MAQUIAVELO EN COMPARACION CON LOS JESUITAS.

Cuando hablamos de liderazgo podemos hacer una referencia a personas que ocupan el rol de un líder para lograr un bien común, o un objetivo establecido previamente. Al hablar de liderazgo lo podemos relacionar con la toma de decisiones de acuerdo a la necesidad que requerimos en un momento determinado. Tenemos muchísimos líderes pero para este trabajo solo tendremos la referencia de dos grandes personajes, con sus obras literarias en donde podemos apreciar su liderazgo, y su manera de cómo ejecutarlo.

Nicolás Maquiavelo, en su libro ‘EL PRINCIPE’ le dirige al príncipe consejos sobre el comportamiento en cada una de las situaciones en las que este se puede encontrar. Sus ideas políticas y militares acerca de cómo se adquieren el gobierno, o se entra al mundo de la política en este caso llámese ‘los principados’ hoy en día los podemos llamar como los ‘Partidos políticos’, cómo se mantienen y por qué se pierden. El deja demostrado que lo más importante es mantenerse en el poder, en EL PRINCIPE nos habla de que el gobernante debía tener carisma, discursos, virtudes, y debía valerse de lo que fuera para mantener a su pueblo contento, en su libro no lo cita textualmente pero uno de sus tantos mensajes, o ha sido reconocido es por el lema ‘El fin justifica los medios’, el fin era el estado o sus principados, y los medios era mantener el poder a toda costa para así seguir manteniendo al estado, o en otro caso lo podríamos analizar diciendo; Hay que darle al pueblo lo que este necesita, para así mantenerse en el poder, pero el método por el cual lo obtengas no importa. El creo sus reglas, pues debía o se creía una persona omnipotente.

En contraparte, ‘El liderazgo al estilo de los jesuitas’ nos muestra otra perspectiva de liderazgo la cual es totalmente diferente a la de Nicolás Maquiavelo, en este caso Chris Lowney quien fue el que escribió este texto al cual hacemos referencia, nos dice que ‘El liderazgo no tiene fronteras geográficas’; y que ‘El liderazgo es eso que separa a los ganadores de los perdedores’ para ser un gran líder debemos generar una actitud mental, y una conducta adecuada para cualquier caso a realizar, el trabajo bajo la influencia de San Ignacio de Loyola quien tenía una fórmula para llegar al éxito donde sus cuatro pilares son ‘Conocimiento de si mismo, ingenio, amor, y heroísmo’ siguiendo estos puntos los jesuitas equiparon a sus aprendices para que triunfaran, donde lo importante era que se formaran como líderes que entiendan sus fortalezas, sus debilidades, sus valores, y tengan una buena visión del mundo; donde no fueran conformistas si no que todo lo contrario, fueran innovadores y se adaptaran a que el mundo es cambiante; donde tratar al prójimo con amor, tener siempre una actitud positiva y tuvieran aspiraciones heroicas sería una buena base para ser persona, y para ser un líder de manera personal, académica y laboral, estos trazan un

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