MIGRACION MEXICO

En México, la migración constituye uno de los problemas sociales y educativos que ha persistido durante muchas décadas. Este problema es signo de la desigualdad y la pobreza que se vive en nuestro país; además de demostrar los enormes retos que existen para alcanzar una educación de calidad para todos.

En el marco de la materia de Desarrollo, pobreza y exclusión, y como estudiante de Comunicación, en este texto se busca presentar una breve reflexión sobre la relación que existe entre educación y la exclusión social. Las materias de Reflexión Universitaria nos permiten vincular los contenidos revisados en clase, con lo aprendido en nuestra propia licenciatura, por lo que el objetivo principal de este ensayo es profundizar la reflexión sobre los problemas del país y construir propuestas desde la Comunicación para lograr un cambio positivo en el país. En este sentido, se centrará nuestra atención en el problema de la migración en el país, ya que esta problemática resulta de la pobreza, de la exclusión social y de la falta de calidad de nuestro sistema educativo.

Bajo esta lógica, a lo largo de este ensayo se va a abordar la siguiente problemática: ¿existe una relación directa entre migración y pobreza? ¿existe también esta relación con respecto a la exclusión social?

Con la finalidad de estructurar el trabajo de reflexión, éste se va a dividir en diferentes partes temáticas, mismas que son fundamentales para poder entender la problemática de la migración como resultado de un mal sistema de educación, que solo le llega a unos cuantos del país. Se iniciará el ensayo presentando de forma breve algunas teorías de la justicia social que nos permitirán entender la relevancia de la educación como un derecho fundamental del hombre. Asimismo, a continuación se centrará la atención en dos diferentes propuestas de desarrollo y de igual manera, se examinará el papel que juega la educación en el desarrollo del país.

Por otro lado, se analizarán también indicadores oficiales sobre pobreza, exclusión social y educación, para poder profundizar y entender mejor el complejo problema de migración en México. Dados estos datos, y una vez analizados, se profundizará más en el tema de la migración y se hará una reflexión al respecto.

La pobreza, la desigualdad, la exclusión social y la migración, son claros signos de una situación de injusticia social. Para poder definir estas problemáticas como injustas es oportuno empezar por una reflexión sobre la concepción que tenemos de la justicia. Para Van Parijs (1992) el problema de la justicia se plantea por la escasez de recursos y por el debilitamiento del altruismo. En un sistema social se debe entonces definir la concepción que se tiene de justicia, para así poder definir las normas jurídicas y morales que van a permitir la cohesión social.

Actualmente en le mundo occidental, las teorías de la justicia que permean son las que se derivan de una concepción liberal. El pensamiento liberal divide las teorías de la justicia en dos propuestas principales: la propietarista y la solidarista. Estas dos teorías tienen algunos valores y principios liberales en común. El liberalismo entiende la justicia en relación al consumo, es decir, lo que importa es la forma por como se distribuyen los recursos. Por la importancia de estas concepciones de la justicia en el siguiente apartado se describirán brevemente cada una de estas teorías y se explicará cómo se inserta la educación en cada una de éstas.

Por un lado, en el propietarismo “la justicia es una nueva situación en la que los individuos (…) disfrutan de un amplio conjunto de libertades, junto con ciertas garantías procesales y un amplio conjunto de protección del derecho de la propiedad.” (Díaz Pedroche, pg. 9).

En este sentido la conceptualización apuesta a la apropiación de bienes, en la propiedad privada, en la apropiación de recursos naturales y en el individualismo. Para el propietarismo, según Van Parijs (1992) la injusticia es aquello que sustrae a un individuo lo que le pertenece, y aquella en la que algunos individuos tienen una vida peor que la que tendrían si vivieran en ausencia de la sociedad. Es con este argumento, con lo que s puede afirmar que la educación es entonces responsabilidad de los mismos individuos. Asimismo, se puede pensar que la educación es el medio para apropiarse de conocimientos, habilidades y actitudes, entendidas todas como bienes.

Ahora bien, se tiene por otro lado la teoría solidarista, que es un liberalismo mucho más centrado con la idea de la igualdad. Esta teoría propone que una sociedad justa es la que consiste en asegurar libertades y derechos básicos para todos, de modo que quienes tengan peor suerte, puedan tener asegurado un nivel de vida digno. A diferencia de los propietaristas, aquí existe una base predefinida que trata de asegurar los bienes sociales primarios, es decir, los derechos y libertades básicas de cualquier individuo.

Los principios de justicia del solidarismo son: “A cada uno según sus necesidades. A cada unos según sus méritos. A cada uno según su necesidad contributiva” (Van Parijs, pg.3). Asimismo, el liberalismo solidarista define la educación como uno de los derechos fundamentales del hombre. Actualmente, a este derecho a la educación se le agrega el carácter de educación de calidad, ya que se observó la educación era estructuralmente desigual.

Aunque ambas teorías, explicadas anteriormente, derivan del liberalismo, presentan diferencias fundamentales que afectan nuestro entendimiento sobre la educación. Para los propietaristas la educación es un bien de propiedad y para los solidaristas es un derecho fundamental de la persona. La exclusión educativa es una injusticia en el caso del liberalismo solidarista, por lo que es permitente apegarse a esta teoría para analizar el problema de la migración en México.

Antes de pasar al siguiente análisis, es importante aclarar que las teorías explicadas no son las únicas teorías de la justicia que existen; es a partir de una crítica a éstas que surgen propuestas como la marxista, la comunitarita, la ecológica y la de pluralismo democrático.

Se acaban de abordar una de las preocupaciones de las sociedades occidentales, la justicia, desde dos perspectivas liberales. A continuación, se revisará otra de estas preocupaciones: el desarrollo como objetivo final de una sociedad.

Cualquier país occidental busca, más allá del crecimiento económico, el desarrollo de su sociedad. A pesar de esto, no todos los países han seguido el mismo camino para encontrar este desarrollo. En el siglo XX se dibujaron dos modelos de desarrollo: la social-democracia y el neo-liberalismo. A continuación se mencionarán brevemente las características generales Después

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