MARGARITA MAZA

Buenos días honorables miembros del jurado calificador, respetables autoridades civiles y educativas que nos distinguen con su presencia, estimados maestros, compañeros participantes, público que me escucha.

Agradezco esta oportunidad que me brindan, para ser uso en esta tribuna de la elocuencia con profundo sentimiento nacionalista y ante el mejor de los escenarios para disertar sobre el tema: Margarita Maza de Juárez, ejemplo valeroso de mujeres mexicanas.

Afirmaba Guillermo Prieto, el 2 de enero de 1871, hoy México está de luto, no solo  perdido a una gran mujer, si no una extraordinaria mexicana. Que junto con su esposo fueron el deferente más importante, para que la era de Reforma haya cumplido su misión.

Poco se conoce del pasado de Doña Margarita, solo alcanzamos a ver en algunos libros de texto, que fue adoptada por una familia adinerada en la ciudad de Oaxaca. En un principio trataron de ocultar la identidad, las características de la niña.

Margarita Maza distinguida mexicana encargada de sembrar la semilla abnegada y patriota en los fértiles surcos de la Reforma. Quien contrajo matrimonio en 1843 con el gran Patricio de Guelatao. La personalidad de margarita llena de virtudes nos ha dejado valiosas lecciones de vida.  Sacrificio, para proteger a sus hijos durante el exilio de Juárez. Fortaleza de espíritu para sobreponerse ante la dolorosa pérdida de 2 hijos, durante su obligada estancia en el extranjero. Solidaridad, con su esposo en la búsqueda constante y permanente de una patria libre, independiente y soberana. Al igual que Juárez vivió la grandeza con humildad, la trascendencia sin ostentación  y entrega sin límites. En ella todo fue por su familia en él todo fue por la patria.

Pero ¿Por qué Margarita debe ser considerada como ejemplo valeroso de mujeres mexicanas?

No fue por haber tenido muchos hijos, no fue por haber sido esposa del presidente, no fue por sus rasgos físicos. Simple y sencillamente, fue por el espíritu. Y el temple que demostró cuando tuvo que tomar decisiones, cuando tuvo que proteger y defender a sus hijos, cuando en los momentos difíciles siempre tuvo las palabras de aliento para  el presidente Benito Juárez, pero más por el amor y la lealtad que siempre le tuvo a su esposo.

Sufrió persecuciones, sufrió privaciones, vio morir y enterrar a varios de sus hijos. Conoció la soledad pero no se doblo. Se mantuvo firme y ante las tantas ausencias de su esposo siempre confió, valoró en ese gran amor  que muy pocas parejas profesan.

Tenía razón Guillermo Prieto en aquella tarde de 1871, cuando decía, ha dejado de existir una gran mujer, y esa gran mujer después de tantos años, hoy le seguimos rindiendo honores. Su nombre está escrito con letras de oro en la cámara de diputados y en estos concursos se sigue hablando de ella, y no es casualidad si no es un referente para todas las mujeres de México, para que nos motive, nos inspire y nos empuje a luchar por nuestros ideales.  A defender lo que nos pertenece a trabajar por esta gran sociedad a la cual pertenecemos. A estudiar para que el día de mañana podamos regresar a México un poco de lo mucho que nos ha dado.

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