MIGRACIÓN EN CHILE HACÍA EL 2040: ÉLITE VENEZOLANA COMO ACTOR PRINCIPAL EN LA CREACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA "EL NACIMIENTO DE UNA NUEVA NACIÓN”
Enviado por katherine celle guerrero • 22 de Mayo de 2019 • Apuntes • 2.580 Palabras (11 Páginas) • 103 Visitas
CIENCIA POLÍTICA I
MIGRACIÓN EN CHILE HACÍA EL 2040: ÉLITE VENEZOLANA COMO ACTOR PRINCIPAL EN LA CREACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA "EL NACIMIENTO DE UNA NUEVA NACIÓN”.
Leonardo Barrera Yáñez
Escuela de Administración Pública
Facultad de Administración y Economía
Universidad de Santiago de Chile
RESUMEN
El presente ensayo comenta las características y condiciones socioeconómicas y educacionales de migrantes venezolanos que ingresan con la intensión de residir en Chile en el último año (2017). Además se señala la situación política de Venezuela y analiza las medidas adoptadas por las autoridades de turno en el país de destino entre enero de 2017 y mayo de 2018 para la migración receptiva de venezolanos, las cuales proyectan el posible nacimiento de una “Nueva Nación” al año 2040 a través de la fusión de culturas chilena y venezolana.
PALABRAS CLAVES
Élite, Venezuela, Migración, Nueva Nación, Chile.
Introducción
Los lazos entre los países de América latina siempre se han caracterizado por la imperante presencia de la colonización europea y la fuerte tendencia a la independencia de ella.
En el caso de Venezuela y Chile tiene como factor en común la llegada de la corona española como ente evangelizador y que con ésta misma se abriera una visión más amplia desde Europa a fines del siglo XV, donde como señala Leonard[1], “los ojos con que se ve la vida es aún más apasionante”. En esta nueva forma de ver a la que aún no se conocía como América latina, se logran discernir lazos no sólo por la conjunción de dos mundos completamente diferentes entre españoles y “barbaros”[2], sino que también por estrechas relaciones que se establecerían en los posteriores lideres diplomáticos y libertadores de América del sur. En este sentido es que se destaca la imagen de Andrés Bello (Venezuela) y Bernardo O’Higgins (Chile)[3].
Bajo este contexto y al progresar en la línea de tiempo de la región y sus procesos de desarrollo histórico es que se pueden apreciar también constantes campañas libertadoras y expediciones realizadas por estos criollos que usaron esta justificación para dar los inicios a la migración poscolonial entre tierras vecinas que construían lo que hoy es el Cono Sur.
Cabe destacar que claramente no serían los pioneros en llevar adelante este tipo de prácticas, pero si tenía una particularidad, y era que esta vez, los protagonistas de la historia hablaban el mismo idioma en cuanto a lo lingüístico y en lo político también, dando estrechez a estas nuevas relaciones que solo se volverían a repetir cuando las crisis se hicieran presentes.
La migración, es un fenómeno que desde hace algunos años ha tomado gran importancia por las condiciones políticas y económicas que marcan a Sudamérica en la actualidad y en donde Venezuela se posiciona como uno de los ejes principales de la agenda internacional (OEA, junio 2018)[4] por su actual estado de crisis multisectorial. En este escenario es que Chile presenta una de las preferencias por aquellos que buscan un nuevo comenzar en países de la región, y en especial Venezuela que lo escoge como el tercer mejor destino para iniciar otra vez, según la investigación de Valentina Jofré de Diario La Tercera donde afirma que:
Chile ocupa el tercer lugar en cuanto a ingresos de venezolanos a nivel sudamericano, después de Colombia, país al que el año pasado ingresaron 796 mil venezolanos, aunque el 34% regresó a su país una vez que se cumplió su permiso de permanencia. A su vez, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), cerca de 236.000 venezolanos ingresaron en Ecuador entre 2016 y septiembre de 2017.[5]
Con esta premisa es que este ensayo da a conocer las herramientas formativas o educacionales con las que estos migrantes se enfrentan a su nuevo destino. No olvidando, sino que asimilando su realidad previa y posterior al traslado de sus vidas a tierras extranjeras y como estas naciones o estados aplican las políticas correspondientes a la migración de éstos.
Bajo el anterior supuesto se ha preparado un enfoque basado en información respaldada por entidades públicas de Chile que dan orientaciones direccionadas a cómo se comporta el ingreso de venezolanos al país y cómo las autoridades de turno (2017 y 2018) han enfrentado el hecho mediante el pronunciamiento o aplicación de alternativas y políticas públicas para generar equidades y oportunidades con estándares de carácter internacional a estos nuevos residentes.
Sistema educativo y condición para alcanzar la élite en Venezuela:
A través de la historia se presencian distintos modelos y políticas sobre educación en los diferentes sistemas gubernamentales de la región sudamericana. Es así que se logra dar con el establecido en el Estado de Venezuela[6], el cual garantiza la gratuidad de la enseñanza pública preescolar, primaria, secundaria y universitaria, por medio de la Ley Orgánica de Educación (Ley N°2635, art. 8, 1980, Caracas)[7]con fuertes obligatoriedades sobre el estamento público para dar naturalidad a la entrega de herramientas cognitivas para la formación de estudiantes y profesionales en sus diferentes ciclos educativos sin importar su condición económica. Está variable dentro de la observación al modelo venezolano permite rescatar que todas y todos tienen la oportunidad de ingresar y graduarse de la educación superior, lo que podría también deducirse como una rotación dentro de la élite de éste país por cuanto personas de estratos sociales bajos, medios y medio alto según IDH (1980-2013)[8], se posicionan alcanzando ésta misma por sus certificaciones Universitarias.
De esta forma la equidad ante la obtención de un reconocimiento académico presentes en las variaciones positivas en el aumento de matrículas y egresados entre los años 1959 y 2004 (Blanco, 2009)[9] retratan un ejemplar modelo en donde toda clase socioeconómica está facultada para conformar parte de la élite venezolana. Sin embargo las personas que provienen de sectores menos favorecidos presentan escases de oportunidades en esta etapa, ya que quienes pertenecen al sector IV y V[10] están por debajo en lo que respecta al capital cultural y con ello sometidos a un bajo nivel de educación pre-universitaria que conste de los recursos necesarios para equilibrarse con sus pares en las Instituciones de Educación Superior, lo que haría colocar nuevamente sobre la mesa la perpetuación de un reducido sector que se apodera de la élite en esta población e integrada por los favorecidos en el ámbito laboral y profesional basados en el poder de sus habitus (Bourdieu, 1996)[11], los que les permitirían relacionarse de mejor forma en un ambiente de favoritismo ante un eventual cargo, responsabilidad o puesto de importancia dentro de la política, educación y/o sector privado/público.
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