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Medios De Comunicación Graficos


Enviado por   •  22 de Abril de 2013  •  2.035 Palabras (9 Páginas)  •  625 Visitas

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INTRODUCCION

El siguiente trabajo tiene por objeto analizar el discurso de los medios gráficos masivos de comunicación respecto a la Los medios y la representación de la violencia juvenil.

Para ello, se tomaran la unidad número 4 correspondiente de los postulados teóricos de Chris Barker “Televisión, globalización e identidades culturales”.

PRESENTACIÓN DEL CASO

A partir de una nota publicada en el diario La Nación el 11 de septiembre del 2012, titulada “Temporada de cazar adolecentes” (http://www.lanacion.com.ar/1507202-temporada-de-cazar-adolescentes). La publicación comienza afirmando que cada año mueren quinientos chicos por victimas de violencia, según datos oficiales del Ministerio de Salud. Pero esta frase engañosa que parecería ser que va a tratar la problemática de violencia juevenil en la argetina, deriba en cuestinar la implementación del voto NO obligatoria a los 16; por consiguiente el autor se dedica a subestimar y maltratar a la juventud desde un aspecto retrograda, cultural y moralmente. Frases como: “La adolescencia termina alrededor de los 20 años y es una etapa en la que se cierran procesos evolutivos de orden físico, cognitivo e intelectual. Ciclos que naturalmente necesitan ese tiempo.(…)

Como si la controversia editorial fuera menos, y con ansias de marcar una agenda puntualizada en generar pánico a los padres, y hasta a algunos adolecentes distraídos, días anteriores a “Temporada de cazar adolecentes” se publica; “Unos 500 menores mueren al año en hechos violentos y delictivos” 2 de septiembre del 2012, (http://www.lanacion.com.ar/1504714-unos-500-menores-mueren-al-ano-en-hechos-violentos-y-delictivos) en el articulo relacionan la violencia como una cuestión de delincuencia dentro del mundo del crimen, y plantean la temática desde el lugar de la victima, para poder identificar con mayor acierto a los lectores se utilizan datos estadísticos de mediciones, que no se conocen las fuentes, solo en un caso nombran al Ministerio Publico de Salud.

Introducción

Existen algunas formas de violencia que son menos visibles que la violencia directa: la violencia estructural y la violencia cultural. Cuando se habla de violencia cultural se está haciendo referencia a aquellos aspectos simbólicos de la cultura (sus formas «no materiales», como son el lenguaje y la comunicación) que inciden en la justificación de situaciones violentas, ya tengan éstas un carácter directo o estructural. La violencia cultural, por el hecho de no ser material, todo lo contrario, a través de su acción los seres humanos vencen las resistencias a las acciones violentas, adquieren hábitos violentos, apoyan las acciones violentas de las instituciones especializadas o simplemente no reaccionan ante las acciones violentas llevadas a cabo por «otros». Incluso puede llegar a construir algún tipo de consentimiento de aquéllos que sufren directamente la violencia directa (maltrato a mujeres, a niños, a ancianos, por ejemplo, si se interioriza una jerarquía basada en razones de género o edad) o la estructural (justificación de la desigualdad social como fenómeno «natural»). Los medios de comunicación desempeñan un papel muy importante en la conformación de estas representaciones ideológicas de la violencia, pero no son las únicas instituciones inmersas en este proceso.

La violencia de los medios de comunicación es una forma más de violencia cultural que es «coherente» con otras formas e instituciones más eficaces de legitimar la violencia directa y la estructural (educación, ciencia, ideología, ejército, empresa, familia, iglesia) con las cuales comparte el papel de agente de socialización, proceso a partir del cual los individuos aprenden a vivir en su sociedad y su cultura e interiorizan valores y normas de comportamiento.

La mayoría opera a nivel inconsciente; algunas, como el ejército, están bastante especializadas - y otras tienden a contribuir en mayor medida a lo contrario (la escuela y la familia).

Si se revisan las notas periodísticas aparecidas en diarios y programas de televisión, en los últimos, salta a la vista que, al referirse a jóvenes la mayoría de ellas lo hacen relacionándolos con acciones violentas..

Está claro que, si bien no es necesariamente de incumbencia de los medios generar las denominadas “noticias positivas”, el hecho de que prácticamente cada vez que se ocupan de jóvenes lo hagan relacionándolos con la supuesta acción de las bandas delictivas termina por generar un estigma de estos jóvenes. Si a esto se añade que, en los imaginarios sociales, los procesos migratorios se asocian de un modo directo con la marginalidad y la pobreza, por ende, con la peligrosidad social (de la que serían portadores cuasi naturales los inmigrantes, especialmente si son jóvenes), el resultado que se obtiene es una absurda y nociva generalización que impide ver la complejidad de la migración como un fenómeno social de un gran calado en los actuales momentos históricos. Una entrevista periodística reciente, afirma que la respuesta unánime de los periodistas cuando seles pregunto que opinaban de la construcción de la palabra violencia fue; “no pueden sentirse responsables de una realidad que no construyen”. El impresionante montaje mediático sobre los “violentos jóvenes” cumple el objetivo de convertir a esos jóvenes en una de las mayores preocupaciones de la “pacífica vida Argentina”. Los “especialistas” se convierten en una especie de epidemiólogos, que tienen que diagnosticar la expansión y el alcance de un brote que crece a medida que la “estética latina” o “estética wachiturra” (de pantalones y camisetas; aros, pañuelos, gorras, auriculares llamativos, etc.) “toma” los parques y otros espacios públicos.

De este modo, la prensa reproduce la separación estereotípica de “jóvenes latinoamericanos” y “jóvenes de bien” fomentando la creación de un imaginario social que los proyecta como opuestos o inconciliables, un imaginario para dividir. Los periodistas (muchos de los cuales son “expertos intérpretes” del miedo ciudadano), con tono obsesivo y fatalista, repiten la pregunta a los especialistas ¿esto da para mas? Los medios han contribuido a crear un retrato general de la juventud cuyos contornos, directa o indirectamente, han estado relacionados con hechos de carácter criminal.

Es sabida la importancia que reviste la información que hacen circular los medios de comunicación de masa en la constitución y en el mantenimiento de los imaginarios sociales. La información mediática es sin duda la que más orienta la acción de la opinión pública, no sólo sobre lo que es necesario saber para ser parte de una colectividad, sino también sobre como expresar ese saber

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