Luchando contra el correr de los años, el vandalismo y el avance de la mancha urbana

Luchando contra el correr de los años, el vandalismo y el avance de la mancha urbana, al norte de la ciudad se alza una de las construcciones más emblemáticas de la historia de Chihuahua capital: La Quinta Carolina. Sus paredes que antes eran refugio de la familia Terrazas Cuilty, ahora son pedazos dañados que observan el pasar del tiempo, pero también que se han enfrentado a una restauración de aproximadamente siete años.

Luis Armendáriz, encargado del área de patrimonio cultural y de la restauración de la Quinta, cuenta que desde 2008 comenzó este proceso de remodelación, sin embargo el espacio para finalizar la rehabilitación se ha caracterizado por muchas esperas de recursos de la federación para continuar con los trabajos.

 Esta es una remodelación que parece no tiene final. En su primera etapa, el arquitecto Luis Armendáriz señala que tuvieron que realizarse arreglos estructurales que duraron un año por la dificultad que se tenía en las estructuras y los problemas de asentamientos derivados del abandono y del paso del tiempo.

“Se tenían que consolidar los problemas estructurales y de asentamiento que se tenían, no se podían intervenir otros espacios en sus acabados o elementos originales puesto que en ese momento la consolidación estructural era lo más importante”, explicó el especialista, agregando que otro de los temas complicados tuvo que ver con la reintegración de los elementos de cantera, mismos que se encontraban perdidos y expuesto a un total vandalismo.

En la segunda etapa de restauración e continuó mejorando la estructura de la casa con un avance mayor pues fue cuando se reintegraron los elementos de cantera, por ejemplo los elementos perdidos en las escalinatas y la carpintería perimetral, logrando cerrar completamente el edificio para evitar el paso de aves o murciélagos. Las puertas fueron restauradas siendo aún algunas originales y otras tantas nuevas, el salón principal cuenta con un nuevo diseño de la cúpula y le tapizado será cambiado por uno similar al original.

Se aclaró que lo que es la casa grande mantiene daños severos desde su recuperación hasta el momento. Si se pudiese hablar de un porcentaje de avance se dice que este tiene un 40 por ciento de su restauración.

La función de esta casona será meramente cultural, puesto que en ella se pretende instalar un museo de sitio dedicado a la época del capitalismo en Chihuahua, según indico el arquitecto, además de que se tendrán aulas, talleres y salas audiovisuales, manteniendo también el nicho musical que se tiene dentro del boliche.

Luis Vélez, restaurador de la Quinta Carolina y quien también ha trabajado en otros proyectos de restauración en el estado de Chihuahua, señala que una de las normas principales de este tipo de trabajos es no caer en la falsificación, por lo que es necesario evitar crear algo desde la inspiración de cada uno puesto que esto podría generar que la obra no quedara como lo original.

Aclaró que su trabajo dentro de la Quinta Carolina ha sido recrear las pinturas o acabados que mantenía la casa cuando esta se encontraba habitada, sin embargo muchas de las paredes mantienen severas averías que han alargado el trabajo.

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