urnas a sus gobernantes.
Los medios como actores políticos
La polarización política e ideológica ha sido posible, entre otras circunstancias, por la actuación de los medios y los tratamientos periodístico-noticiosos que las empresas mediáticas vienen haciendo a los hechos políticos que rodean tanto las decisiones tomadas por el Procurador Ordóñez Maldonado, como las reacciones de Gustavo Petro.
Dichas empresas mediáticas actúan de tiempo atrás como actores políticos en la medida en que al estar articulados a poderes económicos, tienen una particular forma de entender
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