Marco Historico Del Desempleo

MARCO HISTORICO

HISTOTIA

¿Cuándo surgió el desempleo?

Aunque en la Edad Media “el problema del desempleo como se entiende hoy aún no existía”, había desocupados . No obstante, en aquel tiempo, a la persona que no trabajaba se la tenía por holgazana o vagabunda. En su libro Idle Hands , el profesor John Burnett explica que hasta el siglo XIX muchos analistas ingleses “identificaban a los desempleados principalmente con los ‘inadaptados’ y trotamundos que dormían a la intemperie y deambulaban de noche por las calles”.

El “descubrimiento del desempleo” tuvo lugar a finales del siglo XIX o principios del XX. Se formaron comisiones gubernamentales especiales para estudiarlo y resolverlo, como la Comisión Selecta de la Cámara de los Comunes británica para tratar la “Consternación por la falta de empleo”, de 1895. El desempleo se había convertido en una epidemia.

La conciencia de este problema aumentó drásticamente, sobre todo después de la primera guerra mundial. Esta contienda había eliminado el desempleo. Pero a principios de los años veinte el mundo occidental experimentó una recesión tras otra, lo que culminó en la Gran Depresión, que desde 1929 zarandeó las economías industrializadas del mundo entero. Tras la segunda guerra mundial, muchos países tuvieron un nuevo auge económico y el desempleo disminuyó ostensiblemente. Por eso, “es permisible decir que el origen del problema actual del desempleo se remonta a mediados de los años sesenta”, menciona la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos. El mercado laboral sufrió otro descalabro como consecuencia de la crisis petrolera de los años setenta, y la ola de informatización con su secuela de despidos. El desempleo ha comenzado a propagarse inmisericordemente incluso entre el personal administrativo, que en el pasado se consideraba seguro.

La subida del desempleo se basa en un componente permanente y un componente coyuntural "el componente permanente nace de la distorsión entre el crecimiento regular en Francia de la población activa y el casi estancamiento tendencial del empleo global."

Por lo tanto, las categorías que entran en el mercado laboral encuentran enormes dificultades para encontrar un empleo; se trataba principalmente de los jóvenes que salían del sistema escolar y las mujeres cuyos tipos de actividad proseguían durante la crisis el movimiento ascendente que habían empezado anteriormente. Además, el aumento del desempleo conducía a los patronos a ejercer una mayor selectividad a la contratación: ante candidaturas múltiples, pueden elevar el límite máximo de sus exigencias. Por lo tanto, los titulares de bajos niveles de formación o calificación serán víctimas de esta evolución”.

La industrialización estalla en 1974 hasta 1991. Se caracterizan por índices de crecimiento del producto interior bruto próximos a cero o negativos. El crecimiento del desempleo fue brutal; resulta principalmente de las pérdidas de empleo sufridas por los trabajadores: despidos, final de empleos precarios. El desempleo afecta principalmente los empleos industriales y los hombres son con mayor fuerza víctimas; alcanza todas las categorías de empleos industriales, incluidos los trabajadores cualificados.

En las fases de crecimiento económico lento, el componente permanente es dominante; el desempleo evoluciona de manera desigual. El desempleo crece rápidamente, pero desigualdades se reducen ya que las reestructuraciones industriales afectan categorías hasta entonces relativamente ahorradas (hombres adultos, trabajadores cualificados)".

¡Crecimiento, crecimiento, crecimiento económico! Economistas, políticas, empresarios, periodistas, todos sólo tienen esta palabra al espíritu cuando se trata de hablar de las soluciones los males de la sociedad. A menudo, olvidan incluso que su palabra fetiche no es más que un medio, y lo coloca en objetivo absoluto, que valdría por sí mismo.

En 1933, Albert Einstein ya explicaba que la mala utilización de las ganancias de productividad de los años 1910 - 1925 (Ford y Taylor) era la causa fundamental de la crisis: “esta crisis es singularmente diferente de las crisis anteriores. Porque depende de las circunstancias radicalmente nuevas condicionadas por el fulgurante progreso de los métodos de producción. Para la producción de la totalidad de los bienes de consumo necesario para la vida, solamente una fracción de la mano de obra disponible se vuelve indispensable. Ahora bien, en este tipo de economía liberal, esta evidencia determina inevitablemente un desempleo (...).

Este mismo progreso técnico que podría liberar a los hombres de una gran parte del trabajo necesario para su vida es el responsable de la catástrofe actual. ” Escribía a Einstein antes de pedir una “reducción de la duración legal del trabajo”.

He aquí la principal explicación del desempleo y la precariedad que corroe a nuestras sociedades desde hace 30 años, aquí pues la causa fundamental de la crisis que estalló desde hace cinco años: nuestra incapacidad colectiva que debe administrarse ganancias de productividades colosales. Ya que estas ganancias son de verdad considerables: mientras tanto, la economía francesa producido 76% de más con un 10% de trabajo de menos. Ahora bien, al mismo tiempo, gracias al niño-auge y gracias al trabajo de las mujeres, la población activa disponible pasaba de 22,3 a 27,2 millones de personas.

¡A causa de las ganancias de productividad, la economía tiene necesidad del 10% de trabajo de menos pero, al mismo tiempo, el número de personas disponibles aumentó un 23%! Una divergencia del 33% pues aumentó entre la oferta y la demanda de trabajo.

A finales de 1929 se produce lo que se ha llamado la gran depresión que afectó a los Países desarrollados donde la población desempleada llegó a un escandaloso 33 % en Los Estados Unidos. Cifras parecidas se vieron en Europa y mucho más graves en América Latina y no queda mucho que decir del continente Africano donde se vive con el Desempleo como si fuese una cosa normal.

LA ACTUALIDAD

El número de desempleados en el mundo aumentó en 4,2 millones en 2012 hasta más de 197 millones, un 5,9 por ciento de la tasa de desempleo, de acuerdo con las Tendencias Mundiales del Empleo 2013.

Un cuarto de este incremento tuvo lugar en las economías desarrolladas, mientras que tres cuartas partes se debieron al efecto secundario que esto tuvo sobre otras regiones, en especial en Asia Oriental, Asia Meridional y el África Subsahariana.

“La incertidumbre en torno a las perspectivas económicas, y las inadecuadas políticas que se han implementado para lidiar con ello, han debilitado la demanda agregada, frenando así las inversiones y la contratación”, declaró

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