Matoneo Escolar

Actualmente nuestro país presenta uno de los más altos niveles de ‘matoneo’, intimidación escolar o ‘bullying’ como es conocido en otros países. Se trata de un problema que siempre ha existido y que sólo ahora, por lo menos en nuestro país, comienza a prender las alarmas en hogares y colegios.

Los agresores utilizan diferentes métodos:

Existen diversas manifestaciones de matoneo en los colegios, está la de exigir dinero a cambio de no golpear al compañero, o dar a conocer algo que le puede causar problemas; otra forma es la del maltrato físico, con golpes, patadas, empujones; una manifestación más del matoneo es la burla, las amenazas, el colocar apodos crueles e insultantes, hacer bromas de mal gusto, atacar en grupo a alguien, retándose en pandillas y esperándose en las afueras de los establecimientos, enviando mensajes de texto por internet, llamadas ofensivas, chistes de mal gusto sobre la religión, el color o algún defecto físico a la persona que está siendo víctima de matoneo.

Apodos, chismes, insultos, exclusión del grupo, intimidación, maltrato entre iguales, acoso escolar y golpes mortifican a estudiantes que son blanco de sus compañeros.

Los estudios lo demuestran

Este fenómeno tiene en alerta a todas las autoridades del país por el alto índice de suicidios en adolescentes, en el más reciente estudio de la Universidad de los Andes, donde se evaluó la respuesta de cerca de 55 mil estudiantes en 589 municipios del país, en las Pruebas Saber de los grados quinto y noveno, se encontró que el 29% de los estudiantes de 5° y el 15% de 9° manifestaban haber sufrido algún tipo de agresión física o verbal de parte de algún compañero.

¿Los padres, víctimas o agresores?

El fenómeno se agrava porque los estudiantes que son víctimas o testigos callan por miedo. Miedo a los padres, los profesores y los directivos de los centros educativos que, tal vez sin proponérselo, alimentan el problema. Cada uno actúa en defensa propia: los profesores con los alumnos; los padres con el colegio y los directivos con los padres.

Algunos padres de familia no están pendientes de sus hijos, no ponen límites en su casa o maltratan a los menores, con lo cual pueden estar promoviendo que éstos traten mal a otros, indican psicólogos especializados en el tema.

Como pueden saber los padres si su hijos están siendo víctimas del matoneo o bullying:

• Llega a la casa con sus pertenencias dañadas o rotas.

• No pasa tiempo con sus compañeros fuera del Colegio.

• No quiere hacer fiestas por temor a que nadie asista.

• Es tímido o retraído.

• Reacciona llorando o alejándose, cuando se le confronta sobre algo.

Padres de familia:

En sus manos está la posibilidad de reducir los índices de violencia en las aulas escolares.

Dándole

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