Mensaje De La Conferencia Del Episcopado Dominicano En Ocasión De La Fiesta De La Independencia Nacional Jueves, 20 De Febrero De 2014 11:27

En este 170 aniversario de nuestra Independencia Nacional y teniendo como marco de referencia el testimonio y los ideales del Ilustre Patricio Juan Pablo Duarte, figura principal de la misma, y de quien acabamos de celebrar el bicentenario de su nacimiento. Los Obispos de nuestro país han decidido reflexionar con nuestro pueblo, especialmente con todos los hombres y mujeres de buena voluntad, sobre el tema del valor de la vida política, de la que el mismo Duarte decía que después de la filosofía era la ciencia más noble , al mismo tiempo este expresaba al ver la situación de su país: “nunca me fue tan necesario, como hoy, el tener salud, corazón y juicio, hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la Patria”.

Los señores Obispo, en este hermoso mensaje dirigido a todo el pueblo dominicano que está lleno de hombre y mujeres de buena voluntad, nos dicen que la política debe ser la forma de ejercer la virtud de la caridad y participar en ella no es sólo un derecho, sino también un deber. Por tanto esa participación tiene que darse en distintos niveles: no todos están llamados a esta noble tarea como vocación u oficio; es decir, a dedicarse a tiempo completo a ese ministerio, que tiene como eje central la búsqueda del bien común.

No obstante estos nos advierten que el poder, que siendo un servicio, tiende a corromper. Si analizamos nuestra vida democrática de los últimos 50 años, nos daremos cuenta que la corrupción se ha hecho presente en casi todos los gobiernos que hemos tenido y todo esto es debido a que los políticos, en las distintas esferas políticas y sociales, están siempre amenazados por lo que llamamos “la erótica del poder”, eso quiere decir, que lo que es un medio para servir, se puede convertir en un fin para provecho personal es decir que hombres y mujeres corruptos ejercen como administradores de nuestros recursos a su antojo sin pensar en la miseria de los más indigente de nuestra soberana patria, entre comilla.(...)

También las tentaciones políticas llevan a desconocer la relación que debe existir entre la ética y la política; y algunos lo justifican basándose en el “realismo político” que sostiene que sería legítimo recurrir a cualquier medio con tal de alcanzar los objetivos fijados; de ahí la doble moral de muchos que están convencidos que hay una ética “especial” para la política, distinta a la ética que debe regir a todos; colocándose por encima del bien y del mal. Debido a la justificación ya mencionada es que podemos ver el abuso de muchos que están en el poder y qué ética utilizan estos políticos, diría que una ética maquiavélica, “el fin justifica los medios”,

por último la política es un valor porque es la ciencia y el arte del bien común; es el arte de gobernar, de tomar decisiones que son obligatorias para todos en la búsqueda de lo mejor. Esas decisiones tienen que ver con bienes

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