Mary Richmond
Enviado por karlabelen1410 • 24 de Abril de 2013 • 417 Palabras (2 Páginas) • 470 Visitas
Museo de la Memoria y los Derechos Humanos
El día 11 de Septiembre de 1973 es recordado por todos los chilenos. Este día cambió radicalmente la historia del país, y junto con ello, la vida de cada uno de sus habitantes.
La ocupación militar ejerce la autoridad absoluta del país, liderados por el General Augusto Pinochet.
El museo de la Memoria y los Derechos Humanos nos muestra cómo ocurrieron los hechos, cómo trataron a las víctimas, sus experiencias, sufrimientos, y dolores más íntimos.
Producto de la persecución, tortura, exilio ejecuciones, etc…
Junto a mis compañeros asistimos a este museo, salimos a las 6 de la tarde del recinto, con una sensación difícil de definir, y una confusión mental y espiritual, una sensación extraña, como saturados de información negativa. Sentí empatía con las víctimas, si uno se pone en lugar de ellos, siente en una mínima expresión, lo complejo y difícil que debe haber sido, cuando caen los principales pilares del país. Y las autoridades o apoyos del pueblo, ya no ejercen el poder.
Me pareció súper interesante la visita, por supuesto habían muchas cosas que no sabía, y me acordé de todas las veces que mi mamá me contaba sobre este tema y que gracias a mi inmadurez, yo no ponía atención.
Me gustó que el profesor Diego Ortega nos haya ofrecido esta oportunidad para conocer este importante lugar que refleja la historia, la vivencia y el temor (por decir lo menos) que sufrió el pueblo chileno durante la dictadura militar.
En una sala estaban expuestas las cartas que escribían los niños del ’73, preguntándose dónde estaban sus padres y abuelos. Hay un caso donde una pequeña le escribió a la Sra. Lucía Hiriart, diciéndole que perdió a sus abuelitos, y si podría pensar que ella podría ser su nieta.
Vimos un catre de fierro, que los militares lo llamaban “parrilla” y con un alternador, aplicaban corriente para electrocutar a las víctimas, de esta forma los hacían hablar, para saber sobre los demás opositores.
Fue realmente una historia de terror y la tierra de Chile fue, y sigue siendo un extenso cementerio. Ya que en todo el país hubo violencia y sedes de tortura, y aún hay cuerpos desaparecidos, sin ser encontrados. También conocimos la historia de los hornos de cal, en la localidad de Lonquén. Los cuerpos enterrados fueron encontrados después de muchos años, el espíritu de las víctimas se pronuncia, y los cuerpos sin vida hablan para mostrarnos la horrible e inhumana manera en que les quitaron la vida.
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