Los problemas de salud pública en panamá

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alud es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de infecciones o enfermedades. La sociedad exige y demanda cada día de individuos de resilencia y transcendencia capacitados para enfrentar y resolver cada uno de los problemas de índole laboral, social y emocional que se le presente, capaz de vivir sus sueños, de hacer y convertirse en lo que quiere ser. La sociedad moderna vive y se desarrolla de manera acelerada enfrentándose cada día a fuertes demandas impuestas por el medio, las cuales llevan a los individuos a cambiar su ritmo de vida, generando un serie de reacciones y estados emocionales tensos que pueden llevar al ser humano hasta un nihilismo que lo limita en muchos casos al desarrollo de las actividades laborales del individuo, al provocarles incapacidad física y mental.

Nos encontramos en una situación de falta de ética, y nepotismo, en la cual nuestros principales dirigentes de salud, caen en el fascismo y ceden a la megalomanía, lo que hace que nos encontremos con Centros de Salud lleno de empleados públicos que no presentan la competencia necesaria para realizar su labor, y que en muchos casos, caen en cometimiento de iatrogenias. Mientras ministros de salud van y vienen, jactándose de construir hospitales y de trabajar en pro de los más humildes del país, las enfermedades siguen azotando a sectores marginados de nuestra nación. La concupiscencia que domina cada vez más al ser humano, ha llevado al SIDA a una imparable progresión, a los embarazos no deseados entre niñas y adolescentes se suscitan a diario, al tabaquismo que contamina de forma creciente los pulmones de fumadores y no fumadores, entre otros; la pantagruelia que lleva en muchos casos a la obesidad, el precio de medicamentos y la calidad de substitutos genéricos transitan en la anarquía, y las instituciones sanitarias siguen ineficientes, corruptas y duplicando sus actividades.

La solución a la mayoría de los problemas de salud pública que acontecen en Panamá se puede alcanzar mediante actividades de prevención y promoción de salud. Las principales causas de mortalidad en nuestro país se pueden coartar significativamente a través de programas de detección temprana, educación vial, nutricional y sexual, promoción de hábitos saludables de vida, combate frontal al tabaquismo, uso de técnicas de sexo seguro y adecuado control prenatal. Aunque aplaudo la iniciativa de la primera dama en crear una secretaría para los discapacitados, también debemos enfocar la mayor parte de nuestros esfuerzos en la prevención de estas discapacidades. Para esta meta, resulta vital la creación de un centro especializado de atención perinatal que garantice un manejo óptimo del parto y del recién nacido, con particular énfasis en el neonato prematuro, población más susceptible a desarrollar secuelas motoras posteriores, disminuyendo de esta manera la necesidad de recurrir a la práctica

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