MODELO DE DESARROLLO COMPARTIDO
Enviado por Flaquita_oween • 30 de Octubre de 2013 • 2.310 Palabras (10 Páginas) • 440 Visitas
INTRODUCCIÓN
Las crisis recientes de la economía mexicana son manifestaciones claras de problemas estructurales e institucionales que se expresan en “cuellos de botella” en la producción agropecuaria e industrial, y del mismo patrón de acumulación seguido en el país desde hace ya un buen tiempo. Los “cuellos de botella” se manifiestan en crisis de balanza de pagos y en procesos inflacionarios importantes; por su parte, el patrón de acumulación seguido ha impedido al estado mexicano realizar una reforma fiscal profunda que permita un crecimiento económico sin tantos sobresaltos.
Esos problemas se manifestarán, en un primer momento, en el último año de gobierno de Luis Echeverría. En agosto de 1976, después de casi 22 años, se devaluó el peso para tratar de corregir el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos que aumentó de manera importante como consecuencia de un crecimiento económico logrado a través de un incremento en el gasto público.
Conviene resaltar, por último, que en todos estos años se ha planteado a la economía mexicana el problema de un ahorro interno insuficiente para financiar el crecimiento económico. En la medida en que al ahorro interno ha sido insuficiente se ha tenido que recurrir al endeudamiento externo para financiar un mayor gasto en consumo e inversión que haga posible un mayor crecimiento económico ante la necesidad de generar más empleos.
ANTECEDENTES
El antecedente inmediato del desarrollo compartido (1971-1976) lo representa el desarrollo estabilizador (1956-1970). Durante la época del desarrollo estabilizador la política económica se implementó de tal manera que hizo posible un alto crecimiento económico (6.74% en promedio al año) con estabilidad de precios (4.22% en promedio anual). Para ello se coordinaron de manera perfecta las políticas fiscal, monetaria, cambiaria e industrial. Veamos el papel jugado por cada una de ellas y que hicieron posible el milagro del desarrollo estabilizador.
1. La política fiscal estimuló el ahorro y la inversión a través de subsidios, exoneraciones y bajos precios y tarifas de bienes y servicios públicos al sector privado. Adicionalmente, se financiaron obras de transporte y comunicación, es decir, el estado generó las economías externas necesarias para la rentabilidad de las inversiones del sector privado. La mayor parte del gasto público se canalizó durante todo el tiempo a los sectores más dinámicos y rentables de la actividad económica. Sin embargo, en la medida en que el gobierno renunciaba a ingresos procuraba no aumentar demasiado el gasto con tal de que el déficit del sector público no se disparara de manera importante, de modo tal que el déficit del sector público como proporción del PIB fue bastante moderado
¿De qué manera la política fiscal estimuló el ahorro? ¿Cómo se financió el déficit del sector público? A través de la exoneración del pago de impuestos sobre el rendimiento de ciertos valores de renta fija, la política fiscal hizo posibles tasas de interés reales atractivas que estimularon el ahorro del sector privado, parte del cual se utilizó para financiar el déficit del sector público.
“El desarrollo estabilizador permitió al sistema bancario absorber, según se indicó, una proporción cada vez mayor del ingreso nacional. Este proceso fue más dinámico que la utilización de dichos recursos por el sector privado, de tal suerte que el sector público, a través del Banco de México, aprovechó esta alternativa de financiamiento: utilizó el 45% en promedio del financiamiento canalizado por el sistema bancario.
El resto del déficit fue financiado con préstamos del exterior.
2. En la medida en que el déficit del sector público fue financiado con endeudamiento interno y externo no se recurrió de manera importante a la emisión monetaria y, por tanto, la inflación se mantuvo estable, coadyuvando a generar tasas de interés reales atractivas. Adicionalmente la restricción monetaria determinó un incremento en las tasas de interés nominales, que junto con la baja inflación, estimularon el ahorro a través de tasas de interés reales positivas. La política monetaria, al igual que la fiscal, fue sumamente conservadora. En este contexto, podríamos decir que la política monetaria fue conservadora porque la política fiscal también lo fue.
3. El tipo de cambio fijo en parte coadyuvó al proceso de industrialización y en parte a la estabilización de los precios. En primer lugar, la fijación del tipo de cambio hizo posible la continuación del crecimiento económico vía mayores importaciones de bienes de capital e intermedios necesarios e indispensables para la producción industrial; y en segundo lugar, el tipo de cambio fijo ayudaba a conservar la estabilidad de precios al evitar un aumento del costo en pesos de las importaciones.
4. El programa de industrialización por sustitución de importaciones (ISI) se fundamentó en la adopción de barreras arancelarias y no arancelarias para tratar de conformar un sector industrial propio. Durante la época del desarrollo estabilizador esa política proteccionista se endureció todavía más. De esa manera, la proporción de las importaciones que requerían permisos previos aumentó de 28% en 1956 a más de 60% en promedio durante los años sesenta. Como resultado de ello el sector industrial ganó participación en el PIB. En 1950 el sector industrial representaba el 21.5% del producto total y esa cifra aumentó a 24% en 1960 y a 29.4% en 1970.
No obstante esa perfecta coordinación de las principales áreas e instrumentos de la política económica, a nivel de la lucha de clases se estaban agudizando las contradicciones vía una distribución bastante inequitativa del ingreso. Reynolds (1977) señala que para 1968 el ingreso per cápita de México ascendía a los 1 000 dólares anuales, pero que desgraciadamente ese ingreso no se distribuyó de manera uniforme entre todos los estratos de la sociedad, ya que los seis millones de habitantes más pobres recibían sólo cerca de 400 dólares anuales; los siguientes veinticuatro millones de habitantes recibían 550 dólares; los siguientes veinticuatro millones, 925 dólares, y los seis millones de ocupantes del estrato superior, 3 700 dólares, un ingreso medio igual a siete veces el de la mitad más pobre de la población. O dicho en otras palabras, el 10% de las familias más pobres se llevaban sólo el 4% del ingreso disponible, el 80% siguiente el 59% y el 10% de las familias más ricas concentraban el 37% restante.
Adicionalmente, y debido al rápido crecimiento demográfico, la tasa de desempleo aumentó, aumentaron las presiones a favor de la repartición de tierras, crecieron por doquier las presiones en pro de aumentos
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