Macedonia
Enviado por nobunaga111 • 20 de Agosto de 2014 • 1.702 Palabras (7 Páginas) • 349 Visitas
La zona que históricamente se llamó Macedonia pertenece a la actual república del mismo nombre y a los Estados de Serbia, Bulgaria y Grecia. Evidencias arqueológicas muestran la presencia de asentamientos humanos entre el 7000 y el 3500 a.C. Pueblos indoeuropeos semi nómades llegaron entonces a la península Balcánica. Durante el primer milenio a.C. la región estuvo habitada por una mezcla de pueblos tracios, ilirios, dacios y griegos.
En el reinado de Filipo II (359-336 a.C) Macedonia alcanzó una posición dominante en Grecia. Bajo su hegemonía se creó la Liga de Corinto que reunía a todas las ciudades-Estado griegas, con excepción de Esparta.
Alejandro III (El Magno), hijo de Filipo y alumno del filósofo Aristóteles, venció al Imperio Persa, llevó su ejército al norte de África, la península Arábiga, Mesopotamia y llegó a la India. En 11 años formó el más extenso imperio hasta entonces conocido. Su imperio tuvo como objetivo la urbanización de Oriente y la fusión de la cultura griega con la oriental, dando origen a lo que se conoce como helenismo.
Luego de su muerte en 323 a.C., sus generales comenzaron la lucha por la sucesión, que llevó al desmembramiento del imperio en tres grandes reinos: Egipto, Macedonia y Asia. Este período, que se inicia con la muerte de Alejandro y se extiende hasta la fundación del Imperio Romano, es llamado helenístico.
En el siglo II a.C. los romanos comenzaron su expansión en la península Balcánica, a la que llegaron en busca de metales, esclavos y productos agrícolas.
En el año 168 a.C., Perseo, derrotado por los romanos, se vio obligado a disolver el reino de Macedonia; en el año 148 ésta pasó a ser una provincia de Roma.
Las invasiones de godos, hunos y ávaros en los Balcanes no alteraron en forma significativa la composición étnica de los macedonios, mientras que los eslavos se asentaron de manera estable en la región.
Entre los siglos VII y XIV, Macedonia fue sometida por los imperios de turno en la región (búlgaro, bizantino y latino), hasta quedar casi completamente dominada por los serbios.
En 1389, luego de la batalla de Kosovo, Serbia reconoció la soberanía turca y en 1459 se integró al Imperio Otomano. Los otomanos se apropiaron de las mejores tierras y establecieron un sistema feudal. Los campesinos cristianos fueron sometidos por los señores musulmanes.
En 1864, el Imperio Otomano dividió Macedonia en tres provincias: Salónica, Monastir, con parte de Albania, y Kosovo, perteneciente a la antigua Serbia. En 1878, Rusia impuso a Turquía la creación de Bulgaria, que abarcó la mayor parte de Macedonia, pero las otras potencias europeas la devolvieron a los otomanos. En los años siguientes, búlgaros, serbios y griegos continuaron reivindicando sus derechos sobre Macedonia.
A fines del siglo XIX, se desarrolló un fuerte movimiento nacionalista. En 1893 se creó la VMRO (Vatreshna Makedonska Revolutsionna Organizatsia), con el lema de «Macedonia para los macedonios».
Tras la caída del Imperio Otomano en 1908, los reclamos por la posesión de territorios turco-otomanos en esa región culminaron en las dos Guerras de los Balcanes, en 1912 y 1913.
El Tratado de Bucarest (1913) puso fin a la Segunda Guerra Balcánica. Bulgaria perdió Macedonia, que fue repartida entre Grecia (Salónica y la mayor parte de la Macedonia costera) y Serbia (región central y norte). Albania pasó a ser un principado autónomo.
Los Balcanes se transformaron en el polvorín de Europa y provocaron finalmente la Primera Guerra Mundial. Al fin de ésta se confirmó la partición de 1913 y la Macedonia eslava fue incorporada al nuevo reino serbio, croata y esloveno.
En el período de entreguerras, la dominación impuesta por la dinastía serbia agudizó los conflictos interétnicos en Yugoslavia. El Rey Alejandro, que asumió poderes dictatoriales en 1929, fue asesinado en Marsella en 1934 por nacionalistas croatas. Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, el país estaba dividido internamente y fue incapaz de ofrecer una resistencia al invasor.
La lucha patriótica yugoslava se fortaleció en los años siguientes con las guerrillas dirigidas por la Liga de los Comunistas Yugoslavos (LCY). En 1945 se formó la República Popular Federativa de Yugoslavia, integrada por seis repúblicas (Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro, Serbia y Macedonia) y dos regiones autónomas pertenecientes a Serbia (Kosovo y Voivodina).
En ese año Tito (Josip Broz) fue electo presidente. Nacionalizó el comercio, la banca y colectivizó la agricultura. Tomó distancia de Moscú e inició la «vía nacional yugoslava al socialismo». En política exterior mantuvo una posición destacada entre los países no alineados.
El sistema yugoslavo distinguía entre los «pueblos constitutivos» de la Federación (serbios, croatas, eslovenos, macedonios, etc.) y las nacionalidades. Éstas, como no tenían un Estado o su Estado de referencia estaba fuera de la Federación, fueron consideradas «minorías nacionales», más allá de la importancia numérica que tuvieran en cada región. Los albaneses recibieron ese estatuto. Eran mayoría en la población de la provincia autónoma de Kosovo a la que pertenecían, aunque minoritarios en la República Serbia, de la cual Kosovo formaba parte.
Luego de la muerte de Tito estalló el conflicto entre las repúblicas que integraban la Federación. En 1989, el gobierno federal eliminó de la Constitución toda referencia a las minorías. En enero de 1990 el Congreso Extraordinario
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