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MAFIA O CORPORATIVO EMPRESARIAL?: OTRA PERSPECTIVA DE EL PADRINO


Enviado por   •  14 de Noviembre de 2011  •  Documentos de Investigación  •  1.618 Palabras (7 Páginas)  •  1.583 Visitas

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¿MAFIA O CORPORATIVO EMPRESARIAL?: OTRA PERSPECTIVA DE EL PADRINO.

Por Baltasar Hernández Gómez

En mi ensayo anterior toqué algunas líneas de los diálogos de la película El Padrino desde una visión política, para resaltar la relación intrínseca del jefe de la mafia neoyorkina, con el poder político y económico de Estados Unidos y otros países.

Ahora cambio el vector de análisis, a fin de intentar el tratamiento de esta película, a partir de un enfoque de dirección/gerencia corporativa, pues la familia de Vito Corleone (que va más allá de los lazos sanguíneos) actuó mediante las estrategias que debe emplear un líder. Rebasando los cánones conceptuales que envuelven a la ciencia administrativa, los estilos directivos de Don Corleone y su hijo Michael no fueron puramente violentos -como fueron una constante en las pandillas sicilianas-, ya que incorporaron principios gerenciales.

Mucho del éxito de la película, desde lo cuantitativo (millonarios recursos por recaudación de taquillas) y cualitativo (como obra de arte cinematográfico y literario) se debió a que el guión basado en el libro de Mario Puzo no es simplemente crónica violenta de las vivencias de la familia Corleone, sino que rebasa la historia mafiosa para convertirse en una alegoría del capitalismo. Este film estampa el manejo corporativo de la Cosa Nostra, pues el modo de vida económico/ político capitalista estimula la aparición de actividades ilícitas.

La mafia es, al final de cuentas, hija bastarda del sistema capitalista, concebida desde sus albores en Sicilia y perfeccionada a su llegada a América. El rol del jefe del clan Corleone fue dirigir y tomar decisiones que garantizaran la permanencia y crecimiento de los negocios. Vito Corleone sin concientizarlo al principio de su elevación como líder de un pequeño grupo de delincuentes, se metamorfoseó en un gerente de la actividad criminal, que luego transformaría en emporio diversificado en ramas económicas: aceite de olivo, contrabando de licor, protección a establecimientos, empresas constructoras, control de sindicatos, juegos de azar, etc.

No había otra forma de empezar a ser un “hombre de respeto” en medio de la depresión económica de los Estados Unidos, en la década de los años treinta del siglo pasado. Su organización surcó el bajo mundo para ganarse un lugar en un país extraño. Por lo mismo tuvo que readecuar su marco conceptual y operativo traído de Sicilia, sincretizando experiencias teniendo el carácter de conquista (El Príncipe de Nicolás Maquiavelo), actos de fuerza de la Camorra, pero también incorporando las reglas del mercado capitalista.

Don Corleone es director/gerente de una organización familiar bajo un organigrama vertical y ortodoxo, basado en la lealtad a toda prueba. Sabía que su corporativo no era la única empresa y por eso fomentó la integración de otros negocios familiares de Nueva York e importantes ciudades de Estados Unidos, para que formaran un consejo directivo de “notables”, que se constituyó en filtro y distribuidor de cuotas de poder. A partir de ello se convirtió en el “jefe de jefes” de la gran familia mafiosa, gracias a la visión para crear un gran consorcio empresarial, que se repartió geopolíticamente los territorios de oportunidades para amasar fortunas.

El personaje representado por Marlon Brando aprovechó la dinámica de caos derivada por la crisis financiera de 1929 y asumió que el corporativo familiar iba a crecer en la medida en que se corrieran riesgos mayúsculos. Como si fuera un egresado de Chicago, Harvard o Yale, observó que a mayor riesgo en un ámbito no explorado de expansión de negocios, mayor sería su ganancia. La cualidad innata de ver oportunidades se convirtió en una capacidad especializada para estudiar estratégicamente el entorno económico y político.

Su desarrollo personal se vertió en la faceta de gerente corporativo de la mafia, pasando de un asaltante de casas habitación, benefactor de sus vecinos, a nuevo capo del barrio italiano de Nueva York, después de que asesinó al gangster que asolaba a pequeños comerciantes y habitantes de esta colonia de inmigrantes. Cuando se situó como jefe local empezó a diferenciar actividades, a través de la legalización de ingresos con su importadora de aceite de olivo y productos ultramarinos. En simultaneidad construyó una red operativa con otros líderes mafiosos, contactó políticos, jueces, empresarios y personalidades sociales connotadas, para que su imagen y la de sus negocios adquiriesen “respeto”.

No obstante el gran avance y poder conseguido por Vito Corleone, el clima imperante durante la etapa de la segunda guerra mundial, no garantizaba la continuidad de la corporación sin violencia. En lo interno sus adheridos eran a lo sumo excelentes capataces, ejecutores y asesinos leales, pero nada más. Corleone intuyó que debía focalizar su empresa en una dirección de especialización en las áreas que controlaba (abogados, economistas, administradores, expertos en logística, etc.).

Si a esto le aunamos que su núcleo dinástico estaba compuesto por jóvenes americanizados (el hijo mayor ignorante y furibundo; el hijo de en medio retraído y pusilánime; el hijo más joven educadamente

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