MOVIMIENTOS FEMINISTAS DEL SIGLO XX EN CHILE

MOVIMIENTOS FEMINISTAS DEL SIGLO XX EN CHILE

Después de tanto tiempo ser la sumisa, ama de casa, y esclava sexual, la mujer se lanza contra este sistema que atenta a su integridad, no quiere ser más la que se queda en casa y le soba la espalda al marido cuando llega cansado del trabajo, no, ella quiere tener un papel en esta obra politizada, pero no un simple papel, sino el protagónico. Y es con este pensamiento tan terminante, con mujeres de todo el país tan decisivas y organizadas dieron paso la gran emancipación femenina del tan opresor hombre, juntas crearon diversos movimientos que fueron en oposición la afamada historia masculina, logrando cambiar su imagen y la libertad que tanto anhelaban.

En la historia la mujer ha estado alejada de la vida política por causa de la supremacía  masculina, la cual ha hecho todo lo posible para que esto permanezca así, pero ahora en este siglo es cuando toma fuerza la rebelión de todas esas mujeres discriminadas y reprimidas, levantando movimientos como "Centros femeninos anticlericales Belén de Sárraga", los Clubes de Lectura o los sindicatos, entre ellos el de costureras que dio origen a uno de los primeros periódicos feministas (La Palanca, 1908). Entre estas organizaciones tanto de elite como De obreras, buscaban fines comunes, como el ser respetadas al igual que los hombres, igualdad de trabajos y salarios, derecho a la cultura y educación de las mujeres obreras y de bajos recursos, entre otras demandas. También cabe destacar las instituciones femeninas diversas como el Consejo Nacional de Mujeres en 1919, el Partido Cívico Femenino en 1922, la Unión Femenina de Chile de Valparaíso en 1928, la Asociación de Mujeres Universitarias en 1931, el Comité Nacional pro Derechos de la Mujer en 1933 y la Federación Chilena de Instituciones Femeninas, FECHIF, en 1944, que buscaban conquistar los derechos civiles y políticos para las mujeres, como el sufragio, el divorcio, el control de la natalidad y el acceso al mercado laboral. En la lucha por la igualdad jurídica y política, una de las organizaciones más importantes de este periodo fue la MEMCH, Movimiento Pro-Emancipación de las Mujeres de Chile, compuesta principalmente mujeres de clase media, obreras y comerciantes.

Creo que estos movimientos y/u organizaciones fueron importantes porque las mujeres comenzaron a darse cuenta que las diferencias de género, laborales, políticas y sociales eran grandísimas. No tenían cabida en ninguna acción social ni política, por el hecho de ser un estado machista, conservador y religioso. Pero aun así las mujeres principalmente de clase baja y media comenzaron en un principio a ingresar al trabajo por la necesidad de sustentar el hogar y desde ese espacio luchar por tratos más justos.

Por un lado, tenemos el poco reconocimiento de los títulos profesionales de las féminas, los bajos salarios con relación al de los hombres y la casi nula vida política. El ingreso al mundo educación, las haría tomar conciencia a todas estas mujeres que el trato que recibían no era justo, entonces creían que era necesarios hacer algo al respecto. Y fue con este pensamiento de romper la desigualdad y luchar por la equidad nacen las organizaciones feministas de la época. Muchas mujeres comenzaron a ingresar a la educación superior y a ser profesionales, revindicando sus derechos. Mientras que por el lado político les llego la idea del “voto”, estas creían que una clave para el éxito sería un derecho al voto universal, para así estar dentro de la política, usando esto como un medio para que las mujeres lograran solucionar sus problemas, fue así como llego el Gobierno del señor Pedro Aguirre Cerda quien apoyo completamente el voto femenino, Elena Caffarena junto a Flor Heredia, redactaron el proyecto de ley que les permitiría a las mujeres votar en todas las elecciones, pero con la repentina muerte del presidente no se logró concretar del decreto. Más tarde cuando Gabriel González Videla toma del mando de la presidencia, aprueba por ley el voto presidencial femenino, pero sin la ayuda del MEMCH ni ninguna otra organización, por consecuencia de la Ley Maldita.

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