Falsificacion De Medicamentos Como Problema De Salud Publica
Enviado por ClaudiaVela • 18 de Diciembre de 2011 • 1.987 Palabras (8 Páginas) • 1.211 Visitas
De qué manera algo esencial para la vida puede convertirse en potencialmente mortal?
El derecho a la salud fue reconocido primero en la constitución de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1946 y luego en la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948. El Convenio Internacional sobre derechos económicos, sociales y culturales de 1966 contempla el derecho a la salud a través de 4 aspectos concretos incluyendo los insumos, los bienes y servicios y últimamente considerado como primer indicador de progreso para el objetivo número 11 dentro del plan estratégico de la Organización Mundial de la Salud para 2008-2013 (mejoramiento del acceso, la calidad y uso de productos médicos y tecnologías) (1). En el informe “Health, essential medicins, human rights and national constitutions” de la OMS S. Katrina Perehudoff, cita que de las 186 constituciones políticas a las que tuvo acceso, 135 incluyen alguna forma de provisiones en salud, 90 nombran el derecho a los servicios en salud y únicamente 4 incluyen los medicamentos esenciales como parte del derecho a la salud (Panamá, Siria, México y Filipinas (2). En el contexto de globalización, el acceso a los medicamentos esenciales y más precisamente a productos farmacéuticos de calidad, se ha convertido en todo un desafío para los países y los organismos internacionales que desarrollan las políticas en salud y desarrollo a nivel mundial.
En este documento abordaré la falsificación de medicamentos como un serio problema de salud pública al que se enfrentan no solo los países en vías de desarrollo, sino los países industrializados. En primer lugar enunciaré la magnitud del problema, luego sus consecuencias, la situación en Colombia y por último los retos, soluciones y estrategias.
Magnitud del problema
Se calcula que los medicamentos falsificados representan más del 10% del mercado farmacéutico mundial, el 25% en los países en desarrollo y puede alcanzar el 50% en ciertos países(3).
El comercio de fármacos falsificados representa miles de millones de dólares. La gravedad del problema es que este negocio abarca medicamentos que salvan vidas. En coordinación la OMS y la Organización Internacional de policía criminal (INTERPOL) en 2009 adelantaron una operación durante 5 meses en China y siete de sus países vecinos e incautaron 20 millones de píldoras, frascos y sobre de medicamentos falsificados e ilícitos, detuvieron 33 personas y cerraron 100 puntos. En ese mismo año, en diferentes redadas se localizaron medicamentos falsificados por valor de cientos de millones de dólares y se descubrió una red delictiva que vendía a consumidores de Oriente Medio. En Europa en sólo dos meses funcionarios de aduanas incautaron 34 millones de píldoras falsificadas. Es importante señalar que es muy difícil estimar la verdadera magnitud del problema debido a que hay muchas fuentes de información, la difusión del comercio por internet y no hay unificación del concepto de “falsificación” (4).
Según una estimación publicada en los Estados Unidos por el Center for Medicine in the public Interest, en el 2010 las ventas de medicamentos falsificados pudieron ser 75 mil millones de dólares, lo que significa un incremento del 90% en 5 años. Según la OMS, en más del 50% de casos se ha comprobado que los medicamentos adquiridos a través de sitios web sin domicilio social declarado, son productos falsificados. En un informe de la Alianza Europea para el acceso a medicamentos seguros, “en fechas relativamente recientes se comprobó con estupor que los consumidores también pueden adquirir en línea falsificaciones de medicamentos de venta con prescripción que pueden salvar vidas indicados en el tratamiento del cáncer y de enfermedades cardiovasculares graves” (4).
Los países en desarrollo son el blanco ideal para los falsificadores porque los precios de los medicamentos legítimos pueden resultar inaccequibles para la mayoría de la población dadas las condiciones de inequidad, desempleo y además las leyes y los mecanismos de control son deficientes. En el 2009, los productos incautados en el marco de la operación Storm II, coordinada por el grupo IMPACT en Asia, incluyeron vitaminas, antibióticos, anticonceptivos, suero antitetánico, antipalúdicos, medicamentos utilizados en el trasplante de órganos, fármacos para las enfermedades cardiovasculares, esquizofrenia, diabetes y fármacos para la disfunción eréctil. En los países industrializados esta práctica ilegal también puede ser muy rentable, según el Medicines and Health Care Products Regulatory Agency del Reino Unido, actualmente también fabrican imitaciones de medicamentos de precios altos y con una demanda que asegura su venta rápida (4). En un estudio patrocinado por los laboratorios Pfizer en 14 países europeos, se estimó que los ciudadanos de Europa occidental gastan más de 14000 millones de dólares en adquirir medicamentos de fuentes ilícitas, muchos de ellos falsificados (sobre todo adelgazantes, antigripales y medicamentos para la disfunción eréctil). En un estudio citado por una revista holandesa International Journal of clinical Practice, se comprobó que de 370 muestras de Viagra incautadas, solo 10 eran genuinas (4). En los primeros 5 meses del 2008, 150 personas fueron ingresadas en Singapur con diagnóstico de hipoglicemia grave, de las cuales 4 fallecieron y 7 sufrieron grave daño cerebral. Según se informó, las personas habían ingerido medicamentos falsificados supuestamente indicados para el tratamiento de la disfunción eréctil, pero que contenían una fuerte dosis de glibenclamida (medicamento indicado en la diabetes). Una investigación citada en un boletín de la OMS, “permitió comprobar que la mitad de las 391 muestras de antipalúdicos recogidas, la mitad no contenía el principio activo (artesunato) o este estaba presente en cantidades demasiado pequeñas para resultar eficaces” (4).
Resumiendo, podemos mencionar como causas que favorecen la falsificación de medicamentos: las ganancias económicas que genera, la ausencia o la ineficacia de las leyes y mecanismos de control, el desconocimiento real del problema, la dificultad de acceso a los medicamentos (por los altos costos (5), la pobreza, las inequidades, la mala gobernanza (6), etc.) y la falta de sensibilización del público.
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