MANIFIESTO PARA EL DÍA ESCOLAR DE LA PAZ Y LA NO VIOLENCIA

MANIFIESTO PARA EL DÍA ESCOLAR DE LA PAZ Y LA NO VIOLENCIA

Vivir en paz, crecer en paz. Algo tan básico que las guerras parecen alejar más y más.

Las guerras destruyen infraestructuras, sociedades, ecosistemas. Las guerras son asesinatos, violaciones, migraciones forzadas de personas que solo querían vivir en paz en sus países de origen. Estas personas, además, en vez de obtener solidaridad en muchos lugares a donde llegan sólo encuentran  xenofobia y racismo.

Un 30 de enero, día escolar de la paz y la no violencia, es un buen día para preguntarnos cómo podemos parar las guerras, no contribuir al rechazo a las víctimas que estas provocan, acrecentar nuestra empatía y romper el bloqueo ante el sufrimiento.

La guerra en Ucrania que ha conseguido mover a muchos gobiernos a soluciones muy rápidas, solo es uno de los 60 conflictos armados abiertos hoy: Siria, República Democrática del Congo, Sudán-Etiopía, Israel-Palestina, Afganistán, Yemén... Pero, en Ucrania se ha vuelto a evidenciar que las grandes potencias poseen un peligrosísimo arsenal nuclear que puede acabar con toda la humanidad si se activara. Posibilidad que sobrevuela en este conflicto.  

Un 30 de enero nos volvemos a preguntar cuándo va a parar la industria de las armas que sigue creando y vendiendo sofisticadas formas de matar que circulan por el mundo usadas por ejércitos regulares, paramilitares o delincuencia callejera.

Esa poderosa industria de armas se alimenta del dinero de bancos que saben detectar lo que es un buen negocio. Los grandes bancos que financian las guerras están en los países que no las sufren. Por eso en su cuenta de beneficios parecen no estorbar las víctimas que se producen.

Un 30 de enero es una buena ocasión para pensar en que con el dinero podemos invertir en vida y no en muerte. Construir la sociedad igualitaria en la que nos gustaría vivir. No es tan caro como las guerras. La muerte solo es rentable para esa industria feroz que no piensa en el bien común.

Desde los centros escolares le damos forma a un mundo sin violencia porque nos proponemos dentro de nuestros objetivos educativos aprender a vivir con respeto. Apostamos por el diálogo y la resolución pacífica de los conflictos en vez de por la fuerza.

Por eso, un 30 de enero, pensemos qué hacen en nuestros centros los cuerpos armados que van a las guerras. Pues, no es un futuro profesional cualquiera aquel en el que no puedes preguntarte por los intereses en las guerras que solo puedes obedecer.

No a la guerra y a quienes las hacen

No a la guerra y a quienes se benefician de ellas.

No a la guerra y a quienes colaboran con ellas.

Sí a la vida y a su protección universal.

Sí a la vida y a la prioridad de su cuidado

Sí a la vida y al trabajo por la paz que se hace en nuestros centros que la transforma de palabra manoseada a realidad vivida.

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